Sus facciones se veían entre tramos por la oscuridad pero, si, se veía que se sentía feliz. Aún tirado en el suelo, entre acolchados inservibles, si veía que sentía feliz, feliz de tener a alguien a su lado.
No podía dormir, no por el hecho de que hubiera luz, al contrario eso me daba tranquilidad. No quería dormir y saber que en mis sueños me estaban esperando ellos, ahí justo para burlarse, sin dejarme ni siquiera dormir tranquilo.
Veía como la luz de la lampara anaranjada se mezclaban con los huecos del techo, entre el cielo, donde brillaba la frase, y estaba presente la estrella fugaz. Veía miles de colores, no se si por las estrellas, o por el sueño, se hacían presentes en mis ojos dejándome abierto a la creatividad para ver lo que yo quería. Pequeños destellos de luz, libres atardeceres de múltiples colores. La luna, las estrellas. Cosas hermosas. Aveces me sorprende lo fascinante que puede ser la imaginación.
"Aveces hay que abrir la mente, para cerrar el corazón"
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Desprevenido sentí como si cayera, sin poderme sostener de nada, como un golpe bajo. Se sentía todo tan húmedo, tan asqueroso. Hacia mucho calor. Realmente espeso. De repente escuché unos ruidos por debajo mio y me asomé a ver. Al sentir el tacto de las sabanas contra el suelo no se sentía tan incomodo como me imaginaba, al contrario, eran suaves, cálidas. Louis estaba profundamente dormido, tranquilo y liviano, me hacia bien verlo así, totalmente nuevo. Sin mandarle a mis articulaciones, solas mis manos se movieron hacia sus pómulos. Se sentía tan agradable, liso, era como un ángel. Moví mis yemas hacia su nariz, respingadita y bien formada, bajé hasta sus labios y los rocé levemente por encima. Eran tan finos,se sentía como el aire que liberaba al respirar chocaba contra mis dedos. Rocé delicadamente otra vez sus mejillas cuando de repente siento como un brazo rodeaba mis caderas y me empujaba hacia él. Ahora ya no tenia los ojos cerrados. Y los labios mas abiertos que nunca.
Me había quedado completamente encima de Louis sin poder hacer resistencia con mis manos contra el suelo ya que me agarró de improviso. Directamente ya me respaldaba el pecho, contra su pecho, sus piernas contra las mías, y oh dios, si, su frente contra la mía.
Sentía su aliento inundar todos mis sentidos. Varios rulos de mi flequillo caían hacia los cabellos de Louis. Nadie decía nada. Nuestros cuerpos hablaban por si solos.
Su nariz chocaba contra la mia, y nuestros alientos se iban mezclando cada vez mas. Sentía sus pestañas ahogar mis ojos, nublandome la vista, pero no era necesario ver, él me decía todo con sus labios.
Sentí por un instante sus labios carmesí debido a la luz, rozar mi boca, sintiéndome no solo emocionado, también raro. Tan feliz...tal vez...
Chocó su frente mas fuerte contra la mía deslizando su nariz de un lado a otro exhalando todo su aliento contra mi pera, podíamos estar horas así. Su nariz colisionó contra la mía por debajo agarrándome mis labios con los suyos. Podía sentir el frío de su boca pero el calor de su aliento. Tenia los labios húmedos y un sabor increíblemente a menta. Sus labios eran blandos y dulces, lograban hacer una conexión interminable con los míos que eran rasposos y resecos. El movimiento era sumiso y relajado, no nos apuraba nadie. Se sentía bien. Su mano acariciaba cariñosamente mi espalda y instintivamente tomé con mi brazo su nuca para profundizar la cercanía, ahora lo sentía completamente mio. No solo nuestros labios se unían, también los cabellos lacios se perdían entre mis rulos y nuestras narices junto con las mejillas se sentían impropios de uno. Podía compartir lo que fuera con él en ese momento. Sentí un grato pinchazo de mi estomago cuando bajó sus labios hasta mi cuello húmedo por la excitación. Eran como sutiles caricias en la piel que no quería olvidar. Por momentos sus dientes se escapaban y mordían apaciblemente mi piel dándome una energía increíble. Reposé mi cabeza contra su hombro mientras lo abrazaba por debajo de los hombros, apropiándome de él. De repente no sentía mas los labios en mi cuello y levante la vista pero se me nublo al instante cuando mis labios volvieron a sentir el calor de los del castaño. Ambos teníamos la cabeza en diferentes direcciones para que nuestros labios se acoplaran más. Sentía el calor de su lengua contra la mía. Cada pequeño roce en mi paladar me hacia querer profundizar más el beso, cosa que era imposible. Sus pestañas me hacían cosquillas provocandome sonreír entre los besos. Había algo mas hermoso que sonreír mientras estas besando? Podía sentir la risa de Louis también en sus labios. Entonces ambos abrimos los ojos y nos vimos fijos rozando nuestros labios una y otra vez. Sus ojos tenían un brillo hermoso, como si pudiera brillar en la oscuridad. Ese brillo que no se pierde. Tenia las pupilas medio dilatadas y su azul se potenciaba llegando al negro. Se veía tan radiante.
Nuestros cabellos bailaban en nuestras cabezas mientras que nuestras frentes reposaban entre si. La oscuridad se esparcía mas por la habitación, por cada rincón. El negro inundaba comiéndose cada grado de luz, dejando a la deriva todo a mi alrededor. Sus pestañas. Sus ojos. Sus labios. Todo estaba oscuro.
No podía ver ni sentir nada. Y de repente sin entender nada, todo se iluminó.
Todo claro y despejado. La lampara estaba aún prendida pero no se hacia evidente por los rayos de sol que entraban desde la ventana.
Miré hacia mis costados aún acostado y contemplé mis almohadones, los apoya brazos del sillón, el cuero a mis costados y al bajar la vista avisté a Louis durmiendo, aún boca abajo. Que... fue... eso?
Me exalté al darme cuenta de la situación. Que mierda con ese sueño? se, se sintió tan real. Y ademas me gustó. Que asco, no dios mio, tenia que salir de ahí. Me alteré buscando mis pantalones por todos lados hasta que los divisé tirados debajo mio. Me los puse con cuidado de no hacer ruido y despertarlo, casi me desmayo unas cuantas veces debido a que era bastante alto y estaba haciendo mucho movimiento sin haber desayunado, pero que carajo importaba, tenia que salir de ahí. Ojeé todo por última vez. Louis, aún dormido sin conciencia, el sillón todo revuelto, la lampara aún prendida, todo, juraría que se sintió tan real. Sacudí todos mis pensamientos omitiendo el revoltijo de mi estomago. Tal vez malinterpretaba los sentimientos tal vez podía ser que me sentía sucio, o me sentía afligido de que fuera un sueño, o no... no sabia, y no pensaba quedarme para averiguarlo.
Cerré lentamente la puerta a mis espaldas y miré lo cálido que se veía todo, el sol estaba contento alumbrando todos los arboles, dándoles un toque único, reviviendo el opaco del verde y resaltando los pequeños pétalos de las flores a mis pies. Me sentí liberado por unos segundos. Mire el suelo y con las zapatillas en mis manos caminé entre pisadas por el pasto seco hasta el bosque. Volteé hacia la puerta para asegurarme que estaba solo y no pude evitar darme cuenta como brillaba la puerta. El verde estaba vivo. Estaba fuerte. Já, lo mas gracioso es que mi corazón se encontraba igual, latiendo como nunca, latido tras latido, malditamente fuerte. Estaba vivo, vivo por eso, cosa que realmente, no quería admitirlo.
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"Do you ever wonder if the stars shine out for you?" [Larry Stylinson] TERMINADA
Hayran Kurgu“Do you ever wonder if the stars shine out for you?” Louis y Harry van a vivir aventura de amor.