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¿Por qué siente que todos lo juzgan? Incluso su mejor amigo lo ve con esa mirada que ya se acostumbró a recibir. Será que está paranoico, no puede evitarlo. Sus padres ven que algo se encarga de comerle la cabeza a su hijo, las cenas se vuelven pesadas y no precisamente por la comida, ni por el silencio. Son las miradas, Hyunjin despierta y ya la mañana lo está juzgando, él sabe.

—¿Van a escapar? —pregunta el peliazul.

—Lo llevaré a un lugar mejor, no vamos a escapar —trata de convencer, pero Minho no es tan flexible. Más que nada diría, es terco. Y por más que Hyunjin le diga lo contrario o trate de suavizar la verdad, Minho sigue pensando que se trata de una huída.

—Lo llevarás al terreno de tus abuelos. Terreno alejado de la ciudad, campo puro donde nadie los puede encontrar con facilidad. Dios, ¿Sabes que estás a días de tu celo, no? ¡Es muy mala idea, Hyunjin!

—¡No lo es! Cuando estemos allá, lo dejaré con mis abuelos y yo pasaré mi celo en el granero. Está lo suficientemente lejos y no podré olerlo —calma el pelinegro. Minho cruzado de brazos lo mira desde la entrada de su cuarto. Cuando su mejor amigo le llamó y pidió de su atención con urgencia no creyó que descubriría todo lo que Hyunjin pensaba hacer.

Minho no quiere sonar aguafiestas, pero lo que su amigo quiere hacer es estúpido por dónde sea que lo mire. Hyunjin no tiene estudios más que la secundaria, Jeongin ni siquiera ha terminado. Hyunjin cuenta con una vida de extremos, o sigue a sus padres o sigue su camino pero sin nada. Irse tan lejos, tan a la fuerza, ocasionaría que deje su trabajo. Trabajo que no es suficiente para subsistir. Y si es cierto, esto que el Alfa de su amigo está enfermo, al borde la muerte; entonces teme dónde podría acabar esta historia.

El mayor se acerca a su cama, donde Hyunjin se encuentra cabizbajo al no contar con el apoyó de Minho. Lo toma del rostro suavemente, y trata de hacerle ver con su mirada lo aterrado que también está por esta locura. Porque es eso, una completa locura con una de diez posibilidades de que salga bien. Y ahora es Hyunjin que le devuelve la mirada, y esta lleva una respuesta encima. No hay nada que pueda hacer para detenerlo. Porque quiere huir, porque quiere alejarse de la mano de alguien a un lugar seguro donde nadie vuelva juzgarlos, a hacerle daño a quien quiere.

Jeongin no tiene nada, y Hyunjin está a un paso de tenerlo todo. Sin embargo, está dispuesto a correr por ese túnel oscuro donde todavía no hay una luz al final. Jeongin No tiene nada, y Hyunjin no va a pensarlo dos veces para perder lo que tiene y tendrá para convertirse en el mundo del menor. Entonces Minho suspira, lo mira a los ojos una última vez y pretende hacerle creer que lo entiende y apoya. Es su amigo, y ya ha intentado hacerle ver que se equivoca. Si Hyunjin no quiere abrir los ojos, entonces su trabajo se convierte en esperarlo al final de ese túnel cuando ya nada le quede; para abrazarlo y susurrarle al oído que está ahí para él, en el comienzo y en el final.

—Bien, ¿Cómo piensas llevarlo hasta tus abuelos sin que nadie se entere?—pregunta el peliazul ya una vez lejos de su amigo —Si le pides el auto a tus viejos te podrían rastrear, además, ¿Te das cuenta de que es imposible desaparecer sin que nadie lo sepa? Aquellos dos Omegas de los que me hablas no son confiables... Qué idiota ¡Obvio que no lo son! —exclama elevando sus brazos —tu ex y la ex él, si no puedes llevar al chico con tus abuelos hoy al menos procura alejarlo de ese lugar donde está.

—No creo que le hagan daño, es decir; sí, fui su ex y ella la suya. Pero antes que todos son amigos ¿No?

—No sé, recuerda que estamos hablando de dos Omegas que acaban de ser reemplazados... Al menos no serán exactamente ellos quienes quieran atacarlo...

—No querrán atacar a un Alfa del nivel de Jeongin.

—¿No dijiste que parecía más muerto que vivo? Creeme que lo que menos hará este Alfa tuyo será defenderse.

Caramelo [Hyunin] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora