El diablo.

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Jungkook le observa atento casi toda la tarde, pues lo conoce desde hace mucho y sabe que algo debió pasar para que esté tan contento. De hecho, lo ha estado molestando con ello clase tras clase, aprovechando el sonroso que tiñe sus mejillas, y logrando casi a las tres, que por fin Jimin confiese porque trae ropa que obviamente no es suya, porque sus bonitos ojos claros destellan estrellas, porque sus labios tardaron en volver a la normalidad ya que estaban inchados a causa de tanto beso dado, y porque no puede dejar de sonreír, sin embargo tarda un poco en comprender pues el travieso pelirrosado no da muchos detalles.

—Hace unos días.. —comienza, observando al menor con un poco de pudor. —Estaba aburrido, y quería.. sexo—no le avergüenza decirlo pues es abierto al mundo, además de extrovertido, no le importa ser juzgado, y confía demasiado en su mejor amigo.

—Ajá—este le anima, ya que aún así no encuentra la manera de avanzar.

—Quería llamar a alguién para salir, ya sabes —bufa, respirando agitado, y continúa. —Pero me puse a pensar que no vale la pena si los tipos que conozco son una mierda para hacerlo. No sé, Kook, no me dejan satisfecho, y los odio. Digo, ¿es tan difícil hacerme venir? Inútiles—el pelinegro ríe, comprendiendolo ya que ese a sido su dilema siempre, pues parece un imán para hombres inútiles sexualmente hablando.

—¿Que pasó luego?.

—Bueno.. —Jimin sonríe orgulloso, notando que efectivamente ya encontró solución a su problema, al menos de momento.—Visité una página web para.. sugars —esto último lo susurra, haciendo reír a Jungkook por lo extraño que suena, y porque ese tema es cuestión de burla por estar de moda en las redes sociales, haciendo imposible que pueda tomarse en serio, aunque claro, realmente existe, que muchos lo usan para conocer personas que les resuelvan la vida económicamente hablando a cambio de favores sexuales, y sabe que su amigo no lo hace por esa razón, sino por salir quizá con alguien con más experiencia que pueda darle el placer que espera.—No te burles estaba desesperado, y deseaba un buen hombre a mi lado.

—¿Y como te fue?.

—Mejor de lo que esperaba.

—¿De verdad? —el menor no le cree tan fácilmente pues por lo que sabe los sugar daddys son hombres pasados de edad, en su mayoría de escasa belleza, que pagan porque un jovencito o jovencita les atienda de manera sexual, u les haga compañia.—No sé Jimin-hyung, hablan cosas de eso, tú no necesitas dinero, y dicen que son viejos feos y gordos.

El mayor ríe, dándole la razón.

—No te lo voy negar. Mis primeras ofertas fueron desagradables—admite, recordando todos esos viejos que buscaban llevarselo a un motel ofreciéndole mucho más dinero del que deberían.—¡Pero encontré uno que no está nada mal! —exclama, sabiendo que se ha ganado la lotería, y no lo dice estrictamente por el dinero, si no por lo vivido.—Ya lo conocí y no sabes lo bien que la pasamos.

—¿Si?—Jungkook tiene sus bonitos ojos oscuros, abiertos por la sorpresa, así que Jimin continúa.

—Mira, no te voy a contar todo lo que hicimos porque no soy tan descarado pero joder, él si sabe como tratar a un hombre hormonal—le explica, mordiendose el labio, notoriamente afectado, mientras Jungkook le observa admirado y orgulloso de verlo satisfecho, pese a buscar dicha satisfacción de una manera un tanto ortodoxa.

—Pero cuentame, ¿como es?. ¿Donde se vieron..?.

Se enfrascan lo que resta de la tarde en una charla centrada en dicho asunto, en la que Jimin no se limita a dar detalles de como luce su ahora nuevo amante, donde vive, y lo bién que lo trató desde haberlo conocido hace tan solo un par de días, reconociendo que efectivamente las cosas pasaron muy rápido, pero que valieron totalmente la pena, hasta ser interrumpidos por Taehyung, el novio del menor, y este los lleva a casa, dando por finalizado el horario del día.

🍷🍷🍷

Luego de dar las tutorías que por el momento son su único trabajo, y las cuales realiza a uno de sus alumnos, de secundaria que viene todas las tardes a su casa y se va antes de las seis, el cual ha llegado ya a convertirse en casi su amigo, Jimin se dispone cenar, y tener una breve charla con sus padres, en la que se pusieron al día sobre temas triviales, y luego sube a su habitación, llendo directamente a cambiarse de ropa para comenzar a hacer sus deberes, pero es al sacar todo de su mochila, que recuerda el sobre naranja que cierto hombre le dió por la mañana.

Oh.

De hecho admite que casi lo ha olvidado por estar concentrado en las otras cosas que Min Yoongi le ha ofrecido, pero, la curiosidad le insita a abrirlo con cuidado para saber que hay dentro, sin embargo se lleva una gran sorpresa al encontrar veinte mil dólares en efectivo, una tarjeta de crédito dorada, y además una nota escrita a mano que dicta, "Te lo has ganado. Sigue así, gracias."

Puta madre, apenas puede creerlo y cuenta de nuevo los billetes, no creyendo que los haya ganado con el simple hecho de haber tenido sexo con un extraño, como una prostituta lo haría, y comienza a pensar que hará con tanto, ¿como va gastarlo si tiene ya ahorros por lo que gana de las tutorías, y además sus padres le suelen dar una pensión cada mes?. Ciertamente no es alguién que necesite, no obstante no es tonto para despreciarlos, y decide que puede seguir ahorrando.

Si, Jimin cree que es buena idea y se levanta para guardar el sobre con todo adentro menos la tarjeta de crédito, en su clóset, dentro de unas caja de zapatos, y cubierto por una camiseta que dejó de quedarle hace mucho, creyendo que no debe mezclarlo con su demás dinero, y sonriendo travieso pues le dará buen uso cuándo lo necesite. Se enfoca en esconderlo bién, y luego regresa a la cama, volviendo a escarbar en la mochila, donde encuentra su billetera, y mete dentro la tarjeta, casi con miedo de ser atrapado haciendo algo malo.

Y el corazón le da vuelcos cuándo justo en ese instante su teléfono celular resuena con una canción escándalosa que últimamente es su favorita.

Jadea antes de tomarlo nervioso, leyendo en la pantalla que se trata nada más, y nada menos que del mismísimo diablo, y inconscientemente aprieta las piernas, anticipando que le dirá, y mucho peor, como él mismo actuará después de descubrir lo poderoso que puede resultar, ya que no necesita ser un genio para descubrir que se ha metido con un hombre que aparte de ser increíblemente seductor, posee muchísimo dinero, por Dios, si basta con ver cuanto le "ha pagado" y donde vive, para no darle título de pobretón, lo cual no siempre es bueno ya que gente con tantos alcances resultan siendo grandes enemigos si no les tratas con cuidado, pero: contesta, mandando todo a la mierda pues se piensa arriesgar. Obvio que si.

—Hola..


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Irreversible. © [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora