Capitulo 6

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13 de Octubre de 2017, 21:00 pm.

Las nueve de la noche llegaron, y no había tenido contacto con Gavin, aunque sabía que de algo ocurrirle, el chico sabría muy bien como zafarse, es más, le preocupaba la idiotez de quien quisiera hacerla daño, Gavin era todo menos piadoso con sus enemigos, y si alguien apuntaba una pistola hacia él, el chico no dudaría en hacer lo mismo, así que Bruce debía concentrarse en su misión, y esa era Flavio Trump.

Se vistió con una camisa roja ajustada que dejaba ver su cuerpo definido, una chaqueta negra de cuero y jeans y zapatillas oscuras, entró al baño antes de salir del departamento y desde un sobre pequeño y negro sacó dos píldoras, una roja de textura rugosa y una gris de textura lisa y las dejó en su bolsillo, dirigiéndose al club.

Al llegar, ya había una pequeña fila. Solo algunas personas podían ingresar al lugar, se debía tener una invitación especial, pero Selena se había encargado de conseguirla y se la había enviado junto con la dirección del lugar. Bruce se acercó al guardia y la mostró, quien asintió algo extrañado, ya que el subjefe era un rostro desconocido en el lugar, aun así, el guardia lo dejó entrar sin problemas.

El lugar era oscuro, bañado de una luz azulada. Había largas barras, donde hombres de su misma contextura atendían con poca ropa puesta. Unas jaulas en los techos donde otros bailaban eróticamente y decenas de hombres conversando y moviéndose sensualmente entre los destellos que producían los flashes estroboscópicos al ritmo de la música electrónica.

No le sería fácil encontrar a Flavio entre la muchedumbre y la luz engañosa, pero se haría camino, Bruce era experto en ello, por eso el Patrón lo había escogido.

Se acercó a la barra y pidió un vaso de Whisky. El barman lo miró cautivado, y aunque Bruce no tenía ojos para nadie más que Gavin, y en este momento debía convencerse de que también los tenía para Flavio y cualquiera que pudiera servirle de conector.

—No te había visto en este lugar. —el barman le entregó el trago junto con palabras cubiertas de claras intenciones.

—No suelo salir mucho. Trabajo. —respondió Bruce mirando fijamente al hombre.

Si quería información, debía abordar a cualquiera que le fuera de utilidad.

—¿Qué haces? —preguntó el hombre.

Tenía cabello corto y barba bien arreglada. Un par de tatuajes en sus hombros prominentes y ojos negros.

—Soy de la armada. —respondió.

—Wow, jamás había visto uno por acá. —agregó intrigado el barman.

—Ninguno sale mucho. Trabajan. —respondió con picardía Bruce mirándolo con sus ojos azules destellantes logrando captar la atención absoluta del hombre.

—Bueno, entonces deberías divertirte ¿no? —el barman se inclinó sobre la barra y quedó a solo centímetros de los labios de Bruce. —Dime, ¿Cuál es tu placer culpable?

Bruce sonrió.

—Un poco mayores. —y puso el tragó entre ambos, haciendo reír al barman.

—Me causaba sospecha no haberte visto por acá, de seguro eres uno de los chicos privados de Flavio.

El hombre había dejado escapar la información precisa que Bruce necesitaba.

—Exacto... —respondió Bruce aferrándose a esa información como si le perteneciera. —Pensé que lo vería hoy, pero al parecer no ha llegado.

—Es temprano aun, tu llegaste antes.

—¿Yo? —Bruce miró su celular y fingió tener la hora adelantada. —Tienes razón.

Nine Mafia: Proyecto Espejo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora