Firemind || BNHA

XXXII.

" Tu futuro depende de tu imaginación,
Deshazte del miedo, podemos hacerlo, está bien".
- EXO

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Tosió intentando recuperar el aliento, sus ojos estaban cerrados al estar llenos de agua. Kaori apretaba su estómago del dolor que le provocaba estar riéndose tanto, seguramente había buscado su sentencia de muerte, pero valió cada maldito segundo.

¿Que qué había pasado? hoy era el día en que debía ir a la academia para tomar el bus que llevaría a la clase 1-A hasta el campamento de verano, ayer se habían quedado a entrenar hasta tarde y como nunca, Ao estaba excediendo sus horas de sueño, la oji ámbar no tuvo mejor idea que lanzarle una olla con agua encima para despertarla.

– Es mejor que corras. — Sus ojos se pusieron sobre la heroína, quién ni siquiera se movió con la amenaza.

– Puedes matarme cuando vuelvas de tu campamento, pero ya se hace tarde así que vístete y termina de echar las cosas que te faltan para irte a dejar. — Ao bufó viendo la hora, no estaba tan atrasada pero si no se apuraba lo estaría.

– Sale de mi habitación al menos.

Desde que la encontró ese día en su habitación, se había estado quedando a su cuidado ya que Kaen y Saturo estaban en un distrito lejano en una pequeña misión. Kaori era básicamente su niñera y entrenadora durante este tiempo, le agradaba la mujer pero tenían ciertos encontrones por su actitud de pasar por arriba de otros.

Entraba a su zona de confort cuando se le pegaba la gana, tomaba sus cosas sin permiso o pasaba molestándola con Todoroki, en fin, le sacaba de quicio pero de todas formas cuando no estaba haciendo de las suyas, era agradable y hasta la podía considerar una amiga.

Claro, si no fuera una adulta.

– Ya estoy lista, vámonos. — Acomodó su corbata antes de salir para esperarla frente al auto que creía, era de Kaori.

– No tan rápido tiro al blanco, debemos esperar al hijo de Endeavor, también me pidieron que lo llevase. — Ao se sentó en el asiento de copiloto mientras veía por el espejo retrovisor, esperando a que Shoto saliera de su casa.

Cuando este salió, se fue directo al auto sin saludar a Kaori, al heterocromático no le gustaba esa heroína. Él también fue víctima del poco respeto de la privacidad de la pelirroja, pero muy diferente a Ao, eso no lo aguantaba y le había vuelto su enemiga al instante.

– Sus cinturones niños. — Ambos adolescentes acataron la orden de la mujer y emprendieron el rumbo hasta la U.A. – Llevaste todo, ¿verdad?

– Sí.

– ¿Segura? sueles ser muy despistada. — Ao entre cerró los ojos y soltó un largo suspiro, algo tenía que decir para insistir tanto con eso.

– Escupe. — Kaori rió ante el semblante serio de la ojiceleste, miró por el espejo retrovisor.

– Shoto-kun ¿puedes abrir mi bolso y sacar el teléfono que está ahí? — Dudó por un segundo, pero prefirió hacerlo, sacando un muy conocido móvil junto a unos audífonos. – Los dejaste en el baño de tu cuarto, hice bien en volver a revisar.

Ao apretó con su mano el rostro, odiaba que fuese tan descarada, pero el que no respetara su privacidad y sus normas, esta vez fue de ayuda. Sin su teléfono y audífonos no podría sobrevivir, de haberlo dejado, el cargador hubiese sido un peso extra en su bolso.