10. Situaciones doblemente incómodas

61.9K 4.3K 2.8K
                                    

(Darel)

Tamborileé  la mesa con mis dedos y, cuando observé a Barb alejarse acompañado de Kiam, y al padre de este último entablar una conversación con Owen, me giré hacia Paris.

—No sabía que lo conocías —dije en un tono de voz bajo, para que sólo él me escuchase.

El de pelo azulado miró hacía la persona a la cual me refería, y después sonrió.

—Realmente no lo conozco mucho —confesó—. Pero lo he visto alguna vez en mi casa. Es un socio importante de mi padre, pero yo no me esperaba que tú lo conocieses. Me impresionó verlo entrar en el S.K. ayer.

Paré el movimiento de mis dedos sobre la superficie de la mesa, y concentré mi vista en el plato con comida que había sobre ella.

—Ayer no te conté mucho, pero sí, lo conozco desde siempre —miré de nuevo hacia Paris—. Como ya sabes, es el amigo de la infancia de mi hermano, así que podría decirse que lo conozco desde que usaba pañales.

Paris sonrió de nuevo y, cuando iba a abrir la boca para hablar, la voz de Owen interrumpió nuestra conversación.

—Siendo sincero, aún estoy sorprendido al saber que ahora sois amigos —me giré hacia el de ojos ambarinos, al igual que Paris, tras darme cuenta de que el padre de Kiam ya no estaba—. Lo tenías muy bien guardadito, ¿verdad que sí, Darel?

Mi cuerpo se tensó y apreté mi mano en un puño.

La situación era demasiado incómoda, pero al menos ni Paris ni Lori —que extrañamente no había apartado sus ojos de su rebosante plato de comida, y había estado todo este tiempo callada—, no sabían qué es lo que pasaba en realidad entre nosotros dos. Y jamás pensaba decir absolutamente nada sobre ese asunto.

—Pero en fin, Paris —se dirigió ahora hacia él—. Me he enterado de que tus padres están en un viaje de negocios. ¿Sabes cuando volverán? Es que necesitaba consultar ciertas cosas de la empresa con tu padre, pero no me esperaba su salida al extranjero, por lo que aún no he podido contactarme con él.

¿Paris está solo en su casa? —me pregunté, olvidando por un momento la situación en la que me encontraba.

—La verdad es que sí —respondió, centrando su atención en Owen—. Se fueron a Nueva York para atender unos asuntos de la empresa, pero realmente no sé cuándo volverán —encogió los hombros—. Pero mi primo Gail se quedará conmigo hasta que vuelvan, aunque esta semana he estado solo debido a que ha tenido que terminar un proyecto de su trabajo o algo así.

Escondí las manos debajo de la mesa y apreté los puños.

De Príncipes y Princesos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora