XLIX.

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[⚠️ Este capítulo presenta temas sensibles de violencia explícita, mención a sangre y desmembramiento, cumplo con avisar si dentro de mis lectores hay alguien demasiado sensible a estos temas⚠️]

"Un día de capturaremos, no puedes esconderte porque te encontraremos".
– RYYZN.

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Ao arreglaba el sweater de su uniforme escolar que había quedado algo arrugado durante el viaje en tren. No estaba apurada en llegar a clases debido a que siempre salía de casa horas antes, para intentar recorrer el sector, bueno, la verdad eso lo hacía cuando Touya aún vivía. Ahora solo se metía en un callejón a esperar que llegara la hora de entrar.

Su amigo de la infancia había fallecido hace 1 año y aún traía secuelas fuertes de su muerte, parecía muerta en vida y sus compañeras de clases se aprovechaban de aquello para seguirla molestando y haciéndole daño.

Se subió un poco más las vendas que cubrían su cuello, su padre le había pasado a herir en uno de sus entrenamientos y también con ellas, aprovechaba de tapar algunos de los cortes que le habían causado hace unos días atrás en la escuela.

No le gustaba mucho ir a clases, si no corriera peligro de ser descubierta por sus padres, se las saltaría, pasaba todo ese rato escondida en el callejón tratando de esconderse también de Lina y su grupo de amigas.

– Me gustaría morir, me duele hasta respirar. — Lloriqueó mientras mordisqueaba sus labios hasta hacerlos sangrar.

Siguió apretando con fuerza lo que traía en su mano derecha, era lo único que le estaba calmando la ansiedad de tan solo imaginar, qué tipo de cosas le podrían llegar a pasar el día de hoy.

Frunció el ceño al ver al hermano menor de Touya, pasar por enfrente de ese callejón oscuro en dónde estaba, todo lo que se relacionara a él lo detestaba y el ser compañeros de curso, tampoco ayudaba demasiado a bajar la ira acumulada que tenía contra Todoroki Shoto.

Sus madre había llegado hace un año de Francia, después de ocho años de ausencia y en vez de recibir un cálido abrazo por parte de ésta, solo fue observada de arriba a abajo. También tuvo la bienvenida a nuevos duros entrenamientos, que se asimilaba a los que les dio en algún momento el señor Enji o el más bien conocido como Endeavor.

Miró la hora en su reloj de muñeca, ya era hora de entrar al infierno que estaba disfrazado como un establecimiento de aprendizaje.

Soltó lo que tenía en su mano limpiando unos rastros de sangre que tenía en su mano sobre su mochila de color negro, quedando una mancha que para cualquiera sería insignificante. Mientras sus pies comenzaban a caminar hasta salir del callejón, dejaba atrás diferentes cuerpos de pájaros completamente destrozados.

– ¿Y tu protegido rarita? ¿ya encontró alguna cosa en qué dedicarse? — Las voces de unos chicos a sus espaldas la hicieron tensarse.

– No le digas eso, la harás sentir mal. — Soltó otro con tono burlesco.

– Cierto, había olvidado que ese idiota se murió.

Apretó el puño con fuerza intentando no alterarse, la única razón que tenía para responderle a esos idiotas era para que dejasen de lastimar a Touya. Ya no iba a buscar problemas con personas de cursos más altos. Porque sí, podía defenderse de personas mayores, pero no de quiénes la acosaban a ella, que eran de su misma edad. Irónico.

Firemind || BNHA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora