Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]

once ^

–¿Ya no volverás?– preguntó Hobi detrás de mi.

Me giré y mis ojos vacilaron entre los tres chicos detrás de mi y el gran edificio que estaba frente a mi, baje la mirada gracias a la molestia que el sol causó en mis ojos.

Les regale una sonrisa para que quitaran esa cara de desilusión.

– Si les preocupa que no tendrán quien los moleste, descuiden aquí estaré– Los mire detenidamente a los tres– Pero– hice una mueca– No creo venir tan seguido a la agencia, no quiera después de las presentaciones, aún así podemos ir a jugar fútbol en el cual son pésimos chicos– los tres rieron por mi comentario.

–Tu no vendes piñas Nath– se defendió Taehyung.

–Pero al menos yo no paro el balón con la cara– dije y me miro con sus ojos entrecerrados– Bien, me tengo que ir chicos.

–Cuídate mucho y disfruta tus presentaciones pequeña– Jimin me dio un rápido abrazo– Nuestra pequeña estará en un gran escenario y no la podremos ir a ver– fingió quitarse una lágrima.

–No estaré en un escenario, sólo seré una bailarina extra– explique por quinta vez.

–¡Hey! Nath, ¡Espera!– se escuchaban voces agitadas desde el edificio.

Pronto salió Jin con YoonGi detrás de él, el último a un ritmo más lento.

–Ten ridícula– me ofreció una bolsa pequeña– No comiste y conociéndote podrías comerte al primer tipo que veas enfrente y no quiero ir a la comisaría porque te acusaron de canibalismo– dijo con una sonrisa.

–Aww, Oppa- Lo mire enternecida– A quien me comeré a besos será a ti– me puse de puntitas para dejar un beso en su mejilla y después abrazarlo– ¿Quien es el mejor Oppa?

–Agh ¿Me harás decirlo Nathalia?– YoonGi se quejó detrás haciendo una mueca– Óbviame yo soy el mejor.

Pronto los demás chicos comenzaron a pelear por quien era el mejor Oppa para mi. Y si, ellos eran mis mejores amigos, los tipos que se peleaban en media calle frente a su empresa.

–Chicos– dije llamando su atención. Lo cual no funcionó– ¡Chicos!– cuando obtuve su atención me sentí un tanto ridícula por gritar a cinco adultos jóvenes en media calle– Todos son los mejores– de inmediato me regalaron uña sonrisa.

Me despedí de ellos, al final salí ganando, YoonGi me regalo uno de sus gorritos gracias a un berrinche que hice, sumando la rica comida que Jin me obsequio. Me aleje un poco cuando comencé mi camino hacia la academia. Pude escucharlos discutir de nuevo gracias al comentario de Jin "Diga lo que diga yo soy el mejor" Y fue como se inició una nueva discusión mientras yo sonreía como tonta por tener unos amigos así, nada podía quitarme la sonrisa que llevaba conmigo ahora.

¿O si?

El recuerdo de JungKook, ¿Que hice para que se molestara conmigo?

Entre pensamientos y conclusiones llegue a la academia, estás semanas han sido pesadas, contrataron a varios bailarines incluyéndome a mi para participar en una pequeña gira por Corea y estar como extras en los M/Vs, por esa razón no podría ver a los chicos en algún tiempo.

Llegue a Busan casi a media noche, tengo que conseguirme un apartamento en Seúl, llevaba años pensando eso, ir y venir comenzaba a agotarme. Trate de no hacer ruido cuando entre a la cocina para buscar siquiera un bocadillo para llenar mi vacío estómago, pero no resultó como quería.

–Que bonitas horas de llagar señorita– una voz a mis espaldas hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.

–¡Omma! Te extrañe mucho– dije con un trozo de pan en mi boca.

–Guarda silencio niña, los pequeños ya están durmiendo– me reprendió mientras respondía a mi abrazo– ¿Te caliento la comida?

–Tu no tienes idea de cuanto te amo– dije mientras me sentaba en una silla del comedor.

La señora Cho era como una abuelita para mi, todo el tiempo me regañaba pero me quería como si fuera parte de su familia, después de todo si estaba con ella, no necesitaba que ninguna familia me adoptara. Mientras llenaba mi cuerpo de alimentos le caes brava sobre el viaje que haré y el tiempo que no estaré en casa mientras ella me daba algunas recomendaciones.

–¿Me puedo dormir contigo?– dije mientras nos dirigíamos a las habitaciones.

–No cabemos, estas muy grande ya no eres una niña de diez años Nathalia.

–Anda, sólo está vez antes de que me vaya– dice un puchero– Cuando me mude a Seúl vas a querer dormir conmigo– ahí comenzó mi chantaje.

–Ash niña, bueno, anda, entra que tendrás que levantarte temprano mañana.

Entre de inmediato al cuarto antes de que se arrepintiera y me recosté en su pequeña cama dejándome la ropa pero quitándome los zapatos.

Después de unos minutos apago las luces y se recostó conmigo, de inmediato me abracé a ella como si fuera un koala o algo parecido.

–¿Que tienes Nath?– preguntó de repente.

–¿De que hablas?– pregunté tratando de no dormirme mientras ella acariciaba mi cabello.

–Sé que algo te pasó, tú animo está algo apagado a comparación de otros días que haz llegado bastante feliz.

–No es nada Omma, mejor duerme– me acomode mejor.

–No olvides que yo te he criado y te conozco como la palma de mi mano, ¿Es por ese chico que te gusta?– dijo.

Pude sentir como mi temperatura se elevaba y hacía que mis mejillas tomaran ese característico color carmín.

–¿Qué? No, no es... nada– suspire– Bueno, la verdad es que si, se molestó pero no sé porque, tal vez... ya no quiera ser mi amigo.

–No negaste que te gusta– dijo con un tono pícaro.

–Agh, no– me giré dándole la espalda– No me gusta– escuche una pequeña risa de su parte.

–Si no te gustará no te pondrías nerviosa, pero esta bien hablaremos de esto cuando regreses, aunque... no cualquiera tiene la suerte de ser amiga de un muchacho tan guapo y famoso como el.

Y fue ahí cuando sus palabras espantaron mi sueño y cansancio, haciendo que me quedara toda la noche despierta.