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Ese mismo sábado, Jisung estaba nervioso. Haberle dado su número a Hyunjin fue una idiotez, porque por alguna razón por más de haberse negado incontable cantidad de veces, terminó el día de la cita bañado y perfumado para alguien quien no quería atraer.

No entendía, había dicho no entonces ¿Por qué se estaba vistiendo para ir al cine con ese Alfa? Debía de haber algo psicológico detrás de todo esto, si no, no encontraba otra explicación. Tal vez era su Omega que no podía negarse al Alfa y lo obligaba a asistir sin dejarlo elegir.

Jisung no quería tampoco verlo desde otra perspectiva, Hyunjin toda su vida fue un chico amable de sonrisa contagiosa, no había razón para desconfiar de él. Pero últimamente las cosas andaba medias raras con el azabache. No podía olvidar la forma con la que Hyunjin le habló y el miedo que sintió cuando Hyunjin lo observó con esos ojos oscurecidos. Solía ver esos ojos en Jeongin, estaba acostumbrado a sentir miedo por su amigo pero no de alguien tan angelical como Hyunjin.

Así que seguro era que estaba cerca del celo, seguro era eso, sí. Porque Hyunjin jamás haría algo como usar su poder en contra a su voluntad. Sólo eran delirios suyos.

—¿Vas a salir con alguien? —preguntó su tío al verlo intentar salir de la casa.

—Sí, con un amigo —respondió dándole la espalda.

—¿Cuál es su género?

—Alfa... —murmuró intimidado.

—¿Jeongin?

—No... Un Alfa distinto... Se llama Hyunjin.

—Ah... Procura no espantarlo entonces, y no comas comida chatarra.

Jisung asintió cabizbajo y luego salió del lugar. Al cerrar la puerta respiró profundo el aire del exterior, como si aquello fuera a tranquilizarlo de alguna forma. Le gustaba creer eso a pesar de saber que en el exterior siempre estaría más expuesto a lo que lo atormentaba.

Una cita. Sonaba tan asqueroso llamarlo cita para él..., delirios suyos, ya lo había dicho. Hyunjin no tenía nada de malo y sólo estaba exagerando, sí, siempre exageraba así que sólo debía ser ello.

Cuando llegó lo vio allí parado con una camisa celeste arremangada hasta los codos y jeans claros, su cabello negro peinado a un costado dejando su frente libre y un reloj plateado en la muñeca derecha. Han respiró profundo y terminó por llegar a su lado con una sonrisa que a millas se notaba su falta de sinceridad.

Da igual, porque aquí nadie estaba siendo sincero.

—Hey —saludó tímido. La seriedad que el mayor portaba lo ponía demasiado nervioso.

—Llegaste tarde —dijo Hyunjin sin responder al saludo del menor. Hasta que recordó que si quería a Jisung con él debía de ser más fresco.

Oh vamos, Hyunjin, sólo sonríe como toda en tu vida has sonreído para obtener lo que quieres.

Haciéndole caso a su propia consciencia, el más alto mostró su angelical y brillante rostro feliz ante el Omega nervioso. Quizá para Jisung fue un alivio que la sonrisa habitual del mayor volviera a aparecer, pero no quitaba que seguía dándole miedo sin explicación.

—Pero está bien porque ya llegaste, mira compré entradas para ver esta —Hyunjin enseño los dos tickets blancos con el nombre de la película —. Cuando me pediste mi user e intentaste jugar conmigo siempre elegías los de terror, así que supuse que te gustaría.

Ah, no podía negarse. Es decir, no le gustaban las películas de terror ni lo juegos de esa clase. Mas siempre quiso saber qué se sentiría jugar a uno de ellos pero solo era imposible, entonces al presentarse Hyunjin aprovechó para jugarlos junto a él y no asustarse. De hecho, la pasaba bien jugando con Hyunjin, siempre y cuando una pantalla los separara.

Caramelo [Hyunin] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora