El mes de abril llegó con un poco de llovizna la primera semana, y tormentas de rayos y truenos la siguiente. Las clases de quidditch con la profesora Hood y los entrenamientos de tiro se suspendieron, y fue un palo para los alumnos quedarse encerrados en el aula estudiando teórica.
—Tu cumpleaños es en una semana. —dijo Hermione mirando a Zhor con el ceño fruncido —¿Por qué no me lo dijiste antes?
Zhor se encogió de hombros inocentemente mientras tapaba el folleto de inscripción al curso de aparecerse que empezaría en breve.
—No pensé que fuera importante.
—No tendré tiempo de comprarte un regalo. —dijo con un hilo de voz.
—No tienes que hacerlo, de verdad. —sonrió tímidamente —Pero gracias.
—No seas tonto, improvisaré.
Harry y Ron se habían arreglado, aunque el pelirojo había impuesto unas normas no escritas en cuanto a los roces, como los llamaba Ron. La primera era que no hicieran manitas delante de él, aunque eso ya lo tenían claro antes de que les lanzara miradas asesinas. Ahora ambos estaban sentados uno al lado del otro, y, de vez en cuando, se giraban para observar a Hermione y a Zhor.
—¿Ah, si? —rió Hermione cuando él le contó que Lavender Brown le acosaba.
—Después de enterarse de que Ginny estaba con Ron, no dudó en venir a por mí. —rió por lo bajo —Aunque sólo hemos hablado unas cuantas veces, cuando la encontraba en la biblioteca.
—Lo recuerdo. —asintió, acordándose de esa vez en la que estaba con Ginny en la biblioteca y Lavender estaba coqueteando con Zhor.
—No es mi tipo, realmente.
—No es el tipo de nadie.
—Oye, Slughorn me ha invitado a una cena de alumnos predilectos.
—murmuró, mostrándole una invitación de color marfil y letras cursivas y elegantes —Es el día de mi cumpleaños, no creo que tarde en invitarte a ti también. Pero si no lo hace, ¿Vendrías conmigo? Ésta vez no es en el castillo, sino en Las Tres Escobas. Rosmerta va a preparar un pequeño banquete, podría estar bien y además, hace como mes y medio que no vamos a Hogsmeade.
Hermione se estremeció. La última vez que estuvo en Hogsmeade, fue cuando rompió definitivamente con Draco. Había pasado un tiempo, y la herida comenzaba a cicatrizarse.
Zhor se dio cuenta del cambio de humor de la chica, y miró al suelo.
—Te lo diré mañana, ¿Vale?
—Sí.
—Hasta entonces.
Hermione se metió las manos en los bolsillos y fue cabizbaja hasta la torre de Gryffindor. Inspiró y negó con la cabeza. Arriba, Granger.
—Dumbledore me enseñó algo ayer. —dijo Harry delante del fuego. Lanzó otro tronco de madera y lo removió con una harra de hierro —Me mostró un recuerdo de Slughorn, de cuando Voldemort estudiaba aquí.
—¿Era su profesor?
—Sí, al parecer su favorito.
—¿Qué sucedía en el recuerdo?
—Estaban... Todos sus alumnos predilectos. Voldemort, bueno, Tom estaba entre ellos. —comenzó a explicar —Era un chico muy audaz, tenía a todos los demás comiendo de su mano.
—¿Cómo era? —preguntó Ron.
—Tenía el pelo negro azabache y los ojos verdes. —dijo con la boca seca —Se me parecía.
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Bewitched Love
Fanfiction¿Quién iba a creer que la enemistad puede convertirse en amor? Draco Malfoy y el resto de sus compañeros empiezan el sexto curso en el colegio de Magia y Hechicería de Hogwarts. Su misión no es fácil, y su vida se complica a medida que va transcurri...