Caramelo [Hyunin] Omegaverse

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—¡Hyung! Encontramos a Jeongin —Jisung exclama, no sabiendo si su emoción se considera buena o mala, pero tener a Hyunjin a su lado es todo lo que quiere y necesita para creer que todo estará bien.

Mas Hyunjin está tenso, no reacciona y Jisung no entiende qué es lo que sucede con su pareja. Este lo mira y trata sonreírle, pero la sorpresa lo abruma y no cae en que Yang Jeongin está a salvo y sus amigos saben dónde está. Quiere preguntar, incluso si Jiwoo lo mira furiosa, él quiere preguntar dónde está el Alfa. Y lo intenta.

—¿Dónde...? —no logra terminar de formular la pregunta, pues ella se adelanta demandante con los sentidos alerta.

—No te incumbe —es obvia, Hyunjin sabe que ella sabe. O al menos tiene idea. Ya no es un hecho de querer, es un deber aparentar para ambos frente a Jisung para evitar cualquier perfecto entendimiento que a la larga lo denominarán como un "mal entendido". Es una basura.

Una basura por querer soltarse del agarre de su Omega para correr a donde el Alfa yace. Quiere gritar que deje de marcarlo con su olor porque su cuerpo le pertenece a otro ser, a otra persona que ni siquiera sabe dónde se encuentra ahora.

Dios, debe de estar asustado, triste y solo. ¿Qué tan solo debe sentirse? Quiere abrazarlo y cuidarlo mientras le susurra que todo estará bien. A pesar de que quizá no sea capaz de cumplir esa promesa.

—¿Qué te pasa? Hyunjin hyung nos ayudó todo el tiempo a sobrellevar esto. No tienes empatía, él también quiere saber si está bien —ataca el Omega masculino, aferrándose al brazo del mayor. Y antes de hablar, vuelve a mirarlo. Oh, y Hyunjin siente que el corazón se le marchita por ver tan bellos ojos reflejando el cielo oscuro y sus luceros mientras lo mira. Y él pensando en alguien más —Está aquí, en el sótano. Personas malas se quisieron llevar a Chuu pero Innie lo impidió, hyung... No sabemos si él realmente está bien. Cuando llegó acá, se desmayó y no despertó por tres días. Está delgado, parece desnutrido y no hay indicios del lobo.

Hyunjin quiere muchas cosas, una de ellas es llorar por la simple imagen de su Alfa en condiciones horribles. Quiere verlo, Dios, es un deseo que no puede controlar. Todo en él desea tomar a Jeongin y protegerlo, hacerle saber que sigue allí para él. Que no importa cuántas veces sea rechazado, porque lo prometió cuando eran pequeños y hasta el día de hoy va a reconocer que aquella promesa es real, quizá la única que sea capaz de cumplir.

Por él, será lodo. Una vez más, siempre una vez más.

Así que olvida quienes son las personas que lo ven. Uno adorándolo, y otra juzgándolo. Mira las puertas del sótano y busca en su interior las palabras correctas para que todo sea un poco más sencillo.

—Déjame verlo —pide. La Omega Lo escruta, ya dejó de confiar en ese Alfa azabache que miente y oculta. Tuvo que haberle hecho caso al lobo, tuvo que desconfiar hasta el último segundo, porque ahora está dispuesta a pelear por ese chico que cuida en el sótano de su casa. —Por favor.

Va a negarse, jura que lo va a hacer. Mas la súplica en el rostro de su amigo la deshace, la hace querer esquivar la mirada y estrujar sus sentimientos por complacerlo. Suspira y asiente. Se siente horrible, y la sonrisa que Hwang no es capaz de ocultar le revuelve el alma en celos. No sonrías, no lo hagas si es para quien yo quiero a mi lado. Ve como el pelinegro se acerca a las puertas que ella trató de cuidar con su cuerpo, las abre y sus manos se hacen puños casi blancos por el frío y la concentración de su enojo. Prefiere mirar hacia el lado opuesto, prefiere comenzar a ignorar que toda la situación es una completa mierda.

Tiene las puertas abiertas, y abajo no hay más que oscuridad y una pequeña luz al final; tal cual como si fuera un túnel y la luz un nuevo comienzo. Y al no ver los escalones, lo siente como caer en un profundo precipicio. Si más allá se encuentra él, entonces Hyunjin va a saltar sin pensar en el final. Tonto, porque eso dice en su cabeza, mas lo que ha demostrado no llega ni a acercarse al borde del precipicio. ¿Cómo espera mantener todo el infierno que Jeongin es? Un iluso, pues por amor nadie vive. Y son más quienes mueren por ello.