Hermione se debatía en si debía volver al baile y hacerle frente a Draco o, de lo contrario, volver a los dormitorios y reflexionar sobre todo. Recordó lo que Harry le había dicho sobre averiguar todo cuanto pudiera para pararle los pies y eso hizo que se decidiera por la primera opción. Si Draco realmente no quería estar con ella, bien, pero tenía que fingir no haber oído nada para saber más acerca de su supuesta misión y su relación con el profesor.
Volvió a entrar y fue corriendo donde estaba antes. Seguramente Malfoy estaría merodeando por allí, buscándola.
—Tú puedes. —dijo para si misma en un suspiro.
Una mano le tocó la espalda. Se giró.
—¿Una copa? —le preguntó Neville, que llevaba una bandeja con copas de un líquido dorado con burbujas.
—¿Qué es? —le preguntó con amabilidad, cogiendo una copa y oliendo la bebida.
—Es champán sin alchol de elfo —respondió —, lo han traído expresamente de Francia, o eso dice Slughorn.
—Vale, gracias Neville. —sonrió y se llevó la copa a los labios. Frunció el ceño al probarlo. Tenía un sabor extraño, se parecía al champán muggle pero tenía un toque más fino, más dulce.
Con impaciencia dio golpecitos a la copa con el dedo hasta que vio a Draco acercarse. Parecía alterado, pero lo disimuló con una sonrisa perfectamente esculpida en sus labios.
—Lo siento —se disculpó —, es que últimamente tengo problemas con este brazo y he tenido que ir a tomarme las pastillas que me recetó mi médico.
—No ha sido nada —terció, imitando su sonrisa.
—Veo que te has servido.
—Sí —alzó la copa —, es champán. Deberías probarlo, de seguro que te gustará. —le tendió la copa y el chico bebió un trago.
—No está mal.
—¿Sabes? Antes se ha ido Snape casi corriendo, parecía que tenía que ir al baño urgentemente —se carcajeó —. Es un poco raro, ¿No? Puede que le hayas visto por el pasillo.
—No, no me he cruzado con él. —dijo sin darle importancia.
—Bueno, pensé que quizás...
—Mira eso de ahí —señaló Draco, interrumpiéndola. Al final de la sala se había creado un círculo de gente que estaba aplaudiendo —. Deberíamos ir, vamos.
Hermione resopló. Ambos fueron hacia el círculo y lograron hacerse un hueco entre la gente. En el centro estaba el profesor Slughorn con su usual sonrisa bobalicona.
—Gracias, gracias —rio haciendo un gesto victorioso con las manos —. Sólo quería agradecerles a todos los aquí presentes el haber venido a éste baile para despedir el trimestre y dar bienvenida a la navidad y a un nuevo año. —hizo una breve pausa y la gente aplaudió —. Soy consciente de que se avecinan tiempos oscuros, pues como bien saben Quien-no-debe-ser-nombrado ha vuelto a las andadas y pretende alzarse con más poder y ansias de venganza que nunca y, como ya sucedió una vez hace años, nosotros, jóvenes y ancianos magos, vamos a pararle los pies. Por eso, quiero proponer un brindis —cogió una copa de vino —. Señores, brindemos por el Elegido que, hace ya dieciséis años, cuando era tan solo un bebé, nos salvó a todos de las garras de Quien-Vosotros-Sabéis. ¡Un brindis por Harry Potter!
—¡Por Harry Potter! —repitió la gente con orgullo, sosteniendo las copas en sus manos para luego llevárselas a los labios.
—¡Y para que lo haga nuevamente! —chilló Kingsley, y la gente volvió a brindar y aplaudir con entusiasmo.

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Bewitched Love
Fanfiction¿Quién iba a creer que la enemistad puede convertirse en amor? Draco Malfoy y el resto de sus compañeros empiezan el sexto curso en el colegio de Magia y Hechicería de Hogwarts. Su misión no es fácil, y su vida se complica a medida que va transcurri...