Al llegar a la casa de Jisung él se estaba bañando asi que solo me acosté en su cama viendo al blanco techo tratando de encontrar paz, estoy tan cansado de toda esta mierda.
—¿Qué te pasó? —me preguntó Jisung cuando entró a la habitación con una toalla blanca atada a su cadera.
—Lo mismo de siempre —le respondí.
—No les hagas caso, ya sabemos lo estúpidos que son —me respondió él sentandose a mi lado.
—Sé que son estúpidos Jisung pero igual me molesta, nadie les ha dado un escarmiento ¿Cómo se le da un escarmiento a todo un pueblo? Es imposible, creo —le dije.
—Estas estancado en el pasado Minho, debes pensar más en el futuro —me dijo él.
—Yo no me estanco en el pasado —le dije rodando los ojos —Te traje algo.
—¿Qué me trajiste? —me preguntó Jisung emocionado, parecía un niño pequeño. Si fuera rico gastaría toda mi fortuna en comprarle cosas solo para ver esa cara de emoción.
—Dijiste que querías comer algo rico asi que compré una pizza para los dos.
—¡Que bien! Iré a vestirme para que comamos —me dijo Jisung y comenzó a buscar ropa para cambiarse.
Seguía siendo el mismo niño que conocí aquel día, solo que más grande, no tan inocente y sus patas cada vez están más chuecas.
—Apúrate —le dije cuando me senté en la cama con la caja de pizza.
—Ya voy ya voy —me respondió él tirándose en la cama haciendo que casi se volteara la pizza —No me mires así, amargado. ¿Hablaste con la chica que me dijiste?
—Si, adivina quién tiene una cita mañana —le dije mientras agarraba una rebanada de pizza.
—¡No!
—¡Si!
—¡Ya no serás virgen! —gritó Jisung entre risas.
—¿Qué hablas tu? Eres igual de virgen que yo —le dije mirándolo feo.
—Esto se trata de ti no de mi —dijo Jisung y siguió hablando —¿A dónde irán?
—Espera que tengo que darte detalles —le dije y él rodó los ojos —Esta mañana cuando terminó mi primera clase fuí al edificio de diseño gráfico para ver si la encontraba y ahí estaba ella sentada en una banca ¿Sabés de lo que me enteré? —le pregunté emocionado al recordar esa parte de mi día.
—¿Que tienes el pito chico?
—¡Oye! Mi pito no es pequeño y lo sabes —le dije dandole un pequeño empujón —Estaba viendo Coraline y la puerta secreta en su laptop y me dijo que era su película favorita.
—Tambien la mía —dijo Jisung con sus mejillas llenas de comida.
—¡Lo sé! Yo se lo comenté, le dije "Un loquito del centro que conozco también me dijo que esa es su película favorita" —dije riéndome un poco —Bueno, luego ella me preguntó si quería ir con ella al cine, tiene dos entradas pero la otra persona con la que iba a ir no puede.
—Eres su segunda opción.
—Esto es serio Sung —le dije serio.
—Bueno ya, perdón —me respondió él y siguió comiendo de su pizza con piña, que asco.
—Yo acepté y bueno mañana iré con ella al cine ¿Y sabes qué más?
—¿Te dijo que su serie favorita son los Teletubbies?
—No —rodé los ojos —Le regalé un chocolate y ella me dió un beso en la mejilla.
—Wow eres todo un rompe corazones —dijo Jisung fingiendo interés —Nah mentira, me alegro por ti Lee, espero te vaya bien y le des uso a tu pito de una vez por toda... ¡Oye!
—¿Qué? —le pregunté deteniendo los movimientos de mi boca.
—¡A ella le diste un chocolate!
—¿Y? —le dije tratando de descifrar qué era lo que estaba mal.
—¡Y a mí no! ¿Dónde está mi chocolate? —me preguntó Jisung serio.
—¡A ti te traje pizza! —le respondí indignado, la pizza es más cara que el chocolate.
—Si me cambias te corto el pito —me dijo él ya más calmado. Aveces le dan ataques locos de hiperactividad.
—Llevo desde que tenías 5 años soportandote ¿Qué más quieres? —le pregunté.
—Estupido —me dijo él sacándome la lengua.
Luego de eso seguimos comiendo en silencio, la pizza estaba muy rica y quería disfrutar de su sabor.
Los ojos de Jisung son lindos... ¿Qué hago yo pensado en eso? Me estoy volviendo loco al fin.
—¿Sabías que conectan a el payaso it con la otra madre de Coraline? —de repente habló Jisung y me sacó del trance en el que me tenía.
—No lo sabía —le contesté.
—Hay muchos videos con demasiadas teorías, deberías verlos conmigo.
—Me parece bien, menos mal traje ropa de cambio y ya no tengo que regresar a la casa —dije sonriendo al recordar lo inteligente que era.
—Minho precavido vale por dos —dijo Jisung mientras asentía con la cabeza.
—¿Puedes dejar de mirarme? —repitió el mismo.
—¿Que dices? Yo no te estoy mirando, la pizza te cayó mal —le respondí extrañado. Por supuesto yo no lo estaba mirando ¿Por qué lo miraría? He visto su cara por más de 10 años.
—Loco estás tú —dijo Jisung —¡Bajate! —gritó entre risas cuando me tiré sobre él y comencé a hacerle cosquillas.
—Dices puras locuras —le dije mientras reía, ojalá se atragante este patas chuecas.
—¡Ya Minho! —gritó Jisung ya enojado, detuve mis manos y le saqué la lengua. Sus ojos son tan lindos. —¿Podrías dejar de mirarme así? Y ya bajate, tienes tu pito en mi muslo.
—Yo no te estaba mirando —le dije bajandome de encima de él.
—Estás raro, ¿Qué te pasa? —me preguntó él, no sé de qué habla, yo estoy perfectamente bien.
—Yo estoy bien, tu eres el que anda paranoico —le respondí dándole el último bocado a mi última rebanada de pizza.
—Si tu lo dices —dijo él no muy convincente.
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Mirarte dos veces
أدب المراهقينMinho un hombre de 23 años y su mejor amigo Jisung de 20 viven en Gimpo, un lugar donde solo se han encargado de quitarle sus colores a toda costa, pero esos chicos siguen luchando por ser libres... A pesar de vivir en una jaula de cristal. Minho y...