Cap 28

7.5K 548 354
                                        

—Minho tienes que comer, aunque sea un poco —me dijo Jisung con un tazón de sopa caliente en sus manos.

Desde que llegué de la casa de mis padres no he hecho otra cosa que no sea estar acostado mirando el techo.

¿Irme de mi casa porque quiero un mejor futuro? Bien, me parece lo mejor.

¿Irme de mi casa porque mis padres no me aceptan ni respetan? Se siente como la puta mierda.

Son mis padres y los amo, creí que ellos también me amaban pero ya veo que su amor es a base de condiciones y expectativas las cuales no pude cumplir.

—No tengo hambre Jii —le respondí sin mirarlo.

Jisung me lleva insistiendo desde hace más de 5 minutos. La sopa ya debe estar fría pero yo ya le dije que no tengo hambre y él no me hace caso.

—Haz lo que te dé la gana pero no dejes de comer, debes estar saludable Minho. Eres una persona con las defensas bajas, te enfermas por todo y nada y no quiero que te enfermes —habló él después de colocar el tazón de sopa sobre la mesita de noche. —¿Quieres que prepare otra cosa?

—No Jisung, no tengo hambre ahora. Estoy seguro de que si como voy a ir directo al baño a vomitar —le dije con mi mirada aún puesta en el techo —Comeré más tarde.

—Siempre dices lo mismo Minho y al final no comes nada.

—Deja de actuar como una mamá —le dije y él bufó molesto y salió del cuarto con el tazón de sopa en sus manos.

Mañana es lunes y no tengo ni un poco de ganas de ir a la universidad, debo limpiar y organizar la otra habitación, también debo ponerme al pendiente con las tareas y los trabajos futuros.
Pero la cosa más complicada que debo hacer es: calmar mi mente.

—Si no comes hoy no dormirás conmigo y como la otra habitación no está lista vas a tener que dormir en el sillón —me dijo Jisung cuando entró a la habitación.

Yo giré mi cabeza y extendí mi brazo derecho en su dirección invitándolo a acostarse conmigo.
Él giró los ojos y me empujó para acostarse a mi lado, poniendo su cabeza en mi pecho.

—Deja de amenazarme y regañarme, en este momento quiero no escuchar nada y que me abraces... Y si quieres también puedes darme besos —hablé y sentí un golpe en mi barriga por parte de Jisung, cosa que me hizo reír un poco.

—Es que no quiero que dejes de comer, siempre haces lo mismo Minho —dijo Jisung —Deja de castigarte a ti mismo con la comida, desde que estamos pequeños haces eso y no sabes lo mucho que eso me enoja.

—Ay Jisung pero no es para tanto —dije restándole importancia.

—¿Cómo te sentirías si yo dejo de comer? Vendrías a abrirme la boca para meterme la comida a la fuerza.

—Pero es que tú eres tú y yo soy yo, no es lo mismo —le respondí.

—¿Cuál es la diferencia? Tu me cuidas a mi y yo a ti, no me pidas que no lo haga —me dijo Jisung con un tono molesto.

—Ahora quiero que me respondas lo de ayer.

—¿Qué cosa? —preguntó Jisung.

—¿Por qué no puedo jugar a coquetearte? ¿Creíste que se me había olvidado que no me respondiste? —le pregunté.

—Si tú no comes yo no respondo.

—Ardillita astuta —dije y después de pensarlo un poco accedí a comer para poder obtener la respuesta a mi duda. Una de las peores cosas para mí es tener una duda y no poder tener la respuesta y Jisung lo sabe.

Mirarte dos vecesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora