Cap 27

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—¿Y cómo le vamos a hacer? La otra habitación está llena de mierda —le dije a Jisung mientras almorzábamos.

Sus ojos estaban rojos e hinchados y sus mejillas coloradas. Tuve que sacarlo de la cama porque no tenía ganas de nada. Me la he pasado dándole mimos, que si besitos en sus mejillas, manos, abrazos, mimos en su pelo. Su cabeza debe estar hecha un remolino al igual que la mía, esto es muy dificil para los dos.

Situaciones como estas que solo nos llevan al pasado pueden llegar a cambiarnos el ánimo completamente, aunque no lo crean hasta el ambiente cambia, las vibras, las energías, no sé qué sea pero se siente todo más pesado y melancólico.

No podemos controlar nuestro estado de ánimo aunque lo queramos, podemos reír o comenzar a hacer chistes en pocos minutos pero en el momento que nuestra mente deje de estar ocupada el remolino de pensamientos negativos regresarán casi al instante.

Siento que toda esta situación me rebasa pero al segundo me empiezo a sentir estúpido porque digo cosas como "Si pude aguantar todo eso en el pasado ¿Por qué no podré aguantarlo ahora?" Debo admitir que antes era peor, por lo menos ahora no hay nadie que me golpee pero por alguna razón pensar en eso y ver cómo está Jisung ahora me duele más. Creo que el dolor mental puede ser más doloroso que el físico.

¿Cuáles son las peores heridas? ¿Las físicas o las mentales?

—Vamos a tener que limpiarla, y no seas tan exagerado, no hay muchas cosas en esa habitación —me respondió Jisung.

—Yo tengo una mejor idea —dije poniendo mi mano sobre su muslo para apretarlo suavemente.

—¿Cuál? ¿Le pagarás a alguien? Si es eso déjame decirte que me parece una mala idea —habló Jisung.

—No ¿Cómo crees? —dije rodando mis ojos —¿Por qué no mejor dejamos esa habitación como está y compartimos tu habitación? Así no voy a sentirme solo —le dije mientras hacía más presión en su muslo pero a Jisung parecía no importarle porque ni se inmutó.

—Yo tengo una idea mejor, ordenamos la otra habitación, metes tus cosas allá y listo. Cada quien en su habitación —habló Jisung para después levantarse y dejar su plato sin comida en el lavaplatos. Yo decidí seguirlo y hacer lo mismo.

Jisung estaba de espaldas a mi, había comenzado a lavar los platos.

Me quedé ahí con los brazos cruzados, sintiendo un poco de enojo en mi pecho.

Bufé con molestia y comencé a dar golpes en la pared para crear ruidos continuos y molestos.

—Minho deja de hacer eso, que ruido tan desagradable —habló Jisung.

Yo decidí no hacerle caso porque... Porque no me dió la gana.

—¡Minho! Deja de hacer berrinche, pareces un niño pequeño —dijo Jisung secándose las manos cuando terminó de lavar los platos. Dió una media vuelta y me miró con enojo al tiempo que cruzaba sus brazos.

—Uff que sexy ¡Dios! —dije acercándome a él y poniendo mis manos en su cintura.

—Dándome esos "cumplidos" no vas a comprarme Lee Minho —me respondió él.

—¿Quién dijo que estoy tratando de comprarte? —le pregunté y sin dejarlo responder hablé otra vez —Vamos a hacer algo, no puede ser que en nuestro primer día viviendo juntos ya comencemos a pelear, aunque no me quejo, te ves muy sexy enojado.

»Voy a limpiar la otra habitación, meteré algunas de mis cosas ahí peeero~ compartiremos habitación, no estaré aquí y no dormiré contigo. Me rehúso, en la noche me da frío —le dije en un tono quejoso al final.

Mirarte dos vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora