—¡Jii! Fuiste tú el que hizo ese desastre no yo —le dije casi iniciando una pataleta mientras Jisung solo estaba ahí parado al lado del refrigerador viéndome como si quisiera matarme.
—Hice ese desastre gracias a ti, no te dí permiso de que me levantaras cómo a un saco de papas —me respondió él con tranquilidad.
—Pero fue porque tú no te quedabas quieto. Tu lo limpiaras —dije pasándole por un lado con la intención de salir de la cocina pero su voz me detuvo.
—Si no lo limpias déjame avisarte e informarte que no te quiero durmiendo hoy aquí.
—¡No! Jii —dije tomándolo por los hombros y sacudiendolo.
—Ya deja de actuar así, pareces un niño de cuatro años —dijo Jisung rodando los ojos —Ya te dije ya. Lo limpias o te vas de aquí.
—Eres una ardilla mala —le dije ya rendido.
—Y tú un conejo flojo y manipulador. Quiero mi cocina como estaba antes de que llegaras: impecable.
♱
—¡Están deliciosos! —dije asombrado del rico sabor de los cupcakes que Jisung había preparado. Estábamos sentados con nuestras espaldas recostadas en el respaldar de la cama de Jisung mientras veíamos una película.
—Que bueno que te gustaron —dijo Jisung mientras comía y veía la película. —Tus ojitos están rojos aún —dijo él y lo miré. Nuestras miradas se conectaron y en ese momento volví a sentirlo tan cerca pero a la vez tan lejos. Jisung acomodó un poco mi cabello y luego puso su cabeza en mi hombro para seguir viendo la película.
La película era buena pero yo solo podía ver cómo Jisung luchaba contra el sueño. Se veía tan lindo así.
Sus ojos se cerraban lentamente y él los abría con fuerza. Su cabeza se iba hacia adelante y se despertaba y él se enderezaba y seguía viendo la película.
Tomé el plato donde hace algunos minutos habían unos ricos cupcakes y lo puse en la mesita de noche que estaba a un lado de la cama. Poco a poco me fuí acostando más en la cama hasta encontrar una posición cómoda.
—¿Por qué apagas la televisión? Estaba viendo la película —me peleó Jisung.
—Pero si estabas con los ojos cerrados ¿De qué hablas? —dije riéndome.
—La estaba escuchando —respondió el cabeza dura.
—Estas más cerca del mundo de los sueños que de este, deja de luchar contra el sueño y duerme —le dije mientras daba pequeñas palmaditas en la cama para que se acostara.
—Bueno, está bien —respondió él no muy seguro pero igual lo hizo.
Puso su cabeza sobre mi brazo haciendo que quedaramos frente a frente pero no tan pegados, había una distancia prudente entre nosotros. Le dí un pequeño beso en su frente y pegué su cuerpo al mio luego de haber puesto mi mano en su cadera y una de mis piernas sobre las suyas.
—Ahora si estamos listos para dormir —dije con una sonrisa.
—Aléjate, me das calor —dijo él mientras se movía pero obviamente no le hice caso. A los pocos segundos ya Jisung se había quedado dormido profundamente.
—Puede que tengas razón al decir que vivo en el pasado... Al parecer ni siquiera mis sentimientos han cambiado, supongo que soy muy tonto para admitirlo —hablé con libertad al saber que Jisung no estaba escuchandome —Pero esta vez no pensaré en mi, te sacaré de aquí. Así sea lo último que haga, cumpliré mi palabra y no dejaré que nadie más te lastime Han Jisung.

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Mirarte dos veces
Teen FictionMinho un hombre de 23 años y su mejor amigo Jisung de 20 viven en Gimpo, un lugar donde solo se han encargado de quitarle sus colores a toda costa, pero esos chicos siguen luchando por ser libres... A pesar de vivir en una jaula de cristal. Minho y...