16 de Octubre de 2017, 05:44 hrs.
—¿Dónde vamos con exactitud? —Se movían sobre la camioneta por las calles rurales de Georgia. Bruce ya estaba mejor de sus heridas y aunque el amanecer aún no se asomaba, si lo hacia su ansiedad, aquella que intentaba sepultar bajo su rostro inexpresivo.
—De regreso al laboratorio. Hay algo de lo cual debemos asegurarnos. —respondió Clint al volante.
—¿Eso sería?
—Si esa cosa sigue con vida.
Bruce recordó de golpe aquella criatura que lo había atacado en medio de la oscuridad. Si bien no recordaba con exactitud como lucia exactamente si fue capaz de intuir que no era humana, aquellas fauces y la fuerza sobrehumana lo aseguraban.
—Son los Espectros ¿no?
—Asi es, al parecer están adquiriendo unos cuantos, para protegerse, los usan como primera fila de defensa, pero aún son volubles, bestias sin amo y atacan a lo que primero ven. Volveremos a cerciorarnos si sigue con vida o fue calcinada por la explosión, con suerte quizás aun queden restos para poder llevarlos a Manhattan, oí que la nueva líder del equipo químico es bastante buena.
—Lo es. Dijiste que te explicarías una vez estuviera lucido, y ya lo estoy.
—No es demasiado difícil de entender. Siempre fui parte de la Nine Mafia, aunque en ese tiempo no tenía ese nombre, toda mi familia ha sido parte de ella. Me uní al ejército en busca de nuevos miembros ante la reformación que Morgan venia tramando. Ahí te encontré a ti y a otros cuantos, pero no me sorprendió el saber que fuiste el único el lograr sentarte con el Patrón, tenías la garra que se necesita para escalar a punta de sangre en las sombras de New York.
—¿Qué has hecho todo este tiempo?
—Morgan mueve a sus súbditos como le place, no tardó mucho en encomendarme otro par de misiones, así que he vagado de encargo en encargo.
—Asumo que no eres el único al que el Patrón mantiene afuera de la Nine Mafia realizando otros trabajos.
—Claro que no. Pero ese no es asunto mío. Y si te preguntas como fue que logré dar contigo en este lugar, pues Morgan solicitó apoyó y gracias al rastreador que encendieron, pude dar con el laboratorio a tiempo.
Bruce asintió pensativo mirando por la ventana, si bien Clint era bastante brusco en como decía las cosas, también era bastante honesto.
Al cabo de un par de minutos, cuando el sol comenzó a emerger en el horizonte, finamente el bosque de pinos en los límites de Georgia fue visible, y la camioneta se adentró a estos hasta cierto punto, donde tuvieron que descender y comenzar el trayecto a pie, tal cual Bruce recordaba.
—A todo esto... —dijo Clint mientras prendía un cigarro y caminaba al lado de Bruce entre la espesura del boque—. Ese nombre que musitabas antes de que despertaras por primera vez; "Gavin", ¿asumo es importante?
—Es la única razón por la que sigo en la mafia —respondió con voz plana Bruce apartando unas ramas del camino.
—Ya veo, aunque creo que está de más decir que no podemos proteger a todos, Bruce.
—No necesito tus comentarios.
—Siempre has necesitado que te recuerden la realidad, sobre todo después de...
—Si vas a seguir hablando mejor vete delante de una puta vez. —interrumpió Bruce volteándose a verlo fijamente a los ojos.
Clint asintió suavemente y pasó por el lado de Bruce, caminando unos pasos más adelante siguiendo el rumbo. Bruce no quería seguir recordando partes de su vida que había enterrado, y no estaba en sus planes el volver a revivirlas, o volver a experimentarlas.
Después de examinar que los alrededores del edificio consumido por el hollín, procedieron a ingresar a la estructura. Siguiendo el camino más despejado de escombros, ambos mafiosos lograron divisar bajo bloques de concreto aquello que buscaban.
—Toma de ese lado... —ordenó Clint y Bruce obedeció, ambos levantando un bloque de cemento que estaba sobre los restos de la criatura.
—No parece estar viva.
—Claro que no —respondió Clint, agachándose de cuclillas y una vez cubierto sus manos de guates procedió a introducir sus manos en el pecho chamuscado del Espectro, el cual se desmoronaba como arena con cada movimiento del Clint.
—¿Qué buscamos específicamente?
—Algún indicio de que no sean humanas... pero al parecer, tiene... tiene todos los órganos de un humano, o mas bien un animal —dijo con dificultad ultrajando todo el interior del Espectro, que expelía un aroma a carne quemada y azufre.
—Selena había comentado sobre estas "cosas", un experimento fallido...
—Ya no son fallidos —corrigió Clint.
—Dijiste que los estaban fabricando en masas.
—Fabricar es una buena... palabra. —Clint tomó un trozo de piel del espectro y también una de sus garras que parecían de oso y se volvió a poner de pie quitándose los guantes y guardándolos junto a las muestras en una pequeña bolsa hermética dentro de su chaqueta—. Lo mas probable es que al reactivar el proyecto ya tengan la ventaja de saber como obligar a estas cosas a emerger de los espejos. Ese tal Gavin...
—¿Qué hay con él? —preguntó Bruce con frialdad.
—¿Por qué se lo llevaron?
—¿Crees que lo sé?
—Pues asumí que al ser alguien importante sabrías el porqué, porque si soy sincero, Morgan si lo sabía.
—¿De qué hablas?
—Al menos puedo deducirlo, el no mencionó nada sobre otra persona a la cual rescatar. La orden fue clara: "hay un súbdito en problemas, sigue las coordenadas del rastreador y llegaras a él" —reveló Clint examinando con cuidado el interior del laboratorio.
Bruce miró el perfil cincelado de Clint, el hombre no había envejecido nada desde la última vez que lo había visto, con esa mirada seria y altiva que le era familiar, esa mirada que le había prometido jamás mentirle.
—¿Por qué viniste tu? —preguntó Bruce.
Clint se volteó y lo vio a los ojos.
—Porque le prometí al imbécil de Thomas que te cuidaría.
Bruce bajó la mirada.
Thomas... pensó mientras Clint se adelantaba a volver al Jeep.
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Nine Mafia: Proyecto Espejo.
General Fiction「Martes y Viernes」Bruce O'Donnell y Gavin Farrell, son dos amantes que cumplen con su deber como parte de los subjefes de la mafia. La pasión de ambos por su oficio solo es comparable con la que sienten entre ellos, y es la motivación más poderosa q...