—Jisung ¿Dónde estás? —dije con apuro cuando llegué dónde Jisung y no veía rastro de él por ningún lado.
No está en su habitación, no está en el baño, no está en la terraza, no está en la cocina... ¿Dónde mierda está?
—¡Jisung! —grité en medio de la sala y nada.
Lo que me faltaba. El camino hacia acá fue horrible.
Me siento como si estuviera armando un rompecabezas de mil piezas. No entiendo lo de los golpes en la puerta, la caja con las fotos, en la cámara no se ve a nadie, la carta en mi casillero, la voz, la persona que de un momento a otro desapareció, no entiendo nada.
Esto no tiene sentido.
Lo otro que no tiene sentido es que Jisung no esté aquí.
¿Y si le hicieron algo? ¿Y si la persona que está haciendo todo esto entró?
Ya lo llamé cinco veces y sigue sin contestar, su celular sale apagado, ¿Y ahora? ¿Debo salir a buscarlo? ¿Pero en dónde? Siento que voy a desmayarme.
Jisung, Jisung, Jisung... Él está bien ¿Verdad?. Si le pasó algo está vez si no voy a poder perdonármelo.
No puede volver a pasar lo de las otra veces. No puedo fallar siempre.
♱
[Flashback]—Hola señora Han, ¿Se encuentra Jisung? —le pregunté a la mamá de Jisung cuando me abrió la puerta.
—Hola Minho, Jisung esta en su habitación pero no ha querido salir de ella —me dijo la mamá de Jisung mientras se abrazaba a si misma a causa del frio y en su rostro y voz se podía notar cierta preocupación. —¿Sabés si le pasó algo o si le hicieron algo? Llegó de la escuela corriendo y se encerró.
—¿De verdad? —la señora asintió —La verdad es que no he hablado hoy con él, por eso vine. Hoy tuve que faltar a la escuela porque tuve que acompañar a mi mamá a unos trámites.
—Bueno... ¿Podrías ir y hablar con él? Lo más seguro es que a ti si te deje pasar y te diga lo que le pasa —dijo ella haciéndose a un lado para que yo pudiera entrar a su casa. Hice una pequeña reverencia y entre dirigiéndome directamente a la habitación de Jisung.
Di dos toques en la puerta y no obtuve respuesta —Ardillita, soy Minho. Déjame pasar por favor —dije pegado a la puerta, la cual fue abierta segundos después por Jisung que me jaló de la camiseta e hizo que entrara rápidamente.
—Te he dicho que no me digas así, se van a burlar más de mi después —me dijo Jisung con un tono de enojo mientras se acostaba boca arriba en el suelo. Lo miré y ví sus ojos cristalinos, había estado llorando.
Suspiré y me acosté de la misma manera que él a su lado.
En techo de la habitación de Jisung estaba lleno de estrellas y arcoiris, cuando la luz se apagaba ellas brillaban. Recuerdo que de niño, la primera vez que entré a su habitación lo primero que llamó mi atención fue la decoración en su techo.
—¿Me vas a contar por qué estás llorando? —hablé luego de unos minutos.
—No quiero hablar de eso —me respondió seco, sin emociones.
—¿Y qué quieres entonces? —le pregunté.
—Desaparecer.
ESTÁS LEYENDO
Mirarte dos veces
Ficção AdolescenteMinho un hombre de 23 años y su mejor amigo Jisung de 20 viven en Gimpo, un lugar donde solo se han encargado de quitarle sus colores a toda costa, pero esos chicos siguen luchando por ser libres... A pesar de vivir en una jaula de cristal. Minho y...