Capitulo 55: "Mirenme"

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Que momento de escribir una canción.
Rematando cada palabra desgraciada que quería sacar.
Los arboles quemándose.
Incendiándose hasta dejar todo arrasado. Ojos cubiertos de llamas.
Miradas de maldad.
Quemándome solo. Los arboles chocaban, cada pisada aumentaba los vientos. Las voces anulaban cada silencio.
Quería agarrar el aire y estrangularlo.
La reja estaba fría. Quería gritar. 
Quería que alguien me escuchara.
Que me digan que no llore.
Que me digan que hice mal.
El pasto era adictivo para mis piernas sensibles.
El sol descendía, la oscuridad se percataba.
El bosque estaba confuso.
Louis ya no estaba.
Las luces del observatorio estaban apagadas. La puerta cerrada. El pastizal silencioso. Los arboles muertos.
¿Donde estaba?
Quería hablar con él. No se porque. Me salio del pecho. Quería que apareciera y me agarrara de la mano.
"No estas perdido"
Lo estaba.
Y el también.
Podía recordar como me había ido las veces que me había escapado.
Siempre escapado.
Patético.
15 pisadas hasta el inicio de los arboles. 
Derecho derecho hasta un tronco cortado, media vuelta, derecho hasta la reja.
Los aleteos de los pájaros encima de mi cabeza. No los veía, los escuchaba.
Mi mochila me molestaba, quería tirarla. Tirar todo.
Tirar mi nombre.
Mi apellido.
Todo mal.
La madera estaba reseca y rasposa astillando mis dedos al contacto.
Louis se había ido, ¿a donde?
Solo conocía el observatorio.
Quería verlo.
Pero no llorando.
Mirenme, soy un chico cool en busca de su profesor.
Oh si.
Podrían decirme cretino.
Le rompí el corazón más de una vez.
Si, soy un desgraciado.
El salvó el mio veces a contar.
Choqué de sorpresa con la reja, fría, más, gracias al viento.
Tomenme, los espero.
No hagas lo que hizo Drew.
No dejes ir.
Apoyé mi cabeza contra la reja, sintiéndola.
La atravesé, raspandome. Hacía frío.
Solo quería llegar a casa.
Sentí como mi mente se había perdido en el bosque de dar y dar vueltas. mis ojos estaban desorbitados.
Confundido, saben?
Apoyé mi par de pies en el cemento del estacionamiento.
La sangre seguía oliendo en el lugar.
Cada evidencia de que me había ido sin dejar rastros era ver el desastre y no ver piedad.
No hubo piedad.
Ni siquiera mía.
Arrastraba como podía cada pisada. Quería llegar rápido a casa, pero no podía aumentar la velocidad.
Oh, mirenme, me tomo mi tiempo. Tengo tiempo.
Quería golpearme la cara.
O que alguien lo hiciera.
De alguna forma tenia que sacar todo lo de adentro.
Abrirme completamente.
Los aullidos de la corriente tranquilizaban mis oídos.
Pero seguía oyendo todo.
Dos personas hablando a lo lejos.
Un imbécil y una chica con corazón.
Si pude hacerlo una vez, podía hacerlo dos.
Me acerque con pasos arrastrados.
-PEGAME! - Zayn se dio vuelta acompañado de la mirada de la muchacha. Se miraba perdido, como si no entendiera nada - DALE, PEGAME MALIK, MIERDA HACELO! - le di un empujón por los hombros haciéndolo tambalear. Verónica estaba sorprendida.
Ella no me conocía.
Ella dijo que no lo hacia.
Sentí los nudillos fuertes de Zayn sujetarme el cuello de mi remera. 
Vi como mis ojos se reflejaban en los suyos.
Eso me asustó.
Mi mirada había cambiado.
Se veía..
Potente.
Como la de un animal.
De esos que pelean hasta ganar. Si, de esos.
-Total se te hizo costumbre - susurré cerca suyo, él tenia la mirada de asesino en el rostro. Me quería matar tanto como yo. la morocha lo agarró de la manga y le susurró un 'vamos', Zayn como buen esposado le hizo caso. Pero sin antes mirarme con esa cara. Esas de que no terminó todo. 
Relámpagos se veían tronar en el cielo, no estaban tan cerca para ser escuchados, pero sus rayos se veían.
Le di un golpe al capó mas cercano que hallé, lo abollé un poco. Mi rostro se veía abollado también.
Soy un chico malo.
Oh si.
Mirenme.
MIRENME.
Mis ojos, mi mirada. Más allá de las pestañas sonriendo. De la sonrisa divertida.
Mirenme de una vez por todas.
Mirenme como me mira él. Como si no estuviera muerto por fuera. Una sonrisa sin felicidad. Palabras que no suenan, solo se escuchan.
El torrencial caía sobre mi cabeza. Seis cuadras mojadas. 
¿Si Louis no estaba en el observatorio, se estaría mojando?
Trataba de encajar la llave en la cerradura, nada. Era incapaz, estaba muy exaltado. Quería derribar la puerta. Que impotencia mierda.
¿Y si me escapo? ¿A un lugar mas bonito?
Seria genial.
Mis intentos fallidos cesaron gracias a Anne que abrió la puerta con paciencia. Me vio todo empapado, con los ojos rojizos.  
Ella estaba seca, se veía cálida. Salté a sus brazos empapandola toda mientras me rodeaba sobre las caderas.
Necesitaba tanto tanto ese abrazo.
Todo era tibio. 
-Que pasó amor?...
Acurruqué mas mi cabeza entre su cuello y mezclaba la lluvia con las lagrimas.
-Soy malo? Es malo odiar?
-No sos malo bebe, siempre va a haber alguien que odies.. - sonaba tan comprensiva, el calor opacaba las palabras, pero se entendían.
-Aunque esa persona sea yo mismo? 
Escuché un suspiro es mi oreja.
-Aún así, siempre alguien te va a amar.
-Y? - alcé la mirada hacia sus ojos, me tranquilizaban suficiente para dejar de llorar, a ratos.
-Si alguien es capaz de amarte, vos, en algún momento, vas a hacerlo.
-Que momento? - pregunté desesperado.
-Cuando aprendas a aceptar ese amor que te dan.

Aprender, a aceptar.

Es difícil.

"Do you ever wonder if the stars shine out for you?" [Larry Stylinson] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora