^ treinta y cinco

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Me encontraba escabulléndome entre el set para poder ir a donde Nath.

Ella estaba sola en una silla con la mirada perdida en el suelo, su pierna no dejaba de hacer ese movimiento que quería decir que estaba nerviosa, y tenía sus manos cerca de su boca, si no me equivoco, trataba de hacer que su aliento calentara sus manos.

Se veía tan hermosa, Nath no era de aquellas chicas que abusaba con el maquillaje, con solo poner brillo en sus labios bastaba, algo revolvió mi corazón, ¿Podía alguien ser tan tierna como ella? Solo estaba usando un vestido floreado y unas botas marrones, debo admitir que hacían que sus piernas lucieran mejor que de costumbre, y su cabello, por favor su cabello, mi esposa fue tallada por los mismos ángeles.

–¿Nerviosa?– pregunté acercándome a ella.

Pude ver su cuerpo sorprenderse por mi repentina aparición, subió la mirada y fue cuando sus ojos chocaron con los míos, asintió y volvió a bajar su mirada, con eso algunos mechones de cabello cayeron para tapar su rostro.

–Hey– me arrodillé frente a ella recargando mis brazos en sus rodillas, pero no fue suficiente para que me mirara– Amor, mírame– tardo unos segundos en hacer lo que pedí, pero después me miro directo a los ojos– Lo harás bien, además, no es la primera vez que apareces en televisión– tomé su mejilla y deje pequeñas caricias.

–Pero es la primera vez que... salgo como tú esposa– chillo y se acercó a mi hasta poner su frente en mi hombro– Jungkook, ¿Por qué no viniste tú solo?– se quejo.

–Nath, la invitación fue para ambos– dije mientras inhalaba aquel olor a vainilla que tanto me encantaba– No creas, yo también estoy algo molesto en que salgas en televisión.

–¿De que hablas?– se separó de mi y me miro con el ceño fruncido– ¿No quieres que me vean contigo?

–De hecho no quiero que te vean– aclare y la confusión se hizo aún más presente en su rostro– Es televisión nacional, ¿Sabes cuantos hombres te verán? Tan solo mírate, te ves preciosa Nathalia, y tú eres solo mía– las palabras salieron sin que yo lo pensara.

–¿Jeon JungKook está celoso?– preguntó con cierta burla.

–Pero claro que lo estoy, Nathalia, eres lo mejor que tengo y...

–Cállate– dejo un beso en mis labios que hizo que olvidara todo, tomó mis mejillas y me separo– Cállate ¿Esta bien?– dejo un beso más corto en mis labios– Eres solo tú– me miro a los ojos– Tú, tú y solo tú Jeon JungKook, en tanto tus ojos me miren solo a mi no existirá nadie más para mi– volvió a dejar otro beso en mis labios, pero este fue más duradero.

–No, Nath, no te vayas– dije en cuanto se separó de mi, pero no hizo caso y se levantó dejándome en el suelo. Creo que necesito un retoque en los labios.

En fin, ya era hora de la entrevista, cuando nuestro matrimonio se hizo público, las ofertas de entrevistas no pararon, pero Nath solo quiso aceptar esta. Ella podía ser muy abierta con todo el mundo, pero en cuanto a nuestra relación era muy reservada, y eso comenzó cuando las amenazas de odio llegaron.

–Estoy nerviosa– susurró en mi oído y apretó mi mano.

–Yo también– dije y acerqué su mano hasta mis labios para dejar un beso sobre ella– Pero tú me haces fuerte.

Y una sonrisa reemplazó aquella mueca nerviosa que estaba impregnada en su rostro.
Iba a decir algo, pero fue interrumpida por los presentadores del programa. Comenzaron a grabar, y las preguntas vendrían con ello.

¿Cómo te sienta la vida de casado?– la primer pregunta fue para mi.

–A decir verdad, no creí que fuera tan increíblemente, sé que llevamos solo medio año de casados, y que estamos en esa etapa donde todo está bien, pero a pesar de eso– mire a Nath y sonreí– Creo que ella seguirá siendo la dueña de mi corazón hasta que deje de latir– y no pude contener las ganas de besar su sien.

Utopia JJK. (LOVE BOOK III) [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora