Bewitched Love

Capitulo 40

No te esperaba aquí. — dijo Draco con la voz ronca. Mirándolo de cerca, parecía que no había conciliado bien el sueño.

Hermione se puso las manos en los bolsillos y se encogió de hombros.

-Te veo bien. -comentó pretendiendo un tono distraído.

-Gracias. -respondió mirando al suelo. ¿Por qué había tanta tensión?

Miró un segundo a su alrededor, y todo estaba tal y como lo vio la última vez: con las pocas cosas que Draco había recogido apiladas en un rincón, las cortinas corridas y ese enorme ventanal por el que se veía el Callejón Diagón. La parte del Callejón Knockturn era oscura y sucia, ¿Cómo podía haber tanta diferencia entre un lugar y otro?

-¿Qué estás haciendo aquí, Hermione? -preguntó con frialdad.

-No lo sé.

-No lo sabes. -repitió para si mismo -¿Qué hay de tu curiosidad masoquista tuya?

-Sigue en su sitio.

Hermione estaba de pie a medio metro de la entrada. Ni siquiera se había movido.

-Deberías irte. -dijo Draco -No puedes pasearte por el Callejón Knockturn como si nada.

-No me he paseado por allí como si nada.

-Claro, porque pasas tan inadvertida. -rodó los ojos.

-Estoy bien, nadie me ha secuestrado. -dijo arqueando las cejas.

-Da lo mismo. -bufó, rindiéndose.

Silencio.

-Draco, en realidad... Quería hablar contigo porque creo que te debo... -carraspeó. El pulso cada vez era más veloz -Que nos debemos una explicación. Yo sigo queriéndote, y sé que no te aclaré como es debido la razón por la que quise dejarlo.

Draco miró al suelo. Parecía tan vulnerable en ese momento, pero a la vez tan frío y calculador. ¿Sentiría él lo mismo? ¿Ese dolor en el pecho?

-Te lo dije una y otra vez. -prosiguió, puesto que él no se inmutaba -Eres diferente y, al principio no me paré a pensar en cómo terminaría ésto, sólo,me centré en el presente sin preocuparme de nada ni nadie.

Él no decía nada, y era lo más preocupante. No sabía si la estaba escuchando o no, si le interesaba lo que decía o la ignoraba por completo.

-Y es cierto que me has dicho muchas veces que Pansy no pinta nada, y que me quieres y... Intento creerte, pero es tan difīcil hacerlo cuando os veo juntos. No te he juzgado por lo que haces ni lo que eres, ni pienso hacerlo.

Frustración fue lo único que sintió cuando Draco siguió sin hablar.

-Draco, he intentado comprenderte... Pero siento que siempre es lo mismo. -dijo detenidamente mientras se acercaba a él con los ojos entrecerrados -Háblame.

Él la miró a los ojos desde su posición.

-Di lo que piensas. -suplicó Hermione.

Dio un paso al frente, impasible.

-Pienso que esa no es la verdadera razón. -murmuró, con una incredulidad invadiendo poco a poco todas las facciones de su rostro -Que tal vez lo que te hizo recapacitar fue otra cosa, porque hasta ahora estábamos bien. ¿Tienes algo que contarme, Hermione?

La chica se quedó con la palabra en la boca, sintiendo los labios secos. Empalideció de golpe, gesto que la delató.

-Hermione, creo que ahora soy yo quien corta contigo definitivamente. -le susurró en el oído, tan frívolo que sintió un pellizco en el corazón.