Cap 1

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Minho era otro chico nacido en el pequeño pueblo de Gimpo. Un lugar tranquilo en dónde todos se conocían y todos tenían los mismos aburridos pensamientos; si pensabas diferente te tachaban de raro y caminar por la calle o ir a un centro comercial se hacia tedioso gracias a los murmullos de las malas lenguas que te seguían como si fuera tu sombra.

Cuando un pequeño niño de 5 años nacido en la gran Seúl llegó al pueblo de Gimpo junto a sus padres fue una gran sorpresa para todos, eran como una celebridad. Todos querían saber de la nueva familia, y como dice ese viejo y cierto dicho por muchos abuelos sabios "La curiosidad mató al gato". Al conocer más de esa familia todos se alejaron, solo eran cordiales y educados pero nada más, ¿Por qué? Tiempo después el pequeño Minho se dió cuenta de la razón. Simplemente la familia Han no pensaba igual que los demás en el pueblo, eran ruidosos, alegres y educaban a su pequeño hijo de otra forma.

Este es un lugar gris y si naces con un poco de color se encargan de quitartelo, con los Han no pudieron lograrlo asi que decidieron no entablar amistades con ellos.

Conocí a Jisung días después de que se mudó, iba camino a mi escuela y lo ví jugando con pequeños autos de juguetes a las carreras en el frente de su casa.

—¿Tu eres Jisung? —fueron las palabras que iniciaron una muy buena amistad muy duradera.

A diferencia de los demás padres de este pueblo los míos no tuvieron problema al ver cómo me hacía cercano a Jisung y su familia, muchas veces me había quedado a dormir ahí.

Íbamos a la misma escuela y todos nos tachaban de los raros pero no les hacíamos caso, hasta creamos nuestro propio idioma para poder insultarlos sin que se dieran cuenta.

¿Por qué nos molestaban? Lo hacían solo porque nos gustaban las cosas paranormales, creíamos en fantasmas, aveces hasta nos gustaba la idea de creer que existian las hadas.
En un pueblo regido por la religión tener esos gustos hacia lo "satánico" como ellos lo llaman es pecado. No sabía que el hecho de que me gustara las películas de terror era pecado.

Jisung y yo hemos sufrido de muchas burlas por eso, hasta los mismos adultos incentivan a sus hijos a tratarnos mal. Nuestros padres han tenido que defendernos muchas veces e ir a la escuela muchas veces más.

Soy tres años mayor que Jisung asi que siempre lo he "protegido". De los dos yo soy el más peleonero y Jisung es más tranquilo, siempre he discutido con él porque no hace nada cuando lo molestan o dicen cosas feas.

Ahora tengo 23 y estoy estudiando medicina forense, tengo que viajar dos horas en auto para poder llegar a mi universidad, lo bueno es que asisten personas que son de otros lugares. No quise estudiar en la universidad de Gimpo, nadie busca está carrera además que no la enseñan.

Solo quiero salir de ese maldito pueblo que lo único que me ha dado han sido dolores de cabeza, me ven en la calle y me miran como si estuviera enfermo, son patéticos.

Puedo decir que soy apuesto pero nunca ninguna chica se me ha acercado, a unas les parezco un raro enfermo y a otras sus padres les prohibieron hablar conmigo.

En cuanto a Jisung me atrevo y puedo decir que este puto pueblo le ha ido quitando sus colores. Él es más sensible que yo así que todos los insultos, burlas y hasta agresiones por parte de antiguos compañeros de escuela lo han afectado mucho.

Al cumplir los 20 Jisung decidió irse a vivir solo, trabaja por internet y así se mantiene. Como sus padres siguen viviendo dónde siempre los voy a visitar cuando tengo tiempo libre o antes de ir a la casa de Jisung; ellos ya no tienen comunicación, algo pasó entre ellos, algo que Jisung nunca me quiso contar y decidí respetar su decisión.

Cuando Jisung tenia 14 años tuvo una operación de alto riesgo gracias a que recibió una paliza de la cual no pude ayudarlo esa vez... Prefiero no tocar ese tema ahora. Pasó muchos días con anestesia, sus padres me dijeron que eso pudo haberlo cambiado un poco neurológicamente. Creí que sería algo más grave pero lo único que cambió fue la forma en la que Jisung se relacionaba, desde antes a él no le gustaba salir mucho pero luego de eso le gustó mucho menos; él me dijo que era porque tenía miedo de que tuvieran otra razón para molestarlo.

En nuestros viernes de película siempre nos ponemos a pensar y a planear un futuro lejos de este pueblo gris, gracias a mis queridos padres solo estoy estudiando, ellos me ayudan en cuanto a lo económico.

Ahora estoy llegando al departamento de Jisung, él me dió una copia de la llave así que solo entro y ya.

Ahí estaba él, tarareando una canción mientras escribía algo en un pequeño diario.

—Hola Sung —le dije tirándome a un lado de él en su sillón negro de cuero.

—Hola ¿Cómo te fue? —me preguntó Jisung.

—Bien algo cansador pero bien, me gusta mucho mi carrera —le dije.

—¿Recuerdas los Warren?

—¿Los del conjuro? —le pregunté mientras sacaba unos Doritos de mi mochila.

—Esos mismos, leí en un artículo y me enteré de que son unos estafadores —me respondió Jisung.

—¿De verdad?

—Si, no quise leer más para que podamos investigar juntos —dijo Jisung —¿Los trajiste para mí?

—Para los dos —le respondí mientras metía un Dorito a mi boca. Jisung sonrió y me quito la bolsa para comenzar a comer.

—¿Has ido a ver mamá? —me preguntó él.

—La ví antes de ayer, se encuentra bien y tu padre sigue en Seúl —le respondí —Aveces se queda semanas o días con tu mamá y luego regresa.

—Que bueno —dijo él soltando la bolsa de Doritos y levantándose.

—¿A dónde vas? —le pregunté.

—A la cocina, ¿Tanto me extrañaste estos días? —me preguntó Han con una sonrisa, estupido.

—Estupido —dije rodando los ojos — Estuve muy ocupado y lleno de tareas todos estos días, es muy aburrido no estar con mi único y mejor amigo.

—También hiciste falta en esta solitaria y pequeña casa —me respondió Han mientras buscaba algo en el refrigerador —¿Quieres un refresco?

—Por favor —le dije. Cuando se acercó a darme el refresco mi inquieta mano le dió una pequeña nalgada.

—¿Qué te pasa? Ve a nalguear a tus gatos —me dijo Jisung fingiendo molestia.

—Ellos son planos —le respondí tomando un sorbo de refresco. No es que sea gay, solo me gusta tocar el culo de mis amigos.

—¿Haces estás cosas con tus compañeros de universidad? —me preguntó Jisung sentandose a mi lado.

—Aveces.

—Te dirán hetero curioso —me dijo Jisung riendo un poco.

—No soy hetero curioso, estúpido —le respondí de inmediato.

—Si si y a mí me gustan las tetas —me respondió él y luego encendió la tele.

Así era nuestra amistad, sencilla y llena de pecado para los estúpidos religiosos e incipidos seres humanos que viven en este pueblo.

No sé qué sería de mi si Jisung nunca hubiera llegado a mi vida, estar solo no siempre es bueno.

Jisung ha pasado por muchas cosas y yo también, no todo ha sido risas y chistes pero hemos podido superarlo juntos. Una vez hasta consideré estudiar psicología para poder ayudar a Jisung pero él me dijo que eso era algo estúpido.

Yo amo a Jisung, pero no de manera romántica obviamente. Somos como hermanos, hemos sido esos peces dorados en un mar lleno de pirañas.

Y bueno... Bienvenidos a mi vida en Gimpo.

Mirarte dos vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora