Bewitched Love

Capitulo 52

—¿Que qué he hecho? —repitió ella detenidamente, pretendiendo fingir que no sabía nada.

—No sé por qué, pero de pronto la impresión de Grahmound sobre ti ha dado un giro enorme. —murmuró Draco con los ojos centellantes de incredulidad.

—¿Has hablado con él?—titubeó.

—Sí.

Hermione suspiró y se apartó el pelo de la cara.

—No me encuentro bien, deja ésto para otro día. Te lo digo en serio. —suplicó mirándole a los ojos, cosa que no surtió el efecto deseado. Bufó— Por favor. Apártate. Apártate, por Dios.

—Estás muy nerviosa. Deberías calmarte. —dijo él mirándola con escepticismo.

Hermione suspiró profundamente, evitando con firmeza no romper a llorar. Se sentía terriblemente frágil y se odiaba por eso.

—Necesito que me dejéis en paz. —dijo con la voz rota —Quiero estar sola, ¿Puedes respetar eso por lo menos?

Draco pareció sorprendido ante su reacción.

—Sólo intento prevenirte. Lo que sea que se te esté pasando por la cabeza, aunque sea lo mejor, deberías olvidarlo. —dijo suavizando el tono —¿Por qué no entiendes que te quiero viva? Comportarte como una egocéntrica no te ayudará para nada.

—Entonces te lo agradezco, pero sé cuidar de mí misma. No necesito ni tu protección, ni la tuya ni la de nadie.

—Lo sé, pero eso no significa que no me preocupe tu forma de hacerlo.

—No pienses en ello. No quiero que pienses en mi bienestar, ya te lo dije la otra vez.

—Te dejé bien claro que eso no es posible. —dijo en voz baja y los ojos oscurecidos —Solamente te pido que seas precavida.

—Y yo que confíes en mi.

—Te estoy confiando todo cuanto tengo.

—No, no lo haces. —dijo evitando su perforante mirada que provocaba escalofríos en ella.

—¿Por qué no se te mete en la cabeza que eres la única persona en la que confío de verdad? Lo sabes todo pero no te das cuenta de nada.

—Yo nunca te pedí que dijeras lo que eres, fue decisión tuya contármelo.

—Exacto, y si lo hice fue porque sé que eres más inteligente que ésto.

—Si te molesta tanto mi forma de actuar, quizás deberías meterte en tus asuntos. En tu prometida, por ejemplo.

Draco puso los ojos en blanco.

—Creo que te aclaré lo de Pansy de sobras, no pretendas volver a eso.

—Yo no pretendo volver a nada, sólo quiero que todos me dejéis en paz de una vez.

—Ésta no es la chica que conocí en septiembre.—dijo en voz baja.

—Tú tampoco lo eres.

Hermione pasó por su lado antes de que reccionara y se fue escaleras abajo, con el fervil recuerdo de la grisácea mirada de Draco grabada en sus pensamientos. Estaba escapando de la realidad e intentaba aplazar acontecimientos que no se encontraban muy lejos de su situación. Quería hablar con Harry y contarle todo lo que sucedía, disculparse con Zhor y Ginny por haber sido tan distante, saber cómo iban las cosas entre Ron y Damelza... Era tan raro pensar en eso... Como si esos momentos estuvieran en otra parte de su vida. Esa parte en la que toda su mente estaba bien organizada, con objetivos y espectativas que cumplir, niveles de estudio satisfactorios... Y sin embargo, eso lo había perdido al conocer más a fondo el caos que Draco estaba viviendo, y había sido añadida a él inconscientemente. Todo en cuanto Hermione meditaba, se reducía a una sola persona. Una persona con la que no estaba segura de querer en su vida pero alguien que la había marcado para siempre.