"Do you ever wonder if the stars shine out for you?" [Larry Stylinson] TERMINADA

Capitulo 29 "Entre la tierra y el cielo"

Cada vez pasaba más el pincel por lo negro. A cada pincelada se desarreglaba la pintura y se marcaban pequeñas lineas haciendo presencia a los pelos de pincel. Oh que impotencia, quería que quede liso mierda!

Alcé a vista y noté lo concentrado que pintaba Louis, su vista estaba liviana, como si hacer esto le sacara un peso gigante. A cada error mordía suavemente su labio inferior y entrecerraba los ojos, hubo momentos en los que casi se me cae el pincel todo manchado al suelo. Se veía como un artista. 

Mis rulos me molestaban de sobremanera y había unos cuantos mechones ya empapados de negro, oh si, no me veo mal como punk. Cuando algunos bucles se me esparcían por el flequillo soplaba fuerte, haciendo ruido fuerte, haciendo que alguien que estaba fuerte, digo, oh mierda, que Louis me mire. Oh, que estupideces pienso. Callate Styles.

Sacudí mi cabeza rápidamente liberándome de esas ideas y Louis rió. Volteé a verlo y me miró sonriendo.

-Tomá - me dice alzando su brazo provocando que se vea mas musculoso la parte de arriba del ante brazo, no no. Se sacó una de sus pulseras y cuando me la entregó me di cuenta que era una pequeña colita de pelo - para que no termines como rockero.

Me agarró un mareo de imprevisto al sentir su voz en mi oído, pensé que me caería, pero solo tambalee.

La sujete y dejé a un costado de la escalera el pincel apoyado. Con una mano me peinaba el flequillo y con la otra preparaba la gomita. Sujete todos mis mechones y levanté mi flequillo hacia atrás atándolo arduamente para que quede parejo. Oh, ya se porque las mujeres usan estas cosas, dios, me sentía tan libre sin nada que me molestara. Podría pararme..na, eso mucho, extrañaría mis rulos, y me vería raro, otra excusa para molestarme no, gracias.

Giró la cabeza tratando de acomodarme algunos mechones rebeldes y paré al notar como Louis me miraba.

Fijo. A los ojos. Invierno contra primavera. Porque si lo era, sus ojos eran las suaves y cristalinos como el invierno, y bueno, los míos eran verdes, arboles, no mucho que decir.

De repente estalló en carcajadas y me sacudió los rulos de un lado a otro.

-Pero si te ves tierno! - me gritó cerca provocando que me tensara, ay, hacia calor.

Fruncí el seño y volví a mi pintura.

Já, tierno..., tierna mi mamá, já, desgraciado.

Ya me empezó a cansar el pincel, sentía que no iba a lograrlo nunca.

Sin meritos.

Sin arte.

Él pincel es el que hacia todo el trabajo, yo solo lo manejaba.

Es como los que entrenan perros, digo, está bien uno le enseña, uno lo educa para hacer tales cosas, fue el merito propio, pero por favor, el que hace todo es él, vos solo le diste la guía. Con el arte es lo mismo, uno puede manejar el pincel, darle una guía, pero al fin de cuenta, él hace todo. 

"La ignorancia de creer que uno no puede solo, nos lleva a darnos cuenta que es verdad, cosa que realmente,no tiene significado"

Le damos la guía y la siguen, pero saben que? A la mierda con la guía!

Dejé el pincel suavemente tratando de no manchar mucho la madera, vi fugazmente la lata oscura y sin previo aviso sumergí mis dedos en ellas.

Al principio se sintió extraño, asqueroso, nos educan para que hacer las cosas por uno mismo sea asqueroso, sea feo, sea incomodo. Aún con todas esas desventajas también se sentía delicado. Como si la pintura no existiera, ni mi mano tampoco. Sumamente libre de tocar lo que quiera. Cada gota de pintura. Se sentía bien.