Capitulo 13

7.5K 387 134
                                        

—Vamos, funciona... —susurró Malfoy mientras daba un golpecito con los nudillos al armario. Lo abrió, y la manzana que había puesto previamente seguía allí, intacta —No, no, no... —pateó una silla —No...

Una hora y media después estaba entrando en la Sala Común de Slytherin con el pelo mojado y una toalla colgando de su hombro. Entre suspiros, se sentó en el sofá de en frente la chimenea y arrojó la toalla a un lado.

—No hay manera —masculló —, no la hay.

—Siempre hay una manera de arreglar las cosas —dijo la voz de Pansy Parkinson desde detrás del sofá. Draco ni siquiera se volteó a verla. Ella resopló — ¿Acabas de ducharte?

—Sí.

No dijo nada más.

—Draco, no hemos hablado en toda la semana, ¿No hay nada que quieras contarme?

Draco se frotó los ojos, pasando las manos por su rostro.

—No hay nada que quiera contarte, Pansy.

—Estoy segura de que sí lo hay —insistió y le rodeó el cuello con los brazos, abrazándolo —. Mira, éste es el plan: hoy por la noche en el jardín, tú y yo solos, en frente del lago. ¿Qué te parece?

—Ésta noche —repitió —, no lo sé. Estoy...

—He oído esa excusa demasiadas veces —se quejó —. Tómate un respiro. Estoy totalmente segura de que si pasamos un rato solos vas a sentirte mejor.

—Sí, seguro que tú vas a poder aliviarme —dijo sarcásticamente, aunque ella no lo notó.

—¿Ves? Ésto es un comienzo —sonrió mientras se apoyaba en el rubio para pasar de estar detrás del sofá a su regazo.

—¿El comienzo de qué, exactamente? —inquirió, dejando caer sus manos a ambos lados del sofá.

—De... de nosotros, Draco. ¿Por qué no comprendes que estamos juntos ahora?

—No es que no comprenda que mi destino es estar contigo, sino que no tengo tiempo para gilipolleces —dijo en un susurro, con la voz ligeramente amenazante —. Pareces ser tú la que no logra meterse en la cabeza que debo arreglar ése estúpido armario ante todo. Si no arreglo eso, no habrá futuro para mí, ni para nosotros, ni para nada.

Pansy le miró a los ojos, afectada por sus duras palabras. Él no lo hizo. La castaña sonrió, acunó la cara de Malfoy entre sus manos y apoyó su frente en la del otro.

—Estoy segura de que vas a arreglar ése armario evanescente, y que luego vamos a estar juntos como siempre hemos querido. —susurró, tan convencida de si misma que a él se le erizó la piel. No quería un futuro con Pansy, nunca lo quiso. Pero ése era su destino, construir una familia al lado de ella, otra sangre limpia.

* * *

Hermione estaba sola en el dormitorio de chicas, sentada en el suelo con un montón de libros y pergaminos esparcidos por el suelo.

—Si no es pelo de unicornio, tiene que ser... —se puso a pensar, moviendo la pluma entre el dedo pulgar y el índice.

—¿Haciendo los deberes de Pociones? dijo una voz desde la puerta. Alzó la vista y se encontró con Lavender Brown acercándose a ella para luego sentarse en su cama.

—Sí, son para el lunes —contestó.

—Lo sé. Es una locura que nos pongan tantos deberes —se quejó, clavando sus ojos azules a los castaños de la otra.

—No me parecen excesivos.

—Claro, eres la primera de la clasebromeó con una sonrisa.

Bewitched LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora