Irreversible. © [Yoonmin.]

Este hombre es mío, bitch.

Pensar en que ha incómodado a su cordero lo hace no sólo pasar mal la noche, si no estar de malas al día siguiente, y cuándo su secretaria le recuerda que el viernes debe asistir a una gala benéfica en honor a una obra que la empresa en la que es socio: apoya, quiere explotar en insultos muy impropios en su vocabulario. Sin embargo recuerda que cuando supo de ese evento rondó en su mente la idea de invitar a Jimin, y justo ahora que las cosas entre ellos se han puesto un poco extrañas cree que es lo ideal así que lo llama esperado que aún quiera hablar con él.

Es menester mencionar que pasan dos llamadas para que al fin atienda pero Jimin del otro lado parece dispuesto a no perder contacto.

—¿Como estás, cordero?. —lo cuestiona, intentando no entrar a terrenos incómodos y haciéndole saber que nada ha cambiado.

—Bién.. —la voz del otro lado es suave e inquieta. —¿Y tú?. ¿Como vas?.

—Mi mañana ha estado bien pero escucharte la mejora, y además esperaba que me complacieras en algo.

—¿En que? —Jimin parece estar interesado y hasta ha sonado travieso. Su cordero sigue allí, y el pelimenta solo puede agradecer que toda su mierda no lo ha alejado.

—El viernes tengo una cita en nombre de la empresa en la que soy socio y me encantaría que me acompañaras.

Silencio un par de segundos hasta que.

—¿De verdad?. —maldita sea, su chiquillo ahora se escucha totalmente emocionado. —Me encantan los eventos, tengo tanta ropa bonita, y me encanta arreglarme. Dios, tengo zapatos preciosos.

—¿Vienes entonces?.

—¡Claro que si!. —su voz incluso sube varias octavas. —Espera.. Puedo ponerme lo que sea ¿verdad?.

Yoongi no se ve capaz de pensar en ordenarle que debe ponerse o que no.

—Puedes hacer lo que desees, amor. Pasaré por tí a las 7. Tienes dos días para buscar tu mejor atuendo.

—Vale, ahora tengo clase así que hablamos de esto luego.

Luego.

Luego.

Luego.

Suena a promesa, a ilusión. El mayor no puede evitar sonreír.

—Estaré esperando, cariño.

🍷🍷🍷

Finalmente no se ven hasta el viernes y vaya que mereció la pena pues cuándo Jimin sale de su casa enfundado en un traje blanco de fina tela, con incrustaciones doradas, el cabello rosa peinado hacia atrás, y zapatos con fino y delgado tacón: Yoongi pierde la respiración, y es que su cordero no solo se ve precioso sino también eclipsa con su presencia. Tiene que parpadear para darce cuenta de que es real y no un Arcángel que lo llevará al cielo.

—Estás.. perfecto. Dios, Jimin te ves precioso—no evita decir cuándo lo acerca a él, tomandole de la mano, que además cuenta con uñas perfectamente pintadas de un color precioso estilo dorado. Mierda, está fascinante.

—Gracias, sé que siempre me veo bien pero cuándo se trata de eventos me gusta robarme el show.

Se ríe, dándose cuenta de su chiquillo es demasiado especial para ser real.

—Te lo robarás, estoy seguro. Sube por favor.. —antes de guiarlo a su asiento se da el placer de besarlo, sintiendo la suavidad de sus carnosos labios, y saboreando su sabor combinado con el de un labial sabor cereza.

Durante el trascurso en auto logran mantener una conversación agradable en la que Jimin pregunta que tipo de personas habrá en el lugar, que temas debe tocar, que se celebra y quien es el anfitrión, así que Yoongi le asegura que debe ser él mismo, que puede hablar de lo que desee, y que solamente estará rodeado de empresarios y sus parejas quienes han venido a celebrar el logro de haber alcanzado una cifra alta en la donación mensual que hacen para causas benéficas, compartiendo un poco de lo que tienen con los más necesitados.

—Usualmente la gente rica es una mierda egoísta pero me alegra que tú eres diferente. —sonríe al verse halagado.

—Basta, me sonrosas—gruñe, y le aprieta el brazo, que es de donde lo tiene sujetado mientras se adentran al hotel donde el evento se está llevando a cabo. —Vamos a cenar para luego escuchar el discurso del fundador y después el brindis, ¿okay?.

—Yo quiero bailar.

Justin Bieber se escucha de fondo y Jimin no cree que poder irse de la fiesta sin bailar una canción de su nuevo álbum al menos.

—Okay, vamos a bailar en algún momento, ¿uh?.

—Perfecto.

Una sonrisa suave y discreta les acompaña durante el trascurso de la velada, Jimin rompe la dieta con los tres platillos que le sirven, y se modera con el vino ya que no desea acabar borracho, e incluso se sale con la suya cuando en un momento convence a Yoongi de caminar el centro donde varias jóvenes- seguramente hijas de los grandes peces gordos-: bailan, y se cuelga de su cuello mientras la melodía del chico pop resuena.

Y Yoongi realmente sabe que muchos de sus compañeros y colegas de la empresa le están viendo, pero no se detiene al llevar a Jimin a las estrellas, hasta que indudablemente tienen que volver a la mesa donde sus socios esperan, y a quienes su cordero a idiotizado desde que los presentó hace unas horas.

—Te extrañé mucho, cordero—le acaricia los dedos discretamente mientras cuchichean como un par de adolescentes en la mesa.

—Y yo a tí—Jimin se acerca a darle un beso rápido, que aunque no dura mucho llama la atención de los demás. —Ups..

—Tranquilo—el mayor le sonríe como si nada pasara.—¿Sabes?. Tengo otro lugar al que deseo que me acompañes.

—¿Si?. ¿Cual?.

En ese instante el anfitrión sube al escenario a hacer acto de presencia y Jimin hace pucheros al no poder terminar la conversación.

—Te lo diré luego, cariño.

Tras que el discurso acaba se quedan en la gala un par de horas más, conversando con los diferentes socios de Yoongi, entre ellos Jackson y Mark a quienes Jimin le agradó saludar, sin embargo cuándo están por retirarse se da cuenta que durante toda la noche ignoró que estaban en el mismo lugar que el enemigo.

Sabe, por haber alzado la mirada al fondo del salón que Hoseok está presente, y además parece furioso por haberlos visto. Jimin cree que es un milagro que no se les haya acercado a hacerles una escena, pero la noche a estado tan bien que no desea arruinarlo y se aferra a los brazos de su daddy, para dejarse guiar hacia la salida, no sin antes sonreír victorioso pues ese hombre es suyo y ningún ex de mierda se lo va quitar. Bitch.

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