Cap 38

6.9K 659 474
                                        

Puede ser una decisión muy apresurada, pero no quiero que Jisung y yo solo seamos novios, creo que nuestro amor va más allá. Creo que a pesar de no serlo formalmente ya pasamos y vivimos esa etapa.

Quiero ser su esposo, quiero que sea mi esposo, quiero estar junto a él hasta que la dolorosa y triste muerte llegue.

Me quedé ahí viéndolo más enamorado que ayer y menos que mañana.

Él no me daba respuesta y por alguna razón comencé a sentirme como un estúpido.

—Jii yo... —traté de decir algo luego de que dejé la pequeña caja con un anillo dentro y me levanté para tomar sus manos temblorosas. —No te sientas presionado ¿Si? Cu- cualquier respuesta yo, yo la tomaré y te entenderé.

—No Minho —dijo Jisung al tiempo que sus ojos se llenaban de lágrimas.

—¿No? —pregunté, pero fue más para mi mismo que para él. Mi corazón nunca me había dolido tanto como ahora.

Quién diría que esto dolería más que todos los golpes que recibí en el pasado.

Por inercia mi cuerpo dió dos pasos hacia atrás, pero no solté sus manos.

No sabía qué decir, no sabía cómo actuar, no tiene sentido decirle que todo esto es una broma... Mi amor por él no es una broma.

—Es- esta... Yo... —trataba de hablar pero había algo dentro de mi que me lo impedía.

Jisung me miraba, su boca temblaba ligeramente y sus mejillas se tornaban rojas... Ese rojo único de él que siempre he amado.

Solo pude bajar mi cabeza y tratar de calmar el dolor en mi pecho.

Ya está, se acabó esto. Esto me pasa por ser un cobarde, si solo hubiera pensado más en nosotros, en nuestros sentimientos y no en lo que los demás nos harían.

Yo pude corresponderle de la manera que él quería en ese momento, pudimos ocultar nuestra relación... Yo hubiera podido hacer algo más, pero no lo hice y por eso lo perdí.

Supongo que al final si era demasiado tarde para salvar nuestro amor.

—No es tu culpa —me dijo Jisung y luego no pudo contener más su llanto.

Sus manos dejaron las mías y cayó de rodillas al suelo. Su llanto era muy doloroso, tanto que hizo efecto en mi y me sacó de mis pensamientos.

Me agaché y tomé sus mejillas, lo obligué a mirarme pero su llanto no cesaba, nunca antes lo había escuchado o visto llorar de esta manera. Admito que estaba comenzando a preocuparme.

—Jii cálmate, no pasa nada ¿Si? Cálmate porfavor —le supliqué con mi voz igual de rota que mi corazón.

—Nunca debí de haber nacido Minho —dijo Jisung en medio de su llanto. Mi garganta ardía y solo pude abrazarlo y comenzar a llorar también.

Me gustaría decirle "No digas eso" pero no puedo, en este momento no, porque yo también pienso que no debí de haber venido a este mundo.

Supongo que nuestro destino era sufrir juntos, estar presos, privados de muchas cosas.

—Yo lo siento mucho Jisung —le dije mientras acompañaba su llanto. Lo abracé más fuerte y Jisung se pegó más a mi cuerpo.

Ahí nos quedamos abrazados como por 10 minutos dónde solo lloramos y odiabamos nuestra vida.

Poco a poco nuestro llanto fue cesando. Fue tanto que hubo momentos en los que no sabía por qué estaba llorando, supongo que hay muchas cosas que siempre me callé.

—Te amo Minho, no te imaginas cuánto, de verdad que no lo sabes —Jisung comenzó a hablar. Se secó algunas lágrimas y luego pegó su frente a mia para luego tomar mis manos y unirlas con las suyas. —Hay muchas cosas que me duelen, muchas cosas que me carcomen la cabeza día con día y hay algo que me está impidiendo decirte que si. Yo... Yo la verdad no pensé que esto podría llegar a pasar, debo confesar que ya me había resignado a verte con alguien más en cualquier momento.

»¿Es demasiado tarde? No lo sé, eso lo decidirás tú en el futuro. Lo que sí sé es que nada es tu culpa, nada. Éramos niños y lamentablemente tu llevaste una carga mayor a la mía, siempre poniéndote a ti mismo en segundo lugar para colocarme a mi en el primero —dijo Jisung con voz lenta, de vez en cuando hacía una cortas pausas para evitar llorar de nuevo —Nuestra salvación está lejos, no sé si llegaremos a alcanzarla y no sé si cuando la alcancemos estaremos contentos pero por lo menos espero que estemos juntos.

»Sin ti no estaría aquí y aunque es muy duro todo esto para mí... No puedo pensar con cabeza fría en estos momentos, no puedo y eso me preocupa porque no sé si mi decisión será la correcta. Yo nunca me preocupé por el hecho de que nadie podría llegar a amarme por estar lleno de cicatrices, yo solo me preocupaba porque me amaras tú —Jisung suspiró y luego sonrió —Nunca creí que estas palabras saldrían de mi boca, se había convertido en uno de esos tantos sueños que creí arrebatados injustamente pero ya veo que no. Acepto casarme contigo Minho, siempre fuiste tú, eres tú y siempre serás tú el dueño de mi corazón.

—¿De- de verdad? ¿No estás jugando? —le pregunté con una sonrisa pero aún sintiéndome inseguro.

—No jugaría con algo como esto. Acepto ser Jisung de Lee y seguir luchando a tu lado contra nuestros demonios —me respondió Jisung y yo solo pude chillar de emoción.

Me levanté y lo tomé de brazos, haciendo que sus piernas se enredaran en mis caderas.

—Te amo te amo te amo, gracias Jisung —decia mientras giraba con él sobre mi.

—Hey, te falta algo —me dijo Jisung con una sonrisa muy hermosa, la más hermosa que he visto nunca.

—¿Que?

—Sin anillo no hay compromiso —me respondió Jisung. ¡Se me había olvidado el anillo! Lo bajé de golpe porque iba a buscar el anillo pero por la emoción no medí y Jisung casi se cae... Ups. —Aqui está —dije con torpeza. Me arrodillé otra vez y le coloqué el anillo.

—Ahora si es oficial —dijo Jisung dándome un abrazo.

—Jisung de Lee —dije pensando en voz alta. No puedo creer esto, siento que estoy en un sueño, el mejor sueño de todos.

—Sabia que me amabas —dijo Jisung de manera retadora.

—Cállate —le dije y él rió.

—¿Cuando me dejaras poner a prueba ese piercing? Futuro esposo —me preguntó Jisung y debo admitir que me tomó por sorpresa... Ese tono con el que lo dijo... Necesito ayuda médica urgente.

—Nuestro segundo beso —dije con mucha nostalgia y felicidad.

—Eramos unos adolecentes estúpidos y ahora somos unos adultos estúpidos, supongo que hay costumbres que no se pierden —dijo Jisung y los dos reímos. —Te amo y nunca podré pagarte todo lo que haces por mi, fuiste ese salvavidas en medio de el gran diluvio en el que tornó mi vida.

—Yo también te amo mi ardillita —le dije y Jisung se acercó a mi y unió nuestros labios.

Nuestro segundo beso... Seguimos teniendo miedo, seguimos con muchas dudas pero esta vez nadie podrá hacernos ocultar nuestro amor. No lo permitiré nunca más.

Mirarte dos vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora