Finalmente el empresario se dedicó a hacerle preguntas banales mientras terminaron sus pedidos, y gracias a la disposición sumisa del chico logró saber que era estudiante de Literatura en la Universidad Central de Busan, su pasión o como él mismo había descrito, su interés, era la lectura, tenía en honor a ello un trabajo de medio tiempo en el que daba tutorías en tal materia, misma que exigía la experiencia que tenía gracias a ser conocedor de la literatura desde jóven.
Interesante.
La palabra correcta para describirlo era interesante, pues además el chico parecía ser muy bueno también en la Ciencia e Historia, cabe aclarar en temas solamente teóricos. Gracias a ello sabía expresarse con claridad, tenía un desarrollado lenguaje, y además podía seguir casi cualquier conversación si en ella viniera un tema que conoce, o que al menos desea conocer.
Y para colmo verlo responder entre jadeos suaves y valientes, le dejaba con ganas de comer a besos su bonita boca en forma de cereza.
—Ven conmigo—finalmente se levantó, dejó un par de billetes que cubrieran el pedido más la propina sobre la mesa, y extendió su mano hacia Jimin, viéndose gustoso cuándo este lo imitó y la tomó. Ese cosquilleo sensual recorriendoles las palmas haciéndose presente.—Dame tu dirección—pidió, llevándolo hacia la salida de la cafetería en cual se habían conocido, y la cual sospechana sería un lugar explícito para citarlo cuándo lo deseara.—Bien, sube—ordenó tras tener el dato requerido.
Dentro del coche Mercedes último modelo color negro los esperaba un agradable olor a gel que tranquilizó al menor tras haberse sentado en el lugar de copiloto, logrado que durante su "daddy" lo acompañase a su lado y se dispusiera a manejar hacia la dirección indicada; el silencio fuera soportable, aún así los nervios dentro de él eran inimaginables, y es que la situación no era para menos.
Jimin había hecho una locura, todos estamos de acuerdo con ello.
🍷🍷🍷
En algún momento, cuándo se acercaban ya a su vecindario Yoongi le ordenó sacar su teléfono celular y apuntar en él su número telefónico, dictandole un par de dígitos, y luego pasarle sin importancia alguna su propio móvil para que el chico repitiera la acción con el suyo, y Jimin apenas podía creer tal grado de confianza prematura, pero se atrevió a tomar tal artefacto, que cabe aclarar no tenía ninguna contraseña, y se obligó a no usmear de más y solamente anotar sus dígitos, sonriendo pues al menos había notado el fondo de pantalla que era nada más y nada menos que un girasol precioso en tonos raramente oscuros. Luego de ello lo devolvió sin hacer comentario alguno.El mayor pareció satisfecho con su obediencia.
—Siéntete libre de llamar cuándo lo requieras, esto claramente bajo los horarios indicados comúnmente conocidos—parecía amable, sin embargo estaba serio, casi intimidante, logrando que ni de coña Jimin pensara en marcarle.—Así mismo espero que me des el mismo trato, y te aclaro que no me gusta esperar Jimin, si te marco me tienes que atender. Aunque claro, hay excepciónes.
—¿Como cuales?—sentía la boca seca, el pulso latiendo demasiado en su cuello.
El pelimenta le sonrió ladino, casi diabólico.
—Bueno, si estás en clase por ejemplo. Por ello tengo que tener tu horario, y así sabré respetar cuándo no me puedas atender—ladeó la cabeza enigmático, dando solo un poco de información y aún así siendo honesto.—Soy un hombre caprichoso con lo que me pertenece Jimin—sentenció serio. Las piernas del mencionado temblaron aún más. —Si te tengo es solo para mí. ¿Quedó claro?.
—Si señor—apenas podía respirar, maldita sea, pero para su suerte el mayor por fin estacionó frente a su casa, deteniéndose a observarla.
—No vives mal—apreció la vivienda de doble piso que compartía con sus padres, la cual contaba con exelente decoración y fachada exquisita, además de estar en buen estado. ¿Pues que esperaba?.—Pensé que tendría que comprarte un pen-house—Jimin casi se atraganta. ¿Hablaba en serio?. No se imaginaba tal cosa pero no se atrevió a murmurar más que un simple, ¿gracias?. dejando claro que no entendía porque haría algo así.
Este le ignoró, bajando luego del coche, y de no ser porque había conocido que era un machito dominante le hubiese seguido, pero decidió quedarse en su lugar, decisión maravillosa pues gracias a ello el mayor le sonrió satisfecho, abrió su puerta y le invitó a salir de la cavidad, extendiendo su mano para ayudarle. Sin embargo no esperaba lo que vino luego, y es que fue halado hacia ese pecho duro y cálido de manera inmediata, tanto que apenas pudo asimilarlo.
Soltó un suspiro entrecortado, casi aterrado, pero no se apartó, y al contrario. Se sostuvo de sus brazos con suavidad, sin igualar la fiereza del mayor quien lo sostenía con fuerza de la cintura.
—Buen chico—sintió su cálido aliento golpear en su rostro, luego sus gruesos dedos acarisiandole la piel. Maldita sea, ¿que haría?.—Eres precioso, Jimin.. —halargarlo al parecer, y el mencionado no pudo evitar encogerse mientras sonreía tímido.—Tan precioso, tan dispuesto—casi gritó cuándo una de sus manos le apretó con fuerza el trasero, mientras la otra seguía dando caricias a su mejilla. —No puedo esperar a tenerte—y finalmente se acercó tan lenta, y tortuosamente que dió oportunidad a admirar su pálido rostro, que además se encontraba resplandeciente de absoluta belleza. Cejas perfectamente curveadas, labios delgados, nariz redondita. Maldita sea. Era perfecto.
Y además lo besó.. Realmente lo hizo.
El tacto de sus labios en los propios lo hizo delirar, maldita sea, más que eso. Jimin casi perdió el aliento pues él mismo se lo estaba robando. YoonGi mantuvo un ritmo celestial, lento, mismo que además derrochaba sensualidad, y Jimin no pudo evitar gemir cuándo este subió, arremetiendo con una sensual mordida a su labio inferior, la cual envió millones de escalofríos intensos a su cuerpo. La sangre inmediatamente abandonándolo para ir a parar a su entrepierna.
Diossss, era delicioso. Nadie nunca lo había besado así.
YoonGi le mordió, succionó, y lamió los labios, y además violó con su lengua su pequeña cavidad. ¿Como no estar encantado y con las piernitas temblando?.
Incluso gimió quejándose cuándo el mayor terminó el contacto, acto que lo hizo abrir los ojitos buscando una respuesta, a lo cual solo recibió una traviesa sonrisa de su parte. Ladina y sensual sonrisa. Jimin quiso golpearle por atreverse a alterarlo de tal manera. No, golpearlo no, mejor invitarlo a su habitación y descubrir si era tan bueno en otras cosas como en besar, no obstante el mayor tenía otros planes. Estaba sereno, sin expresión más allá de verse complacido. De hecho, era claro que sabía mantener la postura.
—Ve adentro. Recibirás noticias mías pronto. Buenas tardes—le ordenó, y aunque quisiese respingar y rogar porque le volviese a besar prefirió asentir.
—Buenas tardes, señor—y obedeció dándose la vuelta para entrar, aún con las piernas temblorosas a su bonita casa, dispuesto a hacer todo para que el incidente se repitiera.
¿Así de sumiso?.
Si, que te valga mierda.
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Irreversible. © [Yoonmin.]
FanfictionDonde Jimin posee todo para ser independiente pero YoonGi es un daddy demasiado complaciente que le mostrará a disfrutar más allá de lo que la normalidad ofrece. *** ❌ HISTORIA HOMOSEXUAL. ❌ • Daddykink. • Prácticas sexuales sadomasoquistas. • Dad...