Me encantas.

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Tras miradas traviesas durante todo el camino, y tras varios besos calientes en el ascensor; por fin la pareja llega al apartamento, casi agradeciendo que el restaurante que dejaron apenas estuviese solo a cinco minutos del lugar en el que ahora ansiosos se entregan pues el deseo es tanto que los tiene casi sollozando ya que además la atención que se dan el uno al otro entre caricias y contacto solo aumenta el placer que desprenden.

Jimin cae sobre el colchón boca arriba, apenas dándose cuenta de que su camisa es sacada con apuro, y es que sus sentidos están nublados dado al beso candente que recibe por el mayor, quien maldita sea; le está dominando de una manera exquisita. Su boca es libre solo para recibir la de Yoongi en su cuello, quien se pierde en dicho lugar lamiendo de una manera sensual que lo hace gemir quedo, mientras se aferra a su ancha espalda para amortiguar el placer que siente.

—Si sabes delicioso.. —lo escucha gruñir mientras sus labios se deslizan lamiendo luego sus clavículas hasta pasar en sus pezones, uno primero y otro después, para luego bajar por su tersa piel casi canela, humedeciendo a su paso el camino, lo cual le tiene sollozando. —Me encantas..

~Oh, si supieras que tú también a mí~ quiere decir, mas no encuentra voz para ello, pero gime desde el fondo de su garganta para hacerle saber que está encantado al disfrutar dicha atención, y sabe que él lo entiende ya que no se detiene y sus labios le recorren un camino hacia su entrepierna, haciéndole jadear en anticipación. El aliento y tacto contrario siendo casi imposible de soportar por lo delicioso que es.

—¡Ah mi Dios.. Yoongi!—grita entre un sollozo, totalmente ahogado de placer cuándo las manos gruesas de su amante le tocan por encima de la tela del pantalón.-Por favor-suplica porque sabe que no puede aguantar más, que los delgados labios que no han parado de lamer por encima de su abdomen bajo, justo en la sombra de su oscuro vello púbico le están dando un placer demasiado incontenible, junto a las manos que le masajean por encima justo donde nesecita.

Sin embargo el pálido le sorprende aún más ya que para la tortura que sus labios hacían para quitarle el pantalón de un impulso rápido, junto a la ropa interior, y luego vuelve a él para tocarle por fin piel con piel.

Esas gruesas manos le sostienen la entrepierna con dureza, con avida habilidad y maldita sea Jimin jamás sintió que lo masturbaran de manera tan exquisita. Joder que puede correrse con el tacto que esos gruesos dedos dan a su ingle de arriba hacia abajo. De hecho tiene que apretar los ojos con fuerza para saborear dicha sensación, y no se limita a gemir en descontrol ya que no cree que pueda callarse cuándo está tan bien atendido.

—Mirate.. eres la perfecta personificación el pecado—lo escucha gruñir una vez más, y le satisface saberlo exitado. Puede dulisar su deseo, su admiración y atracción hacia tan simple mortal y maldita sea, no va negar que le encanta, le fascina, y se deja arrastrar hacia un nivel de locura que apenas comprende.

Como si ya no fuera suficiente el placer aumenta cuándo una boca húmeda comienza dejarle besos alrededor de sus mancuernos, y joder que puede sentir cerca de su entrada y en su digno miembro el cálido aliento que lo hace encogerse de delicia, y se ve recompensado con al fin besos suaves en sus testículos que lo hacen gritar, hasta finalmente sentir como Yoongi le lame de abajo hacia arriba en dos ocasiones antes de pasar a meterlo entero en su boca, chupandole despacio, y aunque a Jimin no le gusta recibir el sexo oral en su miembro por otros hombres pues prefiere la mamada en su ajugero; no va mentir, que se lo haga Yoongi no solo le gusta, sino que le encanta.

Puede sentirlo saborearlo mientras desliza sus gruesas manos acariciando sus glúteos, buscando la endidura entre sus bien dotadas nalgas, y pronto le tiene acariciando su agujero con exquisita suavidad. Los fluidos del presemen del menor junto a la saliva del mayor bajando hacia dicho punto para que al momento de que le penetre con los dedos, estos se deslicen sin incómodar u molestar, y por el contrario; le hagan gimotear pues se siente exquisitamente bien.

—Señor..—solloza alto al no poder soportar más ya que está apunto de venirse, mas esto al aludido no le importa pues deja de lamer su erección y baja a lamer su agujero, aún sin sacarle los dos dedos de adentro, dejando como resultado que se retuerza por las oleadas de placer a consecuencia de tan maravilloso contacto, y aprieta fuerte la gruesa mano que lo sostiene por el abdomen cuándo Jimin se corre de manera rápida sobre dicha superficie, emitiendo un gruñido bajo que hace al responsable sentirse dichoso por ello.

Incluso tras que deja un beso tierno y húmedo sobre sus muslos se endereza, para sacarse rápidamente la camisa de lino, y bajarse los pantalones, ropa interior, y calcetines casi de una patada, ya que la imagen de Jimin desecho aún tirado en el colchón le tiene delirando. De hecho apenas puede buscar en el bolsillo de la prenda que se a quitado el condón que pronto úbica en su gruesa erección, acariciandola un poco antes de volver a él, subiendosele encima.

—¿Estás bien, bebé? —coloca los brazos a cada lado de su pequeño cuerpo, dejándole aprisionado, mas el chico le rodea el torso con sus delgados brazitos viendose complacido, y asintiendo, atreviendose a mirarlo, apenas habiéndose recuperado de su primer orgasmo, pero dispuesto a recibir otro si se le otorga.

Es que maldita sea, lo ha sentido tan rico, tan bién.

—¿Me darás más? —pregunta sucio, mordiendose discretamente el labio inferior, lo que deja como consecuencia que Yoongi desaparezca el poco espacio que los separa y le bese con fuerza, con absoluta ferocidad.

—Claro que si.. —al separarse le responde entre besos, mientras desliza una mano entre ambos para guiar su erección hacia el preparado y perfecto ajugero del menor quien abre las piernas para él, ansioso por sentirlo. —Maldito seas Jimin—no puede evitar maldecirlo al estar adentrándose en él ya que el aludido grita quedo y le aprieta fuerte tanto a su erección dentro de sus paredes anales, como su cadera con sus esbeltas piernas.

Diossss, Yoongi apenas puede contenerse a no arremeter con fuerza dentro de su perfecto culo, y se concentra mejor en moverse lento, recibiendo las uñas de Jimin en la espalda, clavándose fuerte en su piel, y los besos ahogándos en sus labios ya que se encuentran besándose con la pasión que pronto logran sentir pues el placer es exquisito.

Lo hace suyo entre sucios susurros que así lo reclaman, lenguaje vulgar y carnal que le invita a gritar poseído por una fuerza sensaciónal que con los minutos que pasan solo aumentan, y dan como resultado que el pálido aúnmente la rapidez y fuerza en sus embestidas, destrozando su ajugero de manera que este late rodeandole y apretandole el miembro con violencia, hasta que por fin lo ve alcanzar el segundo orgasmo, que lo hace derramar su jugo en la mano gruesa que lo acaricia.

—Minnie.. —gruñe ese apodo cariñoso de su nombre pues esa a sido su señal para también correrse dentro del condón.

Demasiado lemon.

Yummy.

***

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Irreversible. © [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora