❖|44

2.3K 354 187
                                    

La humeante taza de café reposa sobre la madera barnizada de aquella mesa. La silla que está enfrente, tiene un tapizado negro, la madera del mismo tono que la mesa. Un florero con su flor, y una bolsita de azúcar aún sin usar. Al sujeto que mira por la ventana pensante no es fan de lo dulce, mil veces prefiere tomarlo amargo. Ah, pero su compañero sigue trayendo la bolsita por si acaso cambiaba de parecer.

-¿Sigue sin haber noticias? -pregunta el hombre de bata blanca, sin quitar la vista de la gran ventana que ilumina ese cuarto. El sujeto de cabello más oscuro niega desde el sillón alejado. -Es una pena.

-¿Dices que está muerto?

El rubio suspira, ya no sonríe como en un principio. Que su paciente favorito haya escapado no le enorgullece, ni mucho menos le alegra. Pero juraba que ese chico estaba tan destruido que no podría vivir por su cuenta. Tal vez la chica supo manejar la situación y mantenerlo oculto. De hecho visitaron su casa más de una vez pero no encontraron rastro del adolescente. Supuso, claro, que al verlo morir cada día optaron por llevarlo a un hospital. Y sería notificado de inmediato que habían encontrado a su preciado paciente y experimento. Por no querer denominarlo frente a otros profesionales ajenos a su mente como un juguete.

-Es una opción. Muerto o encontraron la forma de hacerlo vivir por bastante tiempo. No pudieron sacarlo del país, siquiera de la ciudad. Los documentos de Jeongin siguen estando bajo mi poder, no salió. Aunque... Estoy sorprendido.

-Yang no estaba enfermo, su problema era otro relacionado con su instinto. Ninguna medicación va a ayudarlo, en estos momentos sin nuestra atención debería estar prácticamente agonizando -analiza el castaño, bebiendo de su café. Al momento alejándolo al quemarse la lengua con lo caliente de la bebida.

-No es tan así... Recuerda que también tiene un Omega dentro suyo. Si hay un Alfa cerca, se apegara a él hasta sanar. Y creeme, es más factible que sane de ese modo... Aunque no durará por mucho tiempo -el rubio comenta sin despegar la vista de la ventana, ya van dos bandadas que se dirigen a la misma orientación, le gustaría saber cuál pero en su memoria recuerda siempre haber reprobado geografía desde chiquito. El tiempo corre, y ellos siguen estancados.

-Cierto... Si es que hay un Alfa, podría ayudarlo a sanar pero hasta donde el mismo Alfa de Jeongin quiera volver a manifestarse... Sería mucho más agresivo que la última vez y probablemente más difícil de controlar. ¿No sería mejor si... Si ellos tuvieran un lazo? Me refiero a una mordida de por medio... Mataría al Alfa de raíz y el Omega predominaría... -piensa Younghoon. Su compañero después de horas de estar ahí se aleja de la ventana y toma del café que le corresponde, bebiendo de él con cautela. Tomándose el tiempo para saborear y disfrutar la amargura.

-Si lo muerden en el momento justo hay un cincuenta por ciento de probabilidades de que sobreviva y el Omega tome su lugar.

-¿Cuál sería el momento justo?

Sin embargo, el rubio no responde a su pregunta y sigue comentando: -Si lo muerde en un mal momento, entonces ese cincuenta por ciento de sobrevivir, se transforma en un ochenta por ciento a morir. Si cuenta con dos lobos, uno de ellos fue el primero en ser rechazado por Jeongin, eso lo hace débil. Cuando la mordida rechace al lobo dominante de Jeongin, entonces su vida se representará en la fuerza del Omega por sostenerlo.

-Según tus cálculos ¿Cuál sería el momento menos indicado para morderlo?

Una sonrisa para nada siniestra se extiende extremo a extremo en el rostro de Bang Chan.Sonrisa que cubre con la humeante taza de café y se la guarda para sí mismo.

-El mejor momento para matarlo no lo defino yo, ni mi ciencia. Si su cuerpo lo resiste, entonces no morirá. Como una bala, donde sea que llegue será qué tanto daño haga.





























Caramelo [Hyunin] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora