^ treinta y dos

35 3 2
                                    



Desde que era una niña siempre soñé con llevar a comer a la señora Cho a aquel restaurante caro que está en el centro, ese al que solo las personas importantes visitan, como una muestra de agradecimiento.

Nath tenía una amor muy grande hacia la señora Cho, siempre hablaba de ella con admiración y cariño, después de todo fue quien la crió y cuidó desde que era una niña, y por fin, muchos de sus sueños se estaban cumpliendo.

Aquí estábamos, frente al restaurante que tanto había deseado Nath, en Busan, donde ambos crecimos aunque nos hayamos en un lugar diferente, como si en verdad el destino quisiera que estuviéramos juntos no importa que.

Lucia hermosa, aquel vestido azul marino con pequeños brillos solo aumentaban mi gusto hacia ella, su cabello estaba recogido en una media coleta. En ocasiones cómo está lucia como una princesa sacada de un cuento, de aquellos que leían mis primas pequeñas. Aunque en otras... parecía que tenía otro hermano en vez de una novia.

–¿Que hacemos aquí?– preguntó quitándose el cinturón de seguridad.

Por mi parte yo mire al frente, no tenía el valor para verla, los nervios se habían apoderado de mi, mis manos se aferraron al volante como si eso ayudara.

–Kook, ¿Estás bien?– dijo con preocupación– Estas sudando mucho y tu respiración es apresurada, ¿Quieres ir al hospital?

–¡No!– me giré hacia ella y tenía una expresión de angustia– Quiero decir, no, estoy bien amor– tomé su mano y deje un beso en ella– ¿Vamos?

Baje de inmediato del auto para poder ir hasta su puerta para abrirla por ella.

–Gracias– dijo con una de esas tiernas sonrisas que alegraban el día entero– ¿Me puedes explicar por qué tanta formalidad? Aunque déjame decirte que te ves increíble con ese traje– dijo mientras pasaba una mano detrás de su cintura para entrar al restaurante.

–Solo... recordé que... querías traer a la señora Cho a este lugar, y bueno, es una ocasión especial– dije ocultando mis nervios.

–¿Ocasión especial?– preguntó.

Olvidaba que mi novia era muy observadora y ponía atención a todo lo que salía de mi boca, la mayoría del tiempo eso me gustaba que lo hiciera, y de hecho era afortunado por eso, pero no ahora cuando puede sospechar algo.

–Claro que si, es la primera vez que venimos– dije– Reservación a nombre de Jeon JungKook– dije a la señorita que estaba en la recepción del lugar.

Aquello sirvió como distractor para que Nath no preguntara de nuevo. En cuanto llegamos a mesa vimos a mis padres y a mi hermano mayor hablando animadamente con la señora Cho.

–¡Omma!– Nath soltó mi mano para correr hacia la señora Cho, quien la recibió con una sonrisa y llenó su cara de besos.

–Hola mi niña– dijo mi madre en cuanto Nath se acercó a ella para saludarla, después de que hiciera una corta reverencia mi madre se abalanzó hacia ella y la abrazó.

Nath era una chica estupenda en toda la extensión de la palabra, tanto que se ganó a mis padres de inmediato, lo cual era impresionante, recuerdo que con las ex novias de mi hermano fueron bastante serios y cerrados al conocerlas. Pero con Nath bastaron diez minutos para que ella se ganara su corazón, tanto como lo hizo con el mío. Según mi padre ella era una chica completa. Amable, educada, graciosa, inteligente, hermosa y aunque el no lo dijo, es algo torpe en ocasiones, lo cual hace que su personalidad sea simplemente perfecta.

Y me consideraba afortunado, era una maravilla que solo yo había encontrado, que solo yo tenía la oportunidad de apreciar y admirar, que solo sonreía para mi, y que iluminaba cualquier lugar. En ocasiones cuando la veo de lejos, sonriendo por cualquier cosa, me permito compararla con el sol, capaz de iluminar cualquier mundo, a pesar de que el lugar donde esté sea oscuro, ella es mi sol. En realidad, ella es mi todo, mis pesares se hacen más ligeros a su lado, mientras que las alegrías se multiplicaban mientras ella tomaba mi mano.

Y desde que la conocí me convertí en la persona más agradecida del mundo, agradecí que ella me eligiera a mi, no solo por quien fuera ahora, si no por quien fui, por quien soy y por quien me podría convertir a su lado.

Abrí la silla que estaba frente a mis padres para que ella tomara asiento, después de eso tomé asiento a su lado y tomé su delicada mano qué reposaba en la mesa.

La cena fue bastante agradable, me sentía muy feliz que ella pudiera de disfrutar de este lugar junto con la persona que la crió, sumando las bromas pesadas que hacían ella y mi hermano.

–¿Quieres algo de postre amor?– pregunté acariciando su mejilla.

–Pastel...

–De chocolate– complete por ella y dejo un beso en mis labios mientras asentía.

Y los nervios regresaron en cuanto aquel postre llegó a la mesa.

Por dos cosas. Mi chica adoraba el pastel de chocolate, lo que hacía que lo comiera en cuestión de minutos. Y a por eso podría ahogarse ya que el pequeño anillo estaba en el interior del pastel.

–Tengo que ir al baño– dije levantándome torpemente de la silla, deje un último beso en su coronilla y salí hacia un pasillo.

Y como lo planeé las luces se apagaron lo que llamó la atención de todos los comensales presentes. Y el video comenzó a rodar sobre el lienzo que estaba frente a la mesa donde estábamos.

Era una serie de videos que teníamos juntos, incluso cuando ella estaba dormida y en nuestro estado natural, haciendo el ridiculo.
Ahora que lo pienso teníamos tantos videos de tantas cosas, incluí los videos donde ella me grababa y debo admitir que no todos eran como para mostrarlos en público, y no porque el contenido fuera inapropiado, al contrario, era vergonzoso.

Estaba detrás de ella, y los presentes estaban muy atentos al video que rodaba, mientras que yo sólo podía ver sus expresiones, y algunas lágrimas que comenzaron a rodar por sus mejillas pero de inmediato eran reemplazadas por sonrisas a causa de las imágenes.

Poco antes de que finalizara el video me acerqué a su oído, podía sentir su aroma que tanto me encantaba y aquella calidez que me atraía como si de un imán se tratara.

Tu eres la causa de mi euforia– susurré en su oído.

Lentamente se giró hacia mi con una sonrisa en sus labios y sus ojos cristalinos a causa de las lágrimas, y era una imagen simplemente perfecta.

Porque Nath era hermosa incluso con lágrimas decorando sus ojos y sus mejillas húmedas a causa de estas, provocaba que sus pecas tuvieran un ligero brillo con la poca luz que había.

¿Está era la ocasión especial?– se giró hacia mi, estaba un poco más alta que yo ya que me encontraba de rodillas frente a ella. Me miro con ternura y ladeó su cabeza, puso ambas manos en mis mejillas y comenzó a dejar ligeras caricias lo cual provocó una sonrisa en mi.

–Todo a tu lado es especial– tomé una de sus manos que aun seguían en mi rostro.

Me acerqué para besar sus labios y sentí aquel cosquilleo como la primera vez que la besé, todo era único con ella, y ninguno de sus besos tenía comparación.

–Toma mi mano– dije ahora yo acariciando su mejilla.

–Y no la sueltes nunca– dijo completando mientras recargaba su frente con la mía.

Y ese día frente a mis padres y la persona que la crió me comprometí a cuidar de su corazón el resto de mi vida.

–Le prometo a tus padres cuidar de ti, no importa que– dije mirándola a los ojos– Eres lo más valioso que tengo.

¡Perdón por la tardanza! 😂❤️

Estos chicos están muy jóvenes aún ¿No creen?
Pero la historia ya va tomando su rumbo.

Are u ready for this? 😏💕

Escribiendo este capítulo se comenzó a reproducir Your Eyes Tell y en verdad es preciosa. 🥺❣️

Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora