—Pastor, pastor ¿Ya está todo listo? Minho lleva llorando toda la noche —le dijo mamá al pastor de Gimpo.
—¿Desde cuándo le está pasando esto al niño? —le preguntó el pastor a mamá.
—Desde que nació. Al principio lloraba súper feo cuando era bebé pero no sabíamos que era por eso, y con el pasar de los años comenzó a decirnos que veía cosas, lloraba y gritaba. Decía que veía muchas personas feas —le respondió papá al pastor y mamá asintió dándole la razón.
—Hola Minho, ¿Cómo estás? —se acercó él y a mí y yo me escondí detrás de las piernas de mamá.
—Tiene 7 años, cada vez se vuelve peor y ya no sabemos qué hacer —le dijo mamá.
—Minho no tengas miedo, ya no volverás a ver esas cosas en unos cuantos años —me dijo el pastor.
—¿Está seguro? ¿Si podrá quitarle eso? —le preguntó papá.
—Su hijo nació con el don de ver espíritus, pero al parecer solo ve o solo le aparecen espíritus malos... Si puedo ayudarlos pero en algún momento volverá a verlos y tendría que buscar ayuda de un pastor nuevamente —le respondió el pastor —Yo había escuchado por boca de otros niños que había uno que supuestamente estaba loco y veía cosas, ya veo que hablaban de su hijo.
»No tengas miedo Minho, solo quiero hacerte unas preguntas ¿Está bien? —me habló él luego de agacharse para ponerse a mi altura. Yo asentí en respuesta.
El pastor nos invitó a sentarnos y eso hicimos.
—Esas cosas que tú ves ¿Son malas? —me preguntó.
—Creo que si, algunas son muy feas y me dicen cosas —le respondí.
—¿Qué cosas te dicen? —preguntó el pastor. Mamá y papá me miraban, me estaban poniendo algo nervioso.
—Que me voy a morir y así. Pero hay uno que es bueno —le respondí un poco más seguro.
—¿Uno bueno? ¿Cómo es? —me preguntó con mucha confusión.
—Si, es menor que yo —le dije y mamá y papá de miraron con sorpresa.
—¿Menor que tú? ¿Es un niño? —me preguntó el pastor más confundido que antes.
—Si, él juega conmigo. Es pequeño y tiene sus mejillas como las de una ardilla —le respondí con una sonrisa —Él es el que no es malo, es lindo y amistoso. Los demás si son malos y... Ellos me dan miedo.
—Pastor... ¿Eso es posible? —le preguntó mamá. Yo ya no estaba más nervioso pero al ver la actitud de mamá me fui haciendo chiquito en el sillón.
—Lo es... Puede ser que ese niño del que Minho habla sea un ángel. Nosotros sabemos que existe el cielo y existe el infierno, nosotros no los vemos pero aquí en la tierra también nos acompañan muchos ángeles y lastimosamente también nos acompañan muchos espíritus de maldad —le dijo el pastor a mamá. Yo estaba entendiendo solo la mitad de lo que él decía. —¿Cómo es ese niño? ¿Es así como nosotros?
—Si, es como yo pero es tres años menor. Su cabello es como el mio pero un poco más largo y él siempre tiene la misma ropa blanca, es como una bata que le llega a los pies —le respondí.

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Mirarte dos veces
Fiksyen RemajaMinho un hombre de 23 años y su mejor amigo Jisung de 20 viven en Gimpo, un lugar donde solo se han encargado de quitarle sus colores a toda costa, pero esos chicos siguen luchando por ser libres... A pesar de vivir en una jaula de cristal. Minho y...