^ cincuenta y dos ^

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¿Había escuchado bien?

Todo lo que me dijo, la noche en que se fue de la casa, lo qué pasó con ella, el día del aeropuerto, todo, incluyendo el divorcio, ¿Era verdad? ¿Nos separaríamos?

¿El quería el divorcio?

¿Yo lo quería? No, en definitiva no quería separarme de él.

Y todo este tiempo fui una cobarde. Porque no quería hablar con el por miedo, miedo a que el me confesara que la amaba, pero no es así, el me quería, aún me quería.

Y yo a él. Y si ambos nos queríamos ¿Por qué separarnos. Oh claro, porque eres una cobarde Nathalia.

Tendríamos un hijo juntos, es un motivo extra para estar juntos.

En el momento que me dijo que me daría el divorcio sentí que el alma me salía del cuerpo. No pude responderle nada porque se levantó y no vi a donde fue.

–Oye chica, ¿Estás bien?– una voz provocó que levantara la cara y limpiara mis mejillas.

–Si, si, estoy... bien– dije de inmediato.

La miré y parecía un ángel. Su cabello era rubio y estaba recogido en una coleta de caballo, sus ojos azules y su sonrisa a perlada adornaba su cara de una manera muy linda. Y vaya que se veía increíble con su traje de policía. Una mujer de pies a cabeza. Era muy parecida a Karo.

–¿Tu eres Nath?– preguntó sacándome de mis pensamientos. Asentí ante su pregunta– Mi prima me dijo que si podía venir a tu mesa.

–¿Tu prima?– pregunté desconcertada.

–Si...

–¡Val! ¿La encontraste?– se escuchó en toda la cafetería.

–Un momento– dijo la chica disculpándose.

Fue hasta Karo para ayudarla a llegar a nosotras.

–Mi pequeña Nath, ella es mi prima Valeria Murillo– la presentó y la chica hizo una pequeña reverencia que correspondí.

–¿Valeria?– pregunté.

Su nombre me sonaba muy conocido, algo me decía que conocía a esta chica, pero en realidad nunca la había visto.

–¿Ella es Nath?– le preguntó a Karo. Al parecer ella también me conocía– La chica que...

–Esa misma– dijo Karo– ¿Apuesto a que está más hermosa que antes? ¿Hace cuanto la viste? Casi doce años.

Había algo que definitivamente no estaba entendiendo.

–Tu silencio me dice que no sabes de que hablamos Nath– hablo Karo, en verdad me conocía– ¿Recuerdas cuando fue la presentación donde...

–Fallecieron mis padres, claro– hablar sobre la muerte de mis padres dejó de doler después de un tiempo, incluso era un honor para mi hablar de ellos y recordarlos como los grandes padres que fueron– ¡No me digas que tú eres la prima de Karo!

–La misma, cantas precioso y no se diga de tu baile, Karo me ha contado mucho sobre ti– dijo y me sentí de cierta manera honrada.

–Enséñale, enséñale Nath– dijo Karo– No creerías, está embarazada.

¿Tenía que hacerlo? Si, la insistencia de Karo era mucha. Así que me levante y tal como si prima Val no paraba de tocar mi vientre y darme cumplidos.

–Por cierto Nath, ¿Ya arreglaste las cosas con Jeon?– su pregunta me recordó porque estaba nerviosa– No lo escucho.

–Es que... el no está aquí– dije nerviosa.

Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora