"Do you ever wonder if the stars shine out for you?" [Larry Stylinson] TERMINADA

"Capitulo 6: "Los ángeles nacieron para morir"

Alguna vez vieron ese momento en la vida donde uno se pone a pensar:
"Que mierda estaba por hacer?"

Los pelos de mi nuca estaban erizados con el contacto del pasto frío y mis ojos no cedían a abrirse. Estaban sellados. No quería abrir los ojos y ver que todo había acabado. Ellos por fin ganarían  ¿Desde cuando iba a dejar que ganen? Ya me hicieron mi vida lo suficiente miserable como para antes de irme darles el gusto. ¿Que carajos pensaba?
Los Cox no somos así. Nunca lo fuimos. No voy a ser la excepción.
Abrí lentamente los ojos, primero el derecho, necesitaba más seguridad.
Al abrir ambos totalmente, sin exagerar,  pude no solo sentirlo, sino ver un cuerpo encima de mi. Era bastante de ensueño. Sus ojos celestes, la oscuridad podría esconderlos, pero la luna, esa luz que se reflejaba en sus ojos hacia que parecieran mares. Lunas. Estrellas. Eran hermosos.
Su pelo descendía hasta mi frente ya que estaba encima de mi, marrón claro, como el tronco de un árbol  Que bonita combinación la del marrón con celeste. Su nariz era perfecta, como la de los bebes, esas que dan ganas de morderlas. Y su boca. Su boca era perfecta, fina, suave, se amoldaba perfecto con sus pómulos. Ver eso debajo de las estrellas, eso si, en definitiva  no se ve todos los días.
Era un ángel? Realmente había muerto?
Tenia la boca entre abierta de tanto estar pensando, cualquiera pensaría que no estaba respirando. El chico se notaba totalmente alterado y su agitada respiración lo confirmaba por completo. Él se me quedo viendo todas las facciones tratando de verme, porque a mi, no como a él, la luna no me alumbraba, y estaba totalmente oscuro. Que ironía.
Él acerco su mano, tan delicada, a mis mejillas y la rozó. Por impulso lo empuje haciendo que cayera  me dio un nosequé en el estómago. Soy un imbécil.
Ambos estábamos sentados en el pasto y fue entonces donde se volvió a acercar.
Su mano estaba por tocar mi rostro hasta que volví a retroceder.
-Tranquilo - rió, al ver mi nerviosismo con su hermosa y tranquilizadora sonrisa, dios que sonrisa - Trata de no moverte, tenes todo el mentón raspado.
Instintivamente me toque la parte que había mencionado y gemí, mierda, cuando me había hecho semejante lastimadura? Me ardía, mucho.
-No te toques, va a ser peor - me dijo embozando una sonrisa de picardía, como si fuera lo mas obvio del mundo, si no entendí mal, él pensaba que era un idiota.
Al notarlo arrugue mi entrecejo y gruñí. Me paré limpiándome el pasto del pantalón, de repente sentí un pinchazo en mi rodilla. Lo que dolía. no podía mantenerme de pie, solo bastó mover un paso mi pie izquierdo para volver a caer al suelo.
-Mierda - susurre. Se me humedecían las pestañas y me estaba volviendo completamente rojo. Estaba hecho pedazos y además tenía público.
-Necesitas ayuda - dijo seco aún parado con brazos cruzados. Sus obviedades ya no daban gracia.
Rodee los ojos y me trate de parar. Pude levantarme un poco pero aún seguía todo erguido. Dios como me mataba el dolor.
De repente siento como un brazo roza suavemente por debajo del mio y me carga tal cual como carga un compañero de guerra a otro. Pero él era tan delicado. Lo hizo con suma delicadeza.
-Te dije que necesitas ayuda - dijo riendo sin emitir ni un sonido. Traté de reprochar algo pero de repente volvió esa punzada a mi rodilla. Solo agache mi cabeza y la deje caer en su hombro.
- Entonces, cuando puedas me contas que te pasó, pero antes como te llamas? - dijo totalmente amistoso como si estuviéramos en un bar tomando cervezas. Claramente no veía la situación como la veía yo. Casi me acababa de suicidar.
Descolgué mi cabeza de su hombro. Él entendió mi mensaje. 
Él miro para otro lado embozando una sonrisa aún más grande así luego volviendo a mi.
-Esta bien, te entiendo, pero no te pienso asesinar, no como tu pensabas hacerlo - Eso hizo un tic en mi - Pero si quieres saberlo, aunque creo que no, me llamo Louis. Tomlison para los alumnos.