Capitulo 32

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15 de Octubre de 2017, 21:44 hrs.

La boca de la criatura se abrió de par en par frente a Bruce quien yacía en el piso sin poder tomar su arma y se dispuso a morder al mayor. En ese momento, un disparo atravesó la sala, Aby había disparado a la criatura en el cráneo, la cual chilló y se alejó tabaleando hacia una esquina mientras emitía un ruido agrio y chirriante.

—¡Dispara!¡Dispara! —ordenó Gavin al ver que la criatura se volvía a poner de pie.

Pero Aby solo mantuvo la mirada puesta en Gavin, lo observaba herido en su brazo y con un fierro oxidado incrustado en su muslo. No se podría mover, no podría hacer nada sin ayuda. Luego la mujer miró a Bruce, quien se estaba levantando del suelo a tomar su arma mientras la criatura se reponía lentamente.

La mujer apuntó a la criatura y disparó nuevamente, ahora en el pedazo de espejo incrustado en su frente, haciendo que la criatura finalmente cayera sin vida al suelo, para luego apuntar con su arma a Bruce captando la atención del mafioso quien la apuntó rápidamente de regreso.

—Tenemos dos opciones. —dijo la mujer apuntando a Bruce, pero mirando a Gavin.

—¿Qué haces? —preguntó Gavin con voz débil. Estaba perdiendo demasiada sangre.

—Vienes conmigo por voluntad propia y Bruce vive, o lo mato y de todas formas te llevamos. —dijo la mujer.

—¿Quién eres? —preguntó Bruce.

La luz de la luna entraba por las grietas del edificio iluminando sus rostros levemente, pero lo suficiente para que Bruce viera como la mujer embozaba una sonrisa y desabotonaba su chaqueta, dejándoles ver la piel de su pecho, en la cual un tatuaje de un molino resaltaba oscureciendo su piel blanca.

—Mi nombre es Abigail Jazmín Monroe.

Jazmín... esta relacionada con J.H, Hilda Jazmín. Pensó Bruce rápidamente, mientras veía a su costado a Gavin tratando de levantarse y desprenderse finalmente del fierro que lo tenía prisionero.

—Organización Molino. —soltó Bruce.

Ella rio leventemente casi como una burla.

—Laboratorios Lauburu. —corrigió ella.

—Gracias por la información. —dijo el mayor.

—No te preocupes, no existimos, para nadie, ni siquiera para el gobierno.

—Asumo que han asesinado a los hombres que supuestamente deberían habernos recogido en Georgia, digo, ustedes tomaron sus lugares.

—No, muertos no, todos son necesarios, cualquiera que sirva como sujeto de prueba.

—¿Cuál es el objetivo?

La mujer soltó una risa pequeña como si realmente hubiera sido gracioso lo que Bruce preguntó.

—¿Por qué todo este espectáculo si nos tuviste desde el primer momento?

—Necesitábamos poner más pruebas, los agentes los culparan de todos los muertos y desaparecidos, mientras nosotros volvemos a esfumarnos. —soltó ella.

—¿De qué hablas? —preguntó Bruce.

—Dedúcelo. —dijo la mujer viéndose interrumpida por un pequeño pitido en su reloj de muñeca. —Suficiente. Escoge. —ordenó ahora dirigiéndose a Gavin.

—No hables. —ordenó Bruce al menor.

Gavin vio a ambos apuntándose con el arma. Abigail estaba sin rasguños, mientras que por otro lado se podía ver la sangre en el hombro de Bruce, la herida se había abierto.

—Iré...

—¡Te dije que no hables! —gritó Bruce haciendo que Gavin se estremeciera.

—Wow... —dijo la mujer.

—Iré contigo, si prometes que no lo lastimaras. —dijo Gavin.

—Me parece un buen trato. —respondió ella.

Levantó su mano y tres hombres ingresaron rápidamente hacia el joven mafioso que se encontraba en el piso. Bruce apuntó su arma y dos de los tres hombres cayeron rápidamente el piso. Abigail no lo pensó dos veces y disparo en el hombro izquierdo de bruce, quien cayó el piso ahogando un grito de dolor.

—¡Bruce! —gritó Gavin. —¡Dijiste que no lo lastimarías!

—El comenzó. —respondió la mujer acercándose a Bruce y quitándole el arma de una patada, mientras el otro hombre ayudaba a ponerse de pie a Gavin quien se forzaba a no gritar ante la herida abierta y punzante en su muslo que no dejaba de sangrar.

—Gavin... —masculló Bruce entre el dolor.

—Él estará bien, no es como los demás. —agregó la mujer. —¿Acaso no lo has notado...?—dijo mirando a su alrededor.

Desde los dos espejos que quedaban en el salón, ambos se movían, era como si su superficie fuera hecha de agua. Como si la superficie del espejo fuera liquida y algo intentara alcanzar a Gavin desde el otro extremo.

—El chico es especial, es el recipiente que hemos estado buscando por años, el contenedor de la energía que fue depositada por el espectro.

Bruce miró en su agonía como Gavin comenzaba a ser arrastrado por el hombre y Abigail, así que se puso de pie, pero antes de que lo lograra la mujer disparó ahora en su pierna.

—Si te mueves nuevamente, me aseguraré de no cumplir mi palabra. —amenazó la mujer mientras Gavin estaba a punto de perder el conocimiento.

El joven escuchó el disparo, pero le fue imposible poder hacer o decir algo, sus fuerzas se iban junto con la sangre que perdía. Sabía que el disparo había dado en Bruce y volvió a sentir aquella sensación, ese fuego y hielo dentro de él, ese temor, ese miedo de que Bruce no estuviera con vida.

Gavin jamás lo había sentido, jamás lo había experimentado, y hoy por primera vez lo hacía, no le agradaba, no le agradaba titubear, no quería pensar en ese escenario, donde Bruce no estuviese a su lado, donde no pudiese aferrarse a sus brazos, donde nunca más pudiese ver al único al que alguna vez lo había querido tal cual como era. Gavin era un huérfano, una rata callejera que había crecido bajo la sombra de la mafia, mientras que Bruce era un elegante hombre de familia acomodada que había conocido la suerte de no comer en la basura, ambos eran de mundos completamente diferentes, y aun así el mayor se había fijado en Gavin, lo había visto por cómo era y no por lo que tenía.

Intentó forcejar, pero no hubo caso, su cuerpo no respondía.

Cuando salieron del laboratorio y lo metieron a una cabina de uno de los camiones, Gavin se forzó a pensar que Bruce estaría bien, que estaba bien, que pronto llegaría la ayuda. Entonces sintió un fuerte temblor en conjunto de una gran explosión, sus ojos divisaron por la ventana de la camioneta como las llamas y el humo comenzaban a consumir el laboratorio, pensó en Bruce, y luego sucumbió a la falta de fuerza.

Nine Mafia: Proyecto Espejo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora