Cardio

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Cardio. Resistencia.

Supervivencia.

Me repetía esas palabras mientras trotaba a un ritmo fuerte en la acera de la ciudad escuchando las mismas listas de reproducción de hace más de 5 años. Llevaba ya 8 kilómetros y sentía que aguantaba dos más. Los músculos me ardían y sentía el pecho pesadísimo, no pensaba en nada más que seguir, aunque de paso saludaba a algunos soldados que patrullaban por la ciudad, algunos habrán llegado a cenar a casa de vez en cuando, otros habrán intentado ligar conmigo en alguna cena.

Un kilómetro después me detuve frente a un edificio de ladrillos clausurado por el gobierno por un supuesto "brote de la enfermedad". La verdad es que lo cerraron porque la gente lo utilizaba para salir de la ciudad porque nadie se infecta si no te muerden desde hace años, tiene algo subterráneo o eso escuché que dijo mi papá. Intenté husmear por la ventana y juro haber visto algo moverse adentro. Decidí recostarme contra la pared fría y no volver a husmear. Me puse las manos en el cuello para tasajearlo un poco.

Paré la música en cuanto Johan llegó trotando a mi lado, estaba muy guapo hoy, o ¿Serán los pantalones de chándal que lleva? Es que siempre me han parecido atractivos esos pantalones —¿Derrotado Hermanito? —

—Disfruta estos días Calle — El estaba recuperando el aliento y me jaló la coleta haciendo que mirara el cielo abruptamente, lo empujé quejándome —Ya solo me quedan dos semanas con el fisioterapeuta y eres polvo, pequeña —.

Johan tuvo un accidente en el brazo cuando su grupo de fuerza G «Así les decía yo» estaba recolectando medicinas de un avión en un aeropuerto infestado. Es normal, es súper normal ahora. Estaba en el ejército pero su división era puramente de consguir suplementos, reducir infectados y transportar cosas con seguridad de una ciudad a otra.

No es por maldad, pero de verdad agradezco que se haya lastimado la pierna porque desde que inició con todo eso casi nunca lo veía y se está muy solitario por aquí sin él.

Yo iba en mi último año de medicina, mi clase consta de 24 alumnos y de verdad creo que somos los últimos en esta ciudad, o al menos hasta que haya una cura. No es que nosotros la fuéramos a encontrar, tienen a cientos de personas trabajando en eso desde hace años, pero siempre les hacen falta cuando tienen heridos o enfermos.

Yo era privilegiada, muy privilegiada a decir verdad, lo tenía clarísimo. Mi padre era el gobernador de esta "gran" ciudad llamada Colten que se basa más en obligar a la gente a trabajar para el ejército para poder darles suministros de parte del gobierno o personas que trabajan en agricultura. Ya no existen pintores, y no hay artistas desde hace mucho tiempo. Solo disputas y revuelcos que el ejército calma con balas de hule y gas pimienta. Aunque la rebelión no se cansa, debo admitir.

A nosotros el gobierno no nos exige mucho, incluso estudiamos sin pagar nada. Solo quieren que nos graduemos lo más pronto posible para que prestemos los servicios que nos pongan. Yo ya estoy en un programa y aún no me he graduado.

—Papá quiere que regrese antes a trabajar —Dijo Johan sacándome de mis pensamientos. Mi cara de repulsión debió decirle que estaba loco si regresaba antes porque se rió. —Lo sé, yo hice la misma cara —

Johan ha sido mi hermanastro desde los 14 años y de verdad lo odié, pero el chico no tenía la culpa de que mis padres dejaran de quererse y además era muy simpático, con el tiempo se volvió mi hermano de verdad.

Iba a responderle cuando una bocina de alerta comenzó a sonar en los megáfonos que están por toda la ciudad. Una voz genérica femenina empezó a hablar "Este es un mensaje del gobernador Germán Calle, por favor escucharlo atentamente" Johan y yo nos miramos confusos, no nos avisó de nada ese señor. "Debido a los recientes acontecimientos vamos a poner un nuevo toque de queda que empezará a las 5:00 PM, queremos reducir las posibles amenazas después de los intrusos que tuvimos por el edificio McLaren, por favor ingresen a sus hogares y no salgan hasta las 5:00 AM, debo advertir que al que se le encuentre fuera durante estas horas será arrestado y enviado al ejército para hacer servicios hasta que cumpla su sentencia" se le escuchó suspirar, se escuchaba estresado "Por favor colaboremos todos". Sonó demasiado preocupado y serio, parecía otra persona y Johan me miró como si estuviese pensando lo mismo.

Don't Lie [Caché]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora