^ cincuenta y nueve ^

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¿Qué si estaba furioso? Claro que lo estaba, pero solo era una fachada para cubrir el miedo que sentía, hasta hace media hora creí que Nath estaba vagando por los pasillos de la agencia como siempre solía hacer, pero en cuanto pregunté por ella y los miembros del staff no supieron su paradero el temor se apoderó de mi, no era culpa de ellos, era mía por no cuidar de ella.

En cuanto la vi afuera de la agencia tuve que retener las ganas de abrazarla, como para no soltarla nunca. Al final, ninguno de los dos habló porque las miradas siempre fueron bastantes para ambos. Sus ojos me gritaban que no estaba bien, y no sabía que hacer.

Regresamos a casa, Alex nos acompañaba esta vez, los chicos pronto estarían en casa. El camino fue... extraño, conocía a Alex desde hace años pero nunca fuimos cercanos a ella, solo Taehyung y las chicas, más sin en cambio, Nath ella era mi mejor amiga desde hace años, desde que éramos adolescentes crecimos juntos, y ahora era mi esposa y la mujer de mi vida, pero en estos momentos, parecía una extraña, y odiaba la situación, pero debía ser paciente.

La extrañaba mucho.

Desde que vivimos en esta casa he pensado que los chicos también viven aquí, no recuerdo una semana en la que no los haya visto por aquí, al menos un día, y en realidad no me molestaba que estuvieran aquí, supongo que me volvería loco aquí solo con Nath. Como todo el tiempo, en cuanto llegamos Nath subió a la habitación que estaba destinada para la bebé.

–¿Cómo van las cosas?– preguntó Jin en cuanto entramos a la casa.

No hice más que suspirar y negar con la cabeza antes de hablar– Necesita fármacos– dije antes de bajar la mirada hacia mis pies, de pronto se hicieron muy interesantes.

La típica expresión de sorpresa salió de su boca, un "Ohh" nada discreto se hizo presente– ¿Quieres que te acompañe a comprarlos?– ofreció.

Negué alzando mi mano mientras sujetaba fuertemente la pequeña bolsa de papel– Aquí los tengo.

¿Hasta esto habíamos llegado?

¿Tener que drogarla? ¿Era necesario?
Según el médico si.

Pero sus palabras no quitaban el coraje que tenia hacía mi mismo por no poderla ayudar, Nathalia tendría que consumir drogas para sentirme mejor. A pesar de que el médico dijo que no lo eran, mi mente y mi corazón me decían que no todo estaría tan bien como el me lo aseguro hoy en su consultorio.

–¿Se las darás ya?– preguntó Alex de repente, no había sentido su presencia.

–No, no ahora– hable mirándolos– Tiene que comer algo primero y en la mañana apenas probó el desayuno.

–Bien, entonces preparemos algo de comer para ella– dijo Jin Hyung pasando un brazo por mis hombros– Será difícil, y sé que querías evitar el consumo de fármacos, pero ella es fuerte JungKook, y tú también– soltó– Andando mocoso tienes que alimentar a tú fiera– se soltó de mi y me lanzó un pequeño golpe en la cabeza.

No pude evitar reírme por el apodo y responderle el golpe, Jin Hyung siempre ha sabido cómo subir mi ánimo.

–Yo iré con Nath– hablo Alex de repente, subió las escaleras antes de que pudiéramos responder algo.

Para ser unos simples fideos negro y algunas guarniciones, el aroma causaba que mi estómago reclamara por alimentos, cada vez con más intensidad, por un momento me olvidé de los problemas que Nath y yo cargábamos y disfrute cocinar con Jin Hyung, también con Jimin y Taehyung que llegaron hace más de treinta minutos.

Alex bajo al primer piso en cuanto escucho la voz de su novio, parecía feliz por verlo, claro, a su manera, y aún no me explicaba cómo es que estaban juntos si parecían tan diferentes. En fin supongo que sus diferencias hacían que se complementaran.

Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora