15 de Octubre de 2017, 21:03 hrs
—¿Cómo te sientes? —preguntó Samantha a Selena quien se encontraba aun descansando en la enfermería del callejón 9.
—Mejor, creo que podré salir de acá luego.
—No lo creo. —contradijo Samantha con tono suave.
Su charla con el patrón había terminado hace unas horas, y algunas cosas habían quedado claras. Selena era diferente, su interior era como el de una anciana, sus órganos parecían tener la edad de una mujer de noventa años y todo se debía al experimento con el cual habían extraído su energía vital. Mientras que Gavin se había convertido en un depósito de energía cuando un espectro lo mordió antes de ser quemado por el sol.
—¿Qué piensas? —preguntó Selena.
—Nada cariño, nada... —respondió Samantha sentándose a una orilla de la camilla. —Te podrás bien, ya verás, con el Patrón hemos decidido investigar juntos una forma para ayudarte.
—¿En serio? —preguntó Selena con voz entrecortada mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
—No llores, somos subjefes, no lo hacemos.
La chica cuyo mentón tiritaba se contuvo y sus lágrimas retrocedieron.
—Además, aún no sabemos cómo nos ira, así que mantén tus esperanzas no muy altas.
—Es mejor que seguir estando enferma sin esperanza. —respondió la chica de cabello negro.
Horas atrás, Samantha le había propuesto a Morgan experimentar con la sangre de Gavin, este solo rio, no era algo que no hubiera pensado, pero no podría, porque había algo que se interponía entre él y Gavin, y ese algo era Bruce, Bruce y su deseo como subjefe.
—¿Puedo preguntarte algo querida? —soltó Samantha acariciando la mano de Selena, quien asintió suavemente. —¿Qué pediste?
Selena entendió a la perfección a la mujer y su pregunta, pero no era una respuesta fácil, más aún sabiendo que todo en su vida había girado en torno a ello. La chica se sostuvo con las manos e impulso su torso dificultosamente tomando asiento frente a Samantha.
—Pensaras que pedí sobre mi enfermedad...—soltó la muchacha mirando a los ojos verdes de Samantha. —Pero no, lo que pedí no tiene nada que ver con aquello.
—¿Entonces...?
—Según Mor...—la chica se arrepintió de nombrarlo por su nombre. —Según el patrón, cuando nací los médicos dijeron que no sobreviviría para cumplir diez años. Asi que como aun no tenía el deseo de los subjefes fue eso lo que me motivo a convertirme en uno.
—Un largo camino ¿no? —dijo Samantha embozando una sonrisa.
—Si...—respondió ella con el mismo gesto. —Cuando finalmente cumplí quince años, supe que los doctores se habían equivocado, que había superado la expectativa de vida, y si me lo proponía podría vivir más. Asi que me forcé y lo hice hasta cuando cumplí diecisiete y el patrón me nombró subjefe del equipo de analítica ante el fallecimiento del anterior subjefe.
—Lo recuerdo, me uní un par de meses después de eso.
—Asi es... —dijo la chica tosiendo levemente en su mano notando que la mayoría era sangre. —El patrón me contó sobre los deseos de los subjefes, que todos podían pedir uno al convertirse en una de las personas que compartieran la mesa con él en el piso sexto del callejon 9. No sabía que realmente pedir, al principio queria pedir por una cura para mi enfermedad, pero me di cuenta de que estaba mejorando, ingenua...—soltó sin querer desviando su mirada de Samantha.
—Tranquila...—contestó Samantha.
—Pedí que el Patrón investigara a Benedict. —soltó ella.
—¿Qué? —preguntó Samantha.
—Siempre sospeché de él. —soltó Selena. —Resultó que era un agente federal que se había infiltrado entre nosotros, lo hizo con el fin de encontrar el momento perfecto para hacernos caer, y ahora creo que lo es.
—¿De qué hablas?
—Las desapariciones, de seguro la Organización Molino los usará en nuestra contra, harán creer que es nuestra culpa, los dejaran en algún lugar donde puedan inculparnos. —dijo ella.
—Pero esas son suposiciones...—respondió Samantha anonadada.
—¿Cuándo me he equivocado Samantha? —preguntó la muchacha.
La mujer no respondió.
—A los diecisiete años descubrí que Benedict era un doble agente, el Patrón asumió que era verdad debido a mis impecable registro de deducciones, pero no decidió levantar voz con respecto a ello hasta estar seguro. Por años Benedict se movió tranquilo entre nosotros y la agencia federal, hasta ahora... —dijo la muchacha quien volvió a toser. —El resurgimiento de la Organización Molino calza a la perfección para poder incriminarnos, solo piénsalo...
Y era cierto, Samantha no era estúpida. La organización Molino había nacido como una organización gubernamental hace ya más de cuarenta años, cuya misión fue transmutando hasta convertirse incluso en un peligro para el mismo gobierno, el cual la desmanteló en secreto y pensó que había sido acabada. Sin embargo, ahora esta volvía a la luz, si alguien llegara a saber de ella sería un completo escándalo sobre todo teniendo en cuenta la clase de experimentos que estaban haciendo y su antigua relación con el gobierno. La mafia era la coartada perfecta, la culpa recaería sobre ellos, las desapariciones, los muertos, y todo lo demás.
—Estoy noventa y un por ciento segura que los agentes ya deben estar preparando algún tipo de movimiento contra nosotros. —agregó la muchacha. —Benedict debe de estar con ellos, Bruce y Gavin están en una operación externa y el resto de nosotros; los subjefes no estamos en la mejor posición.
—Pero, la idea de que Bruce y Gavin fueran a por la organización molino fue tu idea... —dijo Samantha.
—Si, y no me arrepiento, con ellos afuera de New York tenemos una oportunidad, y debemos aprovecharla, Yona también está apostando bastante...
—¿Yona? ¿De qué hablas? Selena...—dijo Samantha sorprendida por la capacidad deductiva de esa pequeña y frágil muchacha que podría morir esta misma noche. —¿Cuánto has deducido?
Selena miró amablemente a Samantha y luego separó sus labios.
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Nine Mafia: Proyecto Espejo.
General Fiction「Martes y Viernes」Bruce O'Donnell y Gavin Farrell, son dos amantes que cumplen con su deber como parte de los subjefes de la mafia. La pasión de ambos por su oficio solo es comparable con la que sienten entre ellos, y es la motivación más poderosa q...