Capitulo Expediente.

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Morgan Jackman, 44 años, El Patrón, Lider de la Nine Mafia.

No abandonó el callejón 9 esa noche, quería cerciorarse de que todos en la mafia estuvieran al tanto de lo que ocurría, no de cada detalle, pero si lo que se avecinaría. Los equipos de Bruce y Gavin tenían fuego en sus ojos, pues respetaban a sus jefes y se ofrecieron a cualquier tarea que el patrón les dirigiese, querían encontrarlos tanto como Morgan, o incluso más que él. Yona se desplegó a su oficina con su equipo a investigar y recuperar datos para simular el escape de los agentes de Laboratorios Lauburu e intentar rastrearlos, y Samantha y Selena volvieron a sus habitaciones para terminar de descansar, ya que sus estados de reposo terminarían a la mañana siguiente.

Intentaba concentrarse en lo que sucedería. Morgan llegó al piso seis donde decidió pasar la noche en compañía de Corse, y se sentó en la cabecilla de la mesa, donde solía mirar a los seis subjefes. No se preguntaba como había llegado ahí, lo sabía bien, cada paso que había tomado lo recordaba y saboreaba como un amargo recuerdo.

Huir de Laboratorios Lauburu fue una decisión imprevista, jamás lo hubiese pensado, con solo veinte años decidió hacerse con un bebe que no le pertenecía y alejarse de aquella organización que se había transformado en algo completamente inconcebible a la visión que su padre alguna vez propuso. Encontró refugio en algunos estados al sur de New York, hasta que finalmente logró entrar a la mafia un año después junto a Selena, a quien nombro en honor la madre que le habían arrebatado. En ese tiempo, la mafia aceptaba a cualquiera que quisiera portar un arma y matar a agentes federales, y Morgan lo hizo sin dudarlo, pues ahí tendría lo que necesitaba, comida, un techo y poder, aunque esta última tomaría tiempo.

El tiempo lo era todo, pero para Morgan el tiempo era incierto, pues sabía que el estado de salud de la pequeña Selena empeoraría día tras días. Con sus influencias encontró a un par de médicos con los cuales lograron convencer a Selena de que simplemente tenía una enfermedad desconocida y degenerativa, ocultándole la verdad a toda costa, mientras Morgan en secreto buscaba una forma de salvarla, una forma que apareció frente a él luciendo como un cadáver que aún respiraba, comiendo sobras en los tarros de basura de los callejones de Manhattan. Un niño de no más de cuatro años, tenía una pulsera en su muñeca que tenía su nombre: Gavin Farrel, Era una pulsera proveniente de una estación de policías, de seguro el chico se había escapado, pues lo llevarían a uno de los cuantos centros de menores que eran mucho peor que vagar por las calles.

Morgan le ofreció un lugar en la mafia, quizás limpiando pisos, la mafia seguía reclutando a quien sea que fuera con el fin de reforzar sus líneas, así que aceptaron la llegada de ese nuevo chico, quien creció en la sombra de lo peor de la mafia, en la sombra de la sangre y el horror, y solo era cuestión de tiempo que se convirtiera en una representación humana de la maldad de esa mafia, pero no pasó mucho para que el cabecilla de la mafia muriera del disparo certero de un francotirador que jamás se encontró, aunque era obvio quien había sido.

La alianza de Morgan y Benedict se había formado cuando Morgan había descubierto que el moreno era un doble agente, un espía de la agencia. Le prometió silencio con el fin de ayudarle a destronar al patrón, cosa que Benedict cumplió a la perfección. Muchos se preguntaron cómo fue que Morgan, siendo tan joven les habia arrebatado el puesto a hombres veteranos que añoraban dicho lugar, y la respuesta fue simple, a muchos de esos hombres no les importaba quien estuviera al mando, pues cualquiera era mejor. Aceptaron a Morgan con la única condición de que lo supervisarían, ya que no querían que la mafia siguiera convirtiéndose en una noria de sangre y restos humanos.

Fue así por dos años, Morgan demostró que era de fiar, que sus decisiones eran acertadas, sobre todo cuando elimino a aquellos hombres que vendían información de la Nine Mafia a otras mafias de otros estados. La Nine Mafia, paso de ser una organización sin rumbo, a una con una meta clara, crecer sin medida por todo Mahattan, y Morgan sabia como liderar, lo había aprendido de su padre.

Hizo nuevas integraciones, y desmanteló la mesa de subjefes que en ese tiempo existía, solo vejestorios casi ciegos y sordos, infectados por la visión del anterior patrón, Morgan los elimino con sus propias manos, pues no pretendía que alguien se levantara en su contra ahora que haba logrado llegar a donde realmente debía estar. En su lugar, reclutó personalmente a diferentes personas, discretamente las investigaba y les brindaba un camino fácil a lo que querían lograr, para finalmente revelarles que había sido gracias a la mafia, muchos aceptaban unirse, otros simplemente se rehusaban, y morían.

Un equipo de los mejores hombres y mujeres comenzó a erguirse en esta nueva mafia, la cual, si bien parecía tener sus objetivos claros, también tenía una meta oculta que guiaba toda operación de forma invisible: encontrar una cura para Selena, cura que surgiría solo de una forma, reactivando el Proyecto Espejo, aunque no era una opción válida, no racionalmente.

Morgan investigo todo lo que debía con respecto a lo que había sucedido con los demás científicos de Laboratorios Lauburu, y encontró información valiosa, la más importante era que no todos habían sido capturados, sobre todo la cabecilla, su antiguo amigo, su antiguo compañero de investigación, el joven Doctor Jeff Morales. Morgan descubrió su paradero meses después, precisamente el joven doctor seguía con la tarea de llevar a cabo el proyecto que Morgan tanto aborreció, pero esta vez seria ese proyecto el que le permitiría salvar a Selena.

Morgan desconocía la procedencia de Gavin, pero eso cambio cuando el patrón notó que el joven Gavin de ahora veinte años se sanaba más rápido de lo normal, como también sanaba a los que estaban a su alrededor, cosa que comprobó cuando el joven estaba cerca de Selena, quien no cojeaba ni tosía en demasía. Morgan lo investigó, algo que no había hecho cuando lo encontró en los callejones, y finalmente todo tomó forma, ese chico era la respuesta de alguna forma para salvar a Selena, sin embargo, el deseo de Bruce como subjefe de la mafia no le permitió acercarse a Gavin. Bruce al convertirse en subjefe notó el interés excesivo de Morgan por Gavin, y su deseo fue que Morgan usara todo en su poder para evitar que todo el que quisiera dañar a Gavin sufriera la peor de las muertes. El patrón no se negó y simplemente dio un paso al costado, pues ahora debería usar su siguiente plan, guiar a Laboratorios Lauburu hacia Gavin, pues era un sujeto de prueba que de seguro les interesaría. Morgan actuaria defendiendo a Gavin hasta cierto punto con el fin de cumplir el deseo de Bruce, pero también buscaría cumplir el suyo propio, y ahora todo iba a la perfección.

Si Laboratorios Lauburu lograban extraer de alguna forma la energía vital de Gavin, Morgan podría depositarla en Selena, por eso Benedict debía cerciorarse de que el joven no muriera, cerciorarse de ser parte del grupo que experimentaría con Gavin, para entender cómo hacer el procedimiento y salvarlo cuando parte de esa energía estuviese fuera de su cuerpo. Todos tenían un papel fundamental en su plan, los movía cuidadosamente, tanto a los seis subjefes que se sentaban junto a él, como a aquellos tres que cumplían misiones en el exterior de la mafia, a quienes consideraba los primeros Subjefes junto con Benedict.

Morgan sonrió al recordarlos mientras seguía acariciando a su gato.

No recordaba la última vez que los había visto o escuchado sus voces, pero recibía mensajes encriptados de la ubicación en que se encontraban, eso era suficiente. Eran aquellas haces bajo la manga que Morgan utilizaba para inmiscuirse en operaciones de alto riesgo, operaciones tan importantes que con solo una palabra mal usada provocaría que todo el imperio de la mafia se cayera en pedazos.

Morgan miró su celular y vio dos mensajes codificados que le indicaban lugares, uno proveniente de Georgia y otro proveniente del aeropuerto de New York.

Sonrió. Dos de sus haces ya estaban en movimiento.

Era momento de usar sus haces, apostarlo todo por salvar a Selena... y a Gavin. 

 

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Nine Mafia: Proyecto Espejo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora