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De por sí, Yang Jeongin siempre había tenido un humor bastante característico de sí mismo. Cada familia se acercaba a sus progenitores y le reclamaban las actitudes que tenía cierto castaño irrespetuoso. Ambos padres tenían claro que Jeongin no era un chico con que tratar fuera fácil. Jeongin tenía una forma rara de demostrar su cariño, porque cuando le gustaba algo generalmente hacía berrinches para llamar la atención y así obtener lo que quería. Era un poco similar a la manera en la que se relacionaba con las personas. Un claro ejemplo era Hwang Hyunjin, su mejor amigo, del cual no dejaba de insultar para luego encontrarlos abrazados y restregando el poco aroma de uno en el otro. Cosa de Alfas, aunque tendría un poco más de sentido si fuera entre Alfa y Omega, así que aquel "cosa de alfas" se transformaba en un "cosa de niños" para luego terminar como "cosa de amigos"

A pesar de ya haber presentado sus lobos, eran lo más similar a un cachorro ambos. No tenía olores fuertes, aún su instinto no estaba desarrollado por lo que no olían a distancia; no veían de muy lejos, no tenían voz de mando y; por supuesto, no existían los colmillos.

Jeongin y Hyunjin habían quedado en solo amigos, pero para el mayor se le imponía muy difícil la idea de no mirar a su pequeño amigo como algo más. Las manos que debía de mantener quietas se movían silenciosamente por un poco de contacto con Jeongin. Y el menor no era que no estaba de acuerdo, pero prefería que Hyunjin dejara todo donde quedó y pudieran seguir adelante por caminos diferentes. El azabache no quería, y se lo hacía saber cada vez que tenía una pequeña oportunidad. Quizá sea una de las razones por la que el castaño comenzaba a negarse salir con el que suponía ser su mejor y más íntimo amigo, con el cual ya había compartido cama, labios y sentimientos ¿Se podía seguir siendo amigos después de todas esas bonitas experiencias? Porque por más que Jeongin no lo dijera, alejar a Hyunjin era trabajo difícil, y no solo porque el mayor era muy pegajoso; él mismo odiaba la idea de no permitirle acercarse como a ambos les gustaría.

Los años siguieron pasando y más personas se acercaron a pertenecer a su entorno social. Algunas, como el caso se la sonriente Kim Jiwoo, que perseguía al pequeño castaño por todos lados con la intención de obtener un poco de su atención. A costa de las quejas de su mejor amigo, Jeongin no se molestaba cuando la pelirroja se acercaba y jugaba con sus brazos con una enorme sonrisa que solo era dirigida a él. ¿Cómo iba a molestarle que una chica como Jiwoo intentara cortejarlo? Es más, se sentía encantado con la muchacha. Al cumplir los 14 años y Hyunjin 16, las cosas se pusieron un poco más incómodas de lo normal.

Debían de estar acostumbrado a los celos del otro, a las quejas y a la tensión de los sentimientos del pasado que los rodeaba cada que se encontraban solos. Jamás iba a negarlo, Hyunjin nunca negaría que cada momento donde ambos se encontraran solos él no tuviera inmensa ganas de volver a besar al chico que siempre estaba acompañándolo. Era una necesidad. ¿Cómo iba a reaccionar el castaño? Su infantil relación la tenía que haber olvidado hace años ¿Por qué era tan difícil comprender que Jeongin ya no quería nada con él?

¿Y en realidad era cierto? ¿Jeongin no quería nada con él? Porque no dejaba de atormentarse con la idea de que su principal problema siempre fueron sus lobos, el qué serían y si podían estar juntos en algún momento de sus vidas. Si su madre lo escuchara cada noche que se desvelaba pensando en quien no debía murmurando cuánto odiaba a la diosa luna que los había obligado a separarse, recibiría un duro castigo. ¿Por qué debían de existir esas diferencias? Jeongin siempre había querido ser Alfa, fuerte y poderoso. Hyunjin solo quería estar con Jeongin. Jeongin on quería estar con Hyunjin.

—Hyunjin ¿Ya estás listo?—su madre preguntó desde abajo, en la sala. Irían a una salida de campo con la familia Yang como acostumbraban los últimos domingos de cada mes. Una especie de tradición o rutina que sus padres debieron de comenzar a planear desde que él tenía 15. Un año atrás.

Caramelo [Hyunin] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora