14 de Octubre de 2017, 08:05 hrs.
Miró a Bruce dormir plácidamente, así que ni siquiera quiso besarlo antes de salir del departamento. Simplemente salió lo más silencioso posible, dirigiéndose hacia el callejón nueve en busca de Selena.
Al llegar tocó la puerta de la oficina de Selena, quien abrió y a diferencia del día anterior ya estaba todo en orden.
—Buenos días. —dijo Gavin al ver a Selena vestida como era de costumbre.
—Buenos días Gavin, hoy lamento informarte que no tendremos que salir, estaré todo el día analizando información nueva que me ha sido entregada, por ende, no abandonaré del callejón. —contestó ella mientras se sentaba en su escritorio y veía a Selena tomar un par de pastilla con un vaso con agua.
—¿Estás enferma? —preguntó Gavin.
—No, bueno si, pero nada realmente grave, ya aprendí a sobrellevarlo. —dijo ella algo cortante.
—Señorita Selena.
La voz de uno de los subordinados de Benedict se acercó a la oficina donde se encontraban los dos subjefes. Era un chico de no más de dieciséis años, tenía el cabello corto y negro al igual que su buzo. Los menores de edad que pertenecían a la mafia eran solo el siete por ciento de esta, al Patrón no le agradaba mucho la idea de reclutar a menores, pero sabía que eran fáciles de manipular y sobre todo de infiltrarse en diferentes lugres sin llamar la atención. Existían sin embargo, diferentes exigencias para los menores, primero no debían tener padres, segundo debían firmar un contrato donde se les prohibía comentar acerca de la mafia en cualquier lugar, por lo mismo se le implantaba en su clavícula derecha un pequeño micrófono creado por Samantha y Yona el cual grababa todas las conversaciones y emitía la ubicación exacta de los menores en todo momento con el fin de monitorear su lealtad, y tercero, no tendrían armas, no era su función participar de operaciones de riesgo.
—Oh, Jeffrey ¿Qué sucede? —contestó Selena calmada.
—El señor Benedict me envió a informarle que ya tiene la información que le solicitó por correo.
—¿Por qué no me lo hizo llegar de la misma forma?
—Bueno...—contestó el joven algo avergonzado. —El señor Benedict aún no sabe cómo enviar correos encriptados.
Gavin soltó una risa ahogada, y se arrepintió al instante.
—Tranquilo. Gavin, ¿podrías hacerte cargo de ir a por la información?, sería más seguro que salieras tu por mí, es una manera de mantenerme a salvo.
Selena comprendía a la perfección que entre menos se expusiera saliendo del callejón, mas segura estaría, y de la misma forma podría ayudar a la mafia a seguir el curso de sus operaciones con una mayor estabilidad.
Gavin asintió y dejó la oficina de Selena, mientras esta se quedaba en el lugar.
Sacó sus documentos y su bolígrafo, y encendió su computadora. Los archivos que Yona le había enviado estaban todos en un archivo comprimido. Al abrirlos, esta vio diez documentos, las siete fotos y catorce correos.
—Bien... —dijo viendo primero las fotos.
Logró detectar, al igual que Bruce y Yona un laboratorio que había sido consumido por llamas, en la fotografía no se visualizaban personas, pero si la sombra de aquella que había tomado la foto. A lo lejos, en las fotografías se podían detectar diferentes espejos, todos del mismo tamaño, altos y angostos, pero estaban intactos, sin siquiera un rasguño, o al menos eso dejaba ver la imagen. Selena traspasó las imágenes a un programa para aumentar el brillo de esta, y notó que en una bata —que se encontraba casi completamente incinerada en el suelo— había un emblema bordado en el hombro. Un pequeño molino. Tomó una captura de la imagen y la busco en internet, pero no encontró nada, así que comenzó a indagar entre los servicios públicos federales gracias a un programa de Yona había hecho para filtrarse en los sistemas del gobierno sin ser detectado, si existía alguna organización gubernamental con ese símbolo lo encontraría ahí, pero tampoco encontró nada.
Acomodó sus anteojos y siguió con los documentos, pero todos estaban en un lenguaje numérico, sin embargo, no le sería difícil descifrarlo. Sacó una carpeta de su escritorio y dentro de esta un montón de papeles surgieron los cuales eran alfabetos números usados en diferentes partes del mundo, sin embargo, la ubicación de los números y el correlativo de anteponer el cero en cada una de las palabras indicaba que era un lenguaje exclusivo del rubro científico, uno utilizado para entregar formulas nucleares durante la segunda guerra mundial.
—Esto me tomará todo el día. —murmuró Selena viendo que los diez documentos estaban en lenguaje numérico, y en ese momento tocaron a puerta.
—Lo siento, señorita Selena, Yona nos dijo que viniéramos a ayudarle.
Dos chicas pertenecientes al equipo de analítica estaban en la puerta de su oficina. Yona sabía que Selena no le gustaba recibir ayuda, en parte porque creía poder sola con todo, y aunque podía, ahora necesitaba aumentar la rapidez de sus deducciones así que aceptó la ayuda de sus subordinadas por primera vez en mucho tiempo, las cuales con una motivación notoria hicieron que Selena se sintiera una buena líder. Sin embargo, esa no era una de las principales razones, la principal era porque Selena seguía viendo los cadáveres en su mente, un poco más borrosos que el día anterior, pero aun así perturbaban su concentración.
Las horas pasaron y las dos subordinadas lograron descifrar el primer párrafo del primer documento y se lo entregaron a Selena.
Proyecto Espejo Fase: Georgia.
03 de agosto de 1942.
Redactado por Hilda Jazmín, Experta en Radiación a cargo del espejo número cuatro:
Hemos al fin logrado la primera reacción proveniente desde el otro lado del reflejo, la mano de uno de los ahora llamados 'Espectros' se marcó desde el otro lado, confirmando que la energía ha transmutado, sin embargo, la reacción de esta fue corta, y desapareció al instante. Esperamos obtener nuevas reacciones con los futuros experimentos.
Selena quedó pensativa, hasta que de pronto, como era de costumbre, una serie de conexiones en su cabeza de forma subconsciente le mandaron un hilo de deducciones que hicieron que la chica se diera cuenta de las posibles conexiones.
La chica buscó el historial empresarial de Flavio Trump, pero no encontró nada fuera de lo común, sin embargo, fue más atrás, hasta el de su padre y abuelos, encontrando que estos fueron participes de los experimentos nucleares clasificados como secretos por parte del gobierno estadounidense. Una de las empresas que los abuelos de Flavio tenían era una farmacéutica veterinaria, cuyo emblema era un pequeño molino de viento.
—Los abuelos de Flavio eran dueños de este laboratorio— dijo mirando las fotos, sin lograr entender por qué habían llegado a ese estado.
—¿Flavio Trump? —preguntó una de las subordinadas.
—Si. —respondió Selena.
—Mi abuela trabajó con el padre de Flavio en Georgia por un tiempo. Jamás decía sobre aquello, yo era muy pequeña, pero ella tenía una bata científica con ese símbolo. —apuntó la chica a la foto que se reflejaba en el monitor de Selena.
Georgia, pensó Selena, y rápidamente comenzó a buscar información acerca de laboratorios que dataran desde el 1930 a la fecha, la información no era bastante, solo treinta resultados. Uno de ellos fue el más relevante. Un laboratorio abandonado en los bosques de pinos al sur de Georgia, el cual había sido descubierto por las Fuerzas Especiales Estadounidenses una vez que uno de los experimentos no especificados de dicha área resultasen ser altamente riesgosos y peligrosos para la comunidad científica.
—¿Qué hicieron? —murmuró Selena consumida en la información, buscando pistas y ensamblando las piezas.
—Lo siento, acá encontré otra cosa...—interrumpió la otra subordinada. —Dice, "familia es encontrada muerta producto del ataque de ESP-02..."
—¿Qué es ESP-02? —preguntó la otra subordinada.
—Espectro número dos. —respondió Selena recordando el primer párrafo descifrado.
El laboratorio había sido cerrado y destruido debido a que uno de esas criaturas al otro lado del espejo de los que hablaba el párrafo escrito por la experta en radiación, había escapado. Lo que sea que fuera ese espectro había matado a una familia completa. Necesitarían más tiempo para deducir lo que sea que dijeran los demás documentos, estarían tres días intentándolo según los cálculos mentales de Selena, pero detrás de su cabeza seguía la pregunta ¿Qué buscan en New York?
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Nine Mafia: Proyecto Espejo.
General Fiction「Martes y Viernes」Bruce O'Donnell y Gavin Farrell, son dos amantes que cumplen con su deber como parte de los subjefes de la mafia. La pasión de ambos por su oficio solo es comparable con la que sienten entre ellos, y es la motivación más poderosa q...