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—¿cómo te has sentido últimamente?

—Bien.

—Sabes que acá no puedes ni debes mentir, Jeongin.

El Alfa menor no deja de mirar sus manos, está nervioso y quiere escapar del lugar cuanto antes. No odiaba las sesiones, odiaba que lo trataran de especimen en atracción.

—Un poco raro...

El sujeto canudo lo mira con el entrecejo arrugado, no comprendiendo a qué se quiere referir su paciente con 'un poco raro'.

—Sé más específico.

—Mi lobo —y era ahí el punto donde quería llegar el hombre —, no para de estar inquieto. Nunca quiere mostrarse pero últimamente tiene intenciones de salir en determinadas situaciones... No lo entiendo.

—Sabes que eres especial, deberías estar acostumbrado a eso. Nadie más que tú puede saber lo que tu lobo quiere.

Pero no es fácil. Jeongin comprende pero no es fácil. Sabe lo que su lobo quiere, mas no llega a entender por qué lo quiere. Quiere escapar y tomar control de su cuerpo ¿Por qué? Siempre le dejó el mando al lado humano porque confía rotundamente en él y en su fuerza descomunal, ¿Ya no lo hace?

—Será la primavera —dice el hombre, acomodando gafas rectangulares sobre el puente de su nariz —. En Alfas normales, los lobos suelen pedir el control antes que la etapa de celo llegue en sí para escoger un Omega. Dime, Jeongin, ¿Has estado con un Omega últimamente?

No. No ve a Jiwoo hace tiempo. Quizá Jisung sea una opción. Pero bien sabe que no es por ningún Omega. Su lobo se retuerce de satisfacción al tener a tal persona junto a él, no puede evitarlo, ni tampoco entenderlo. Un Alfa siempre tendría el instinto territorial, no puede sentirse doblegado por otro Alfa y que su lobo lo acepte.

—Pero no soy un Alfa normal... —murmura—, ni siquiera estoy seguro si en verdad lo soy ¡Todos los doctores que visité siempre tuvieron la misma hipótesis en común!

Una nueva raza.

Cada especialista que visitó, cada uno de ellos, tuvieron la misma hipótesis en común sin saberlo en realidad. Jeongin se había presentado como un Alfa lo haría, sus instintos eran de uno y su fuerza y porte al crecer también. Sin embargo, existían cosas tales como su fuerte aroma y la ausencia del lobo que hacían duda si en verdad se trataba de un Alfa común y corriente.

Quizá lo que más temían era lo que nunca se mencionó. Todos tenían en claro que aquella raza peligrosa fue extinta. Portes similares a las de un Alfa y aromas fuerte semejantes al vinagre. Y si tal fuera el caso de que sí perteneciera a esa raza entonces el asunto estaría involucrando a más personas de lo pensado. Si las potencias se enteraran de la existencia de Jeongin ¿A cuánto serían capaz de llegar con tal de tener un arma letal como era él?

Deltas.

La raza asesina. Sin debilidades por Omega, más fuerte que cualquier Alfa puro y su humano se veía afectado por esa descomunal fuerza. Asimismo debería de estar extintos ¿No?

—Si es el celo, entonces pediré que me encierren lejos antes de primavera y que me liberen en otoño. No puedo correr el riesgo de que mi lobo tome el control y destruya todo lo que quiero..., ¿No tiene nada que pueda ayudarme?

No. No había nada para ayudarlo. Mas un doctor no podía decirle eso, en situaciones extremas siempre era recomendable usar placebos para el paciente.

—¿Sigues con los supresores?

—Sí. Tanto que mi piel arde cada vez que me ducho.

El hombre canudo anota todo lo que el menor dice en su libreta y asiente conforme las respuestas. No debe mostrar preocupación, pero por dentro se encuentra nervioso, no puede seguir dándole supresores de aquel peso a un chico de 16 años si no quiere terminar matándolo.

Caramelo [Hyunin] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora