Sola.
Sin madre, sin padre, sin hermano, sin hogar, sin nadie, sola.
Una semana después de la muerte de mis papás y de mi hermano me llevaron a donde sería mi "nuevo hogar" una casa hogar, un centro de adopción.
Había la posibilidad de que una nueva familia me adoptara, era una triste opción.
Los meses pasaban, las familias venían, visitaban y se iban, la misma rutina, la misma decepción, al menos una o dos veces a la semana.
Siendo realista, nadie quiere a una niña de nueve años cuyos padres son inmigrantes y para colmo mexicanos.
Todas las parejas se inclinaban por bebés, que eran igual a ellos, asiáticos, nadie quiere a una niña como yo.
Me resigne, tuve que, vivir de una falsa promesa o una ilusión no me ayudaría a la vida.
Tampoco vivir amargada, no sería bueno, mis padres no querrían eso, los extraño.
Decidí que si no sería adoptada, tampoco me hundiría en mi propia depresión, tenía que mirar el lado bueno.
Aunque... no podía haber algo bueno en que tus padres mueran, y estés en un orfanato.
"Eres fuerte como el diamante, nada puede destruir un diamante" Mamá lo decía todo el tiempo.
Afortunadamente la escuela de artes me admitió, mi sueño no sé iría por la borda, eso espero.
Si antes era complicado, ahora más, trabajar para comprar un boleto a Seúl, diariamente y después regresar a la casa hogar todos los días no era algo fácil, por mucho podía trabajar ayudando a los vecinos o tocando por las tardes en el parque del barrio.
Era una vida un poco complicada a la que me vi obligada a comenzar, madurar, estudiar, esforzarme, pero sobre todo, ser feliz y sonreírle a los problemas, como mis papás solían hacerlo.
•••
–He llegado abuelita Choi– dije robándome el pan para la cena.
–Deja eso ahí niña, que no alcanzara para los demás– me regañó.
Si, ya pasaron 8 años de la muerte de mis papás, y al final, tuve razón, no me adoptaron, pero fue mejor para mi, porque la señora Cho, quien se encarga de la casa hogar me cuido como si fuera una nieta para ella, siempre me ayudo para seguir con mi sueño de estudiar música, aunque le molesta si toco la batería muy tarde, aún así la quiero y sé que ella a mi, después de todo soy la que lleva mayor tiempo aquí.
–¿Cómo te fue en la capital?– preguntaba mientras terminaba la cena para los niños.
–Muy bien, sólo me faltan dos semestres e iré a la universidad de artes, y no sé, tal vez algún día convertirme en idol.
–Idol, ¿Que es eso niña?
–Usted sabe abuelita, ser artista, es más ya lo soy, desde que nací– me subí a la barra– seré famosa y te compraré la casa que siempre haz querido, cerca Del Mar.
–Bájate de ahí niña, eres la mayor y te comportas como los niños, por cierto, avísales que ya está la cena.
Después de varios años he visto niños venir y luego irse, me sentía bien por ellos pero al mismo tiempo me daba tristeza, me encariñaba con ellos, son la familia que siempre he querido.
Después de llamarles a los niños me senté en una banquita junto al estanque, mirando a las estrellas, tres de ellas, son mamá, papá y Neithan.
–¿En que piensas Nath?– preguntó la señora Choi.
–¿En donde viviré cuando cumpla la mayoría de edad?– esa pregunta vino a mi mente desde que cumplí 17.
–Bueno, dijiste que serías famosa y muy rica, podrás comprarte la casa que quieras, ven vamos a cenar.
Sabía que podría cumplir mi sueño, pero con el tiempo necesario, aparte de comprar un boleto diario, tenía que comenzar a ahorrar para un lugar donde vivir después de que ya no pueda vivir en la casa hogar.

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Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]
Fanfiction-Y si me preguntas, luego de todo lo que hemos pasado. "¿Aún crees en la magia?", pues si... yo creo. EN EDICIÓN :) Sin copias ni adaptaciones. Historia 100% mía. ✨ 02~04~2020 30~05~2021