[Flashback]
—¡Oh por Dios! ¡Lee Minho! ¿Qué te pasó? —gritó mamá cuando me vió llegar a casa.
—¿Qué crees tú? —le respondí con seriedad. Estaba cansado de toda esta mierda.
—¿Por qué te metes en peleas? Ya tienes 17 años, deja de comportarte como un animal. —dijo ella alterada mientras me seguía hacia la cocina.
—Mamá... —suspiré tratando de obtener algo de paciencia —No me metí en ninguna pelea. Hablas como si yo las buscara.
—¿Y qué fue lo que sucedió entonces?
—¿Qué más va a suceder? Lo mismo de siempre. —le respondí luego de beberme un vaso de agua fría —La maldita gente de este maldito pueblo.
—No digas groserías Lee Minho, no lo tienes permitido.
—¿Eso es lo que te importa? —le dije mirándola fijamente. Luego de esto se disculparía y no haría más nada. —¿Quieres saber lo que pasó? ¡Bien! Al salir de la escuela fuí a buscar a Jisung, nos fuimos a comer pizza y ¡Adivina! No nos querían atender.
—¿Por qué no los querían atender? ¿Qué hicieron? —preguntó mamá llena de confusión.
—¿Nosotros? Nosotros no hicimos nada mamá, nuestro único pecado ha sido vivir en este pueblo de mierda con gente de mierda —hablé yo —Comenzaron a decirnos que ellos no hablaban con demonios, con enfermos, con pecadores.
—¿Lo ves? Yo te dije que no te tiñeras el cabello, ahora te mirarán feo —dijo mamá con una cara de "te lo dije"
—¿El problema soy yo? ¿El problema es mi cabello? ¿El problema es Jisung? ¡Escúchate! —le dije y ella abrió los ojos sorprendida —Estoy todo golpeado por mi inútil intento de recibir un poco de respeto y tú dices que es mi culpa por haberme teñido el cabello.
—Minho-
—No —la interrumpí —Me vas a escuchar mamá. ¿No es culpa de la gente de Gimpo? ¿Qué fue lo que hice para que ni siquiera pueda ir a comprar una pizza tranquilo? ¿Qué fue lo que hice para ser acosado todos los días? Nunca, nunca mamá, nunca pude tener un recreo normal ¿Sabés por qué? Porque siempre venía alguien para insultarme, molestarme y hasta agredirme. —pasé mis manos por mi cabello tratando de calmarme —Que una maestra me haya escupido en la cara cuando tenía 7 años... ¿También crees que eso fue mi culpa?
—Minho pero es qué tú sabes cómo son aquí y tú tampoco te ayudas —me respondió ella tratando de persuadirme.
—¿No me ayudo? ¿Qué hice para merecer todos esos golpes y burlas cuando estaba pequeño? ¿No creer en su Dios? No me jodas —hablé yo con mis puños cerrados —A un niño de 5 años no se le pega solo por diversión. A un niño de 6 años no se le rompen todos sus útiles escolares solo porque cree en fantasmas. A un niño de 7 años no se le tiran piedras solo porque le dió un abrazo y un beso en la mejilla a su amigo de 4 años. La lista sigue mamá y no veo la necesidad de seguir nombrando situaciones como esas porque tú fuiste la que me tuvo que volver a comprar todos los útiles nuevos. No tengo que seguirlas nombrando porque fuiste tú la que curó todas mis heridas cada que llegaba a casa. No tengo que seguir nombrando porque ya ni siquiera sales conmigo a la calle porque te importa más que la gente te acepte —dije acercándome a ella. Las lágrimas corrían por mis ojos pero no las sentía, solo podía sentir la ira por mis venas —¿Pero sabes algo? Todas tus disculpas por no haberme protegido no sirven de nada cuando sigues haciendo caso omiso y permites que a tu hijo lo maltraten y le hagan la vida imposible. De todas maneras te entiendo, entiendo que hayas querido un hijo normal... Pero salí yo, según ustedes yo no soy normal así qué —me encogí de hombros tratando de restarle importancia a mis palabras —Y no llores, no me gusta verte llorar. Tus palabras me demuestran que seguiré estando solo.
—Tu no estás solo —dijo ella con su voz temblorosa mientras se acercaba para intentar darme un abrazo, pero me alejé.
—Tienes razón, no estoy solo —le dije —Tengo a Jisung y debo ir a ver cómo está él. Él siempre se lleva la peor parte.
Y haciendo caso omiso a los gritos y súplicas de mamá salí corriendo a la casa de Jisung.
Mi cuerpo dolía y el sabor a sangre caliente seguía en mi boca. Supongo que un adolescente de 17 años no puede ganar una pelea contra tres adultos de 23 años en adelante.
[Fin del Flashback]
—¿Te irás? —me preguntó Jisung mientras le daba un mordisco a su sandwich de atún.
Son las 01:12 de la madrugada, decidimos salir a tomar aire fresco antes de que el sol saliera y yo tuviera que ir a la universidad y Jisung tuviera que seguir trabajando.
Estamos en nuestro lugar favorito, creo que es nuestro lugar favorito, el cementerio.
Aquí no hay nadie que nos golpeé, que nos insulte, que nos haga daño. Aquí solo hay silencio y paz.
—En la mañana tengo que ir a casa para alistarme y luego ir a la universidad —le respondí para después robarle un poco de su sandwich, así ganandome una mirada asesina por parte de Jisung.
—¿Dormirás conmigo hoy?
—¿Eres sordo? Claro que sí, pero saldré temprano —le dije. Reí un poco.
—¿De qué te ríes? —me preguntó Jisung con incredulidad.
—Tus patas —le dije señalando sus pies. Cómo siempre: estaban chuecas. Jisung las miró y las acomodó —No las acomodes, ya está en ti tenerlas así... Y te ves tierno.
—Cállate —me respondió él y supe que se había sonrojado, es fácil para mí hacerlo sonrojar.
—¿Cómo vas con los ahorros? Te dije que podía conseguir un trabajo de noche y así no tendrías que lidiar con toda la carga monetaria —hablé yo pasando mi brazo sobre sus hombros haciendo que Jisung recostara su cabeza en mi.
—Es que... Si trabajas de noche ahí si no te vería nunca.
—Pero eso sería solo por un tiempo, además que de alguna u otra forma encontraré un tiempo para venir a verte —le dije.
—No me parece —me respondió él mientras masticaba —No tienes que preocuparte por eso, voy bien.
—¿Seguro? Es que te noto estresado y no me gusta.
—Estoy seguro Minho, y lo del estrés es normal. Tu también te estresas y eso que tú si sales y hablas con más personas —dijo Jisung y sentí una pequeña punzada en mi pecho.
—Lamento que siempre te toque la peor parte a ti —le dije tragando con dificultad.
—No es tu culpa Minho.
—¿Por qué siempre me haces ponerme sensible? —le pregunté con una sonrisa mientras le desordenaba el cabello.
—Tu estás sensible porque no has usado tu pene con esa chica, no me eches la culpa a mi —dijo él girandose para verme y yo solo me quedé ahí con una cara de confusión —Leí en internet que cuando te gusta alguien y no puedes hacer el ajá con esa persona eso ocasiona que te pongas sensible.
—Estas loco mi ardilla —le dije riendo y subiéndolo sobre mis piernas para darle un abrazo rodeando su cintura.
—Tenías años sin decirme así —me respondió Jisung al tiempo que me correspondía el abrazo.
—Es que recordé un vídeo de una ardilla atorada en un tubo y te ví reflejado en esa ardilla —le dije y Jisung me dió un pequeño golpe en la cabeza.

ESTÁS LEYENDO
Mirarte dos veces
Fiksi RemajaMinho un hombre de 23 años y su mejor amigo Jisung de 20 viven en Gimpo, un lugar donde solo se han encargado de quitarle sus colores a toda costa, pero esos chicos siguen luchando por ser libres... A pesar de vivir en una jaula de cristal. Minho y...