—¿Cómo puedes ser tan lindo? Lindo lindo —dije y después le llené la cara a Jisung con pequeños besos.
—Déjame, harás que me sonroje —me respondió él todo apenado.
—Cada que te sonrojas creo más que los milagros existen —dije y me quedé mirándolo, a los segundos sus mejillas se fueron tornando coloradas. Jisung bajó la cabeza y se tapó la cara con sus manos.
—Malo —me dijo y yo reí.
—Lindo lindo, precioso precioso —dije mientras recogía los platos y los llevaba a la cocina para lavarlos.
Soy fan de esto, soy fan número 1 de esto. Me hace muy feliz poder decirle todas estas cosas, ser más amoroso con él de lo que ya lo era... Siento una felicidad muy genuina.
—Hoy me tocaba a mi lavar los platos pero gracias —dijo Jisung entrando a la cocina.
Se acercó a mi y me abrazó por detrás.
—Quién diría que solo debía pedirte matrimonio para que sacaras a la luz tu lado más cariñoso. Antes eras 60% odioso y 40% cariñoso, ahora es al revés —le dije y Jisung me empujó un poco.
—Cállate —me dijo al mismo tiempo que me abrazaba con más fuerza, lo cual hizo que se me escapara una pequeña risilla. —¿Ya le dijiste a tu mamá que irías?
—Si, ya le escribí pero no me responde. Iré y les caeré de sorpresa entonces. —le respondí —No puedo dejar de pensar en eso... Yo te describí, yo les dije a ellos como eras físicamente y ajá, luego llegaste a Gimpo ¿Mamá no se habrá acordado de eso? Aunque sería loco pensar que te ví antes de que llegaras a Gimpo, también es loco pensar y que esté casi seguro de que te ví antes de que llegaras a Gimpo. Nada de esto tiene sentido.
»Porque ajá, siento que lo de ver espíritus tiene más sentido porque los ví y lo que me pasó en la universidad y todo eso, pero tú... ¿Eres real? —le pregunté y reí. Jisung también hizo lo mismo.
—Tampoco entiendo nada, debes hablar con tus padres. Yo te podría decir que antes de llegar a Gimpo si existía —me dijo y rió un poco.
—Eso lo sé pero es extraño, yo no recordaba nada de eso y de repente llegó cuando estaba durmiendo. No creo que eso haya sido un sueño, fue muy detallado para serlo —le dije.
Rápidamente terminé de lavar los platos.
Me giré y alcé a Jisung enredando sus piernas alrededor de mis caderas, él se acomodó y puso sus brazos alrededor de mi cuello.—¿Quieres que traiga algo para la cena? —le pregunté.
—Pizza —me respondió él con una sonrisa.
—Pizza entonces —le dije y lo besé —Cuando Chou me daba besos me sentía tan... ¿Extraño? No los sé, era como besar una pared, pero contigo siento que estoy tocando el cielo. Con que así se siente estar perdidamente enamorado.
—Ya, no me gusta que me veas sonrojado —dijo Jisung escondiendo su cabeza en mi cuello.
—Bonito bonito —le dije.
—Chou me cae mal —dijo Jisung de repente y me hizo reír.
—Celosito me saliste.
—¡Ella te besó más veces que yo! —dijo Jisung con indignación, yo solo lo miraba y trataba de contener la risa. —Eso no es justo... ¿Sabes qué? Ahora eres tú el que me cae mal, bájame.
—Lo de la cantidad de besos se puede arreglar desde ahora —le dije y lo volví a besar.
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Mirarte dos veces
Teen FictionMinho un hombre de 23 años y su mejor amigo Jisung de 20 viven en Gimpo, un lugar donde solo se han encargado de quitarle sus colores a toda costa, pero esos chicos siguen luchando por ser libres... A pesar de vivir en una jaula de cristal. Minho y...