Mirarte dos veces

Cap 5

Lunes otra vez malditasea, lo único bueno es que veré a Chou.

—Nos vemos mañana, recuerden avanzar con el trabajo de investigación —dijo el profesor y salió del aula. Me levanté rápido y comencé a caminar hacia el edificio de diseño gráfico.

Estaba emocionado por verla, era una chica muy agradable, inteligente y linda además que teníamos algunos gustos en común. Ella tiene una gatita y también le gustan las cosas de suspenso y terror.

—Hola Chou ¿Cómo estás? —la saludé y me senté a su lado. Estaba sentada en una de las bancas de la universidad mientras veía algo en su laptop.

—Oh, hola Minho que bueno verte —me respondió ella con una sonrisa.

—¿Puedo saber qué ves? —le pregunté.

—Coraline y la puerta secreta ¿La has visto? Es mi película favorita —habló ella. Su cabello negro y largo recorría todo su cuerpo y sus ojos color miel llegaban a ponerte nervioso porque su mirada era muy intensa, siempre iba vestida con colores pasteles y muchos patrones, creo que es algo común en las personas que estudian diseño gráfico ya que la mayoría de sus compañeros tienen el mismo estilo.

—¿De verdad? También es la película favorita de Jisung —le respondí emocionado por la coincidencia.

—Jisung es tu mejor amigo ¿Verdad? Me hablaste de él la última vez —me preguntó ella mientras ponía en pausa la película.

—Si, ese mismo. Y dime ¿Qué hiciste el fin de semana? —le pregunté.

—Uhm... Nada, estar con mi familia, leer y ¡Oye! ¿Te gustaría ir mañana al cine conmigo? Es que compré dos entradas para una película pero la persona que iba conmigo ya no puede, ¿Tienes mucha tarea?

—No, no tengo mucha y sí me encantaría —le respondí con una sonrisa.

—Oh que bien, no me gusta ir al cine sola —habló ella —Es una película de suspenso, creo que te gustará.

—No importa qué película sea con tal de pasar más tiempo contigo —le dije guiñándole un ojo.

—Atrevido, me gusta. Bueno ya va a comenzar mi otra clase, debo irme —dijo ella mientras se paraba y tomaba sus cosas —te escribiré para pasarte la dirección y todo eso.

—Bueno está bien. Te traje algo.

—¿Me trajiste algo? —me preguntó ella emocionada, me recordó a Jisung siempre se emociona de esa manera cuando le digo que le compré algo.

—Espero te guste, las clases son tediosas y sin algo que comer lo son más —le dije mientras le entregaba una barra de chocolate.

—Gracias Minho, no te hubieras molestado. Bueno hablamos después —dijo ella. Me dió una beso en la mejilla y luego se fué.

Esto debo contárselo a Jisung. Me gustaría decir que se morirá de la envidia pero sé que no será así porque a él le gusta el pito.

♱

El resto del día transcurrió tranquilo, todos los días son iguales la verdad, solo unos pequeños detalles hacen una mínima diferencia entre uno y otra.

Ya es de tarde, iré a una pizzería a comprar una pizza... Ni modo que a un hámster. Jisung me dijo que tenía hambre de algo rico y con tantos detalles detallados tan detalladamente pensé en comprar una pizza.

—Hola, una pizza mitad de pepperoni mitad piña por favor —le dije al chico cuando terminó de atender a los que estaban delante de mi en la fila. No sé cómo a él le puede gustar la pizza con piña pero ajá, hace años quedamos en que pediríamos mitad y mitad para no pelear.

—Hola rarito ¿Ya terminaste de invocar demonios? —me dijo el chico cuando me vió, me hacen hervir la sangre estos malditos.

—De hecho si, les dije que te arrancaran los ojos por la noche —le dije seriamente —La pizza porfavor.

—Sigues siendo igual de rudo —dijo él riéndose para después ir a buscar la pizza.

Me quedé viendo mi celular y minutos después regresó el mismo chico con la pizza que ordené, me dijo el precio y la pagué.

—Te avisaré estos días —dijo él y yo me giré con cara de asco.

—¿La religión de atrofió la cabeza? ¿De qué hablas? —le pregunté.

—Pronto haremos una cacería de brujas, la vez anterior le tocó a tu amiguito puede que esta vez seas tu el elegido —dijo él riéndose, comencé a escuchar más risas detrás de mi.

—Pudrete —le dije y salí de ahí con muchas miradas puestas sobre mi.

Cada día que pasa odio más este maldito pueblo, no puedo salir sin que me estén mirando, sin que se burlen de mi, sin que me recuerden todo lo que me hicieron de pequeño.

Como siempre decimos Jisung y yo "No hay peor cosa que la mente humana" se escudan en que sirven a alguien bondadoso y que hizo buenos actos, le tienen miedo a un supuesto diablo cuando ellos son el significado en realidad virtual de él.

Al ver tantos casos de asesinos seriales y homicidios solo puedo estar más seguro que el peor enemigo del humano es otro humano, no hay más.

Recuerdo cuando me teñí el cabello la primera vez, tenía 12 y me lo puse de color naranja; hasta mis maestras me acosaban. El rastro de mi sangre debe estar aún en las paredes de los baños, los gritos de Jisung puedo seguir escuchándolos y las risas de esos malnacidos siguen vividos en mi mente. No se han dado cuenta del daño que nos hicieron, ellos creen que es gracioso... No es nada gracioso no poder dormir, no poder salir bien a la calle, tener tu cuerpo marcado de tantos golpes; no es gracioso.

Una vez le dije a Jisung que quemaramos esa maldita iglesia con todos dentro, obviamente él me dijo que estaba loco, en ese momento si lo estaba, la rabia se había apoderado de mi.

A pesar de que soy el más peleonero hay muchas veces en las que Jisung ha sido ese paño de lágrimas para mí. Él lucha con sus demonios de otra manera y me ha defendido de los míos también.
Aveces él parece ser el mayor, aveces me gana en madurez y sensatez.

Nunca entenderé la razón de tanto daño, nunca nos metimos con nadie, nunca le hicimos nada a nadie, solo éramos dos niños con una imagina enorme y grandes sueños, sueños que fueron destruidos, pisoteados y hechos pedazos por esos animales.

No es nuestra culpa que no hayamos querido seguir ese mismo molde que todos ellos, estábamos llenos de colores y ellos poco a poco lograron empaparnos con su mierda.

¿Cómo pueden vivir sabiendo que llevaron a un niño de 14 años al hospital y a otro de 17 casi al borde la muerte? Eso sí es pecado, pero como son ellos no les importa.

Tantas veces que toque fondo y ellos solo se burlaban, llegaba a la escuela con mi cara hinchada de tanto llorar y ellos solo me hacían llorar más. Las vecinas me escupían y rociaban agua supuestamente bendita... Han convertido nuestra vida en un infierno del cual muchas veces pensé que no iba a poder salir y aunque no todo está yendo como lo planee siento algo de paz al saber que ya falta poco para salir de aquí.