Bewitched Love

Capitulo 35

¿Cómo te encuentras? —le preguntó Harry a Ron mientras éste abría los ojos. Estaba tendido sobre el sofá de la Sala Común tras haberse mareado al bajar las escaleras por la mañana.

—¿Ron? —le llamó Ginny —Ron, despierta.

Hermione le puso la mano sobre la frente.

—Está sudando. —dictaminó —Debe de ser porque se han pasado los efectos de la bebida.

Ron arrugó la nariz y se incorporó, rascándose la cabeza.

—¿Qué bebida? —preguntó —Me siento raro.

—Claro que sí, campeón. —rió Ginny mirando a Harry, cómplices.

—¿Alguien me puede explicar qué sucede? —dijo Ron, descolocado —Me siento muy cansado...

—Hombre, te has pasado como cuatro días dando la lata sin apenas dormir. ¿Cómo crees que sienta eso? —rió Hermione —Ronald Weasley ha vuelto, señores.

—¿Cuatro días? No entiendo nada.

—Alguien que no quisiste desvelar te dio un refresco que te deja atontado durante unos días. Estabas como drogado, bipolar, eras una bruja mística y pervertida. —contó Ginny —Deberíamos haberte grabado, eras todo un personaje. Mamá seguramente se llevaría una alegría.

—¿Qué? Ay, dios... ¿He hecho mucho el ridículo?

Harry, Ginny y Hermione se miraron con las cejas arqueadas y una sonrisita de suficiencia en sus labios.

—Sí, bastante. —respondieron el unísono.

—Ay... —se aplastó la cabeza con las manos —Me siento tan raro y avergonzado, y... Estúpido.

—Has perdido los pocos puntos que tenías con Damelza, guapete. —Ginny se encogió de hombros.

Se pasaron los siguientes quince minutos contándole a Ron las estupideces que hizo, una por una, y mofándose de todas.

—¡Vale, basta! —dijo Ron enrojecido —¡Entendido, entendido! ¿Podemos ir a desayunar? Voy a llegar tarde a clase de Transformaciones.

Los tres le siguieron ocultando sus risas tan mal como pudieron. La gente del pasillo sonreía, y el pelirojo se ruborizó, tiñiendo sus mejillas y toda su cara de color carmín.

Después del desayuno, Harry se fue a toda prisa antes de que más chicos del equipo de Gryffindor le acosaran para proponerle miles de sugerencias distintas para ganar la competición cuyo premio era Proditk. Ginny se fue a clase de Adivinación, por lo que Ron y Hermione se quedaron a solas en el pasillo.

—¿Recuerdas algo de estos días? A mi me parecería tan angustioso tener lagunas. —suspiró Hermione mirándole con diversión.

—Puede, recuerdo un par o tres de cosas. —reconoció frunciendo los labios.

—¿Si?

Ron asintió.

—¿De qué se trata?

—Todo son lagunas, no sé si es cierto.

—Sí, te sigo.

—Yo estoy bailando mientras... Corro por los pasillos. Los pasillos de Hogwarts.

—Vale, creo que lo pillo.

—Oigo voces. Todo parece muy colorido, como si hubieran unicornios, y angeles tocando el arpa, y pegasos que escupían chorros de felicidad, incluso... Bueno, me estoy yiendo del tema. El caso es que todo es genial, y me siento curioso. Lo siguiente que aparece es... Sóis. Sóis tú y Malfoy. Juntos. Os estábais besando y... Eso es todo.