Firemind || BNHA

XV.

    "Me encuentro tendida en tus brazos, no quiero pelear más,
las mareas peligrosas se calmarán resiste mientras nos enfrentamos a la tormenta".
– Sia. 

     └──────── °∘❉∘° ────────┘

||Ve con todo||

Una lágrima corrió por su mejilla junto a un inmenso dolor de cabeza, ese recuerdo que tanto quería eliminar de su mente había vuelto y con muchos más detalles que otras veces.

Fue una idiota.

Shoto no tenía la culpa de nada, le tuvo un odio sin ninguna razón lógica, porque ni siquiera Touya se quejaba por ser aplazado por el heterocromático, de eso era consciente.

Solo que su orgullo insistía en propagar un odio, un odio que debía dirigirse a nadie más que a ella misma por idiota.

Ella debió protegerlo.

Pestañeó dejando caer dos lágrimas más. Shoto seguía sujetándola del cuello del buzo, sonrió desconcertádolo.

No podía creer que la misma persona que tanto evitó siempre estuvo detrás, incluso después de ser rechazado tantas veces.

Se levantó empujando al chico despacio, esta vez si intentaría dejar ir el dolor, porque Touya no hubiese querido esto para ella ni para nadie.

Si quería sanar, tendría que enfrentar al chico que tenía en frente, incluso si terminaba perdiendo.

– Empezaré de nuevo ahora que estoy tranquila. — Tomó al chico y lo tiró al suelo para sacarle un poco de aire, pero sin dañarlo tanto. – Me lo voy a tomar muy en serio, Shoto.

Ambos se sonrieron, causando una extraña sensación en la fémina.

Quién diría que hoy saldría un poco de la oscuridad en la que fue dormida por tantos años, despertada por la persona que tanto detestó.

– Te espero. — El mitad albino lanzó hielo en su dirección esperando empujarla.

– ¡La pelea ha empezado a ponerse más lenta, pero no menos interesante! ¿Qué habrán estado conversando esos dos durante ese rato? ¿Planeando una cita?

– Que malos chistes hace Mic-sensei. — Se burló la pecosa mientras terminaba de derretir el hielo, elevándose para caer sobre el muchacho. – Después de esto quiero hablar, tenías razón.

Shoto la quitó de encima con una patada en el estómago, pero fue retenido nuevamente por algo que no podía describir, era como si el aire le apretara.

– Shoto, gracias. — Fue lo último que escuchó antes de salir del límite.

Por distraerse terminó dándole la brecha perfecta a su contrincante para que le derrotase, se le había olvidado por un instante que al igual que él, tenía dos particularidades... cayendo en su trampa.

– ¡Todoroki salió del límite! ¡Ugoku avanza a la última ronda! — Los aplausos no se hicieron esperar, la batalla había sido bien recibida por la audiencia y por los pro héroes que ansiaban conseguirlos para ellos.

El heterocromático sintió una mano golpear despacio su cabeza, encontrándose a Ao sonriéndole.

– Fue un buen combate, Shoto-kun. — De la impresión no pudo responder, pero tomó la mano que le fue extendida.

– Lo mismo digo, Ugoku.

– ¡Pero que linda es la juventud! ¡Me ponen los pelos de punta! — Midnight exclamó.