¿Corresponder?.

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La noche ha sido dura, Jimin apenas ha dormido y agradece cuándo amanece y escucha ruido en el apartamento pues eso le da oportunidad a levantarse para intentar arreglar lo que sucedió anoche. Después de todo, era una posibilidad que podía pasar, y  aunque no comprende como es que no tuvo al menos un poco de éxito; sabe que aún puede luchar.

¿Que tan malo es?.

Prácticamente Yoongi le rechazó al mostrar sus sentimientos, seguramente aún por sentir cosas por su ex, y joder puede que aquí termine su acuerdo, sin embargo aún quiere una charla definitiva.

Se lava los dientes y la cara para pronto salir rumbo a la sala, vistiendo solamente una camiseta larga, propiedad del mayor, estando descalzo, y decaído.

Encuentra afuera, exactamente en la cocina a Yoongi de espaldas, visiblemente inquieto por haberle escuchado, con un traje de esos típicos que suele usar para ir a trabajar, que no sabe de donde sacó y piensa quizá en la posibilidad de que también tenga ropa en la otra habitación, sin embargo como eso no importa, se concentra en avanzar, con los brazos cruzados y admirar el desayuno elaborado con huevos revueltos que se encuentra preparando. Además, nota que no puso música suave como usualmente hace, ni siquiera abrió las persianas para que la luz solar ilumine el lugar, dejando al apartamento tan triste como ellos.

—Buenos días, hyung—suspira, nervioso, atreviéndose a saludar, aún con su cuerpo pequeño, rodeandose con los brazos.

Nunca ha sentido ese tirón extraño en su pecho, mucho menos lo ha reconocido como miedo, pero sabe que es exactamente lo que siente por él, por perderlo, así que contiene el aliento cuándo lo ve girarse. Espera que joder, de inmediato lo eche, alegando faltas a su contrato, o que usualmente siendo el hombre educado que es le de oportunidad de cambiarse, desayunar y de igual manera largarse de allí. Aunque también pese a los miles de conceptos en los que termina siendo desechado, existe quizá la posibilidad pequeña de que finalmente Yoongi acepte que joder, no han sido fríos en estos meses- medio año juntos- que eventualmente rompieron los límites pero que pueden continuar, o por lo menos que le bese y le asegure que todo estará bién.

Está claramente fuera de la realidad pues aunque su hyung le dedica una discreta sonrisa como cada vez que lo ve, sabe que también está inquieto. Lo ve inexpresivo, tenso, con sus bonitas fracciones rígidas. No obstante muy dentro de esos posos oscuros el pelimenta está observandole como esa primera vez que le hizo el amor. Con fascinación, con dulzura.

—Buenos días, mi amor—incluso se le acerca poco a poco hasta por fin sostenerle el rostro y darle un suave beso en los labios que le desquebraja de a poco. El chiquillo gime, sintiendo la maravillosa sensación de aún ser digno de besar por esos finos y delgados belfos, tanto que con extrema necesidad sube sus pequeñas manos a su cuello y le acaricia la parte baja de su cabello cerca de la nuca, acercandolo más a sí. Sintiendo de pronto que si no le toma con fuerza se le escurrirá de los dedos cual agua cristalina.

—Mío.. Tú eres mío—proclama sollozante, con los ojitos llenos de lágrimas. —Te necesito demasiado por favor no te le alejes como anoche.

Yoongi lo aferra sintiéndose turbado por esa avalancha de sentimientos incalculables que ese pequeño chico le hace sentir. Totalmente idiota y oxidado si de corresponder se trata pues en el pasado fue más que ingenuo logrando que al dejarse llevar le engañasen de la peor forma, y aunque su bonito cordero no tiene nada que ver con ello; no puede evitar encontrarse perdido ante una situación como esta.

—Tranquilo, Minnie—Jimin siente cálido el tacto de su mano acariciando su cabello cuando le suelta, y apenas puede sostenerse al tenerlo frente a frente.—Mirame, cariño—obedece para encontrarse esos posos oscuros impactando con los suyos, ambos turbulentos, los del menor derramando lágrimas espesas y gruesas. —Aquí estoy.

—Yo sé—gime, sintiendo aún más fuerte esa presión en su pecho pues no sabe que pasará. —No sé por cuanto tiempo estarás a mi lado, aquí.

—No me iré —Yoongi le asegura pero él no puede creerle. Niega, sollozando pese a verse totalmente fuera de control.

—Ayer.. la cagué y lo siento—acepta sintiéndose roto.—Sé que probablemente no sientas nada por mí pero yo hacia a tí sí. No te culpo, no estás obligado a quererme. Solo no quiero que me pagues por verte o que no pueda decirte lo mucho que me molesta que me trates con frialdad como si yo.. fuese solo un acuerdo.  Como si..

—Bebé mirame—el pelimenta lo llama, tratando de calmarle al verle desesperado, y Jimin se muerde el labio para no seguir hablando.—Estoy aquí—lo escucha repetir.. —y me siento el hombre más afortunado al saber lo que sientes—le afirma. —Pero..

—¿No me quieres?— Jimin se encoge, gimoteando ante la falta de promesa.

—Siento muchas cosas por tí, cordero—suspira cuando Yoongi finalmente responde, y siente el corazón pequeño porque sabe que es un momento decisivo.—Me fascinas como jamás otro hombre lo hizo y cada día a tu lado es el maldito cielo, sin embargo.. no sé lo que siento. Y tú mereces que te amen con las fuerzas no existentes, que valoren quien eres.

—¿Tú no lo haces?—gimotea, conteniendo el aliento pues sabe que él no cederá, no ahora al menos.

Efectivamente Yoongi niega, demasiado confundido.

—Necesito aclarar que es exactamente lo que siento para poder decírtelo, amor.

Jimin se conformaría con menos pero no puede decirle que no, no puede cegarlo más, aunque le cuesta rendirse. Quiere luchar.

—Yo puedo amar por ambos—hipea abrazándose fuerte a él, pero Yoongi niega ofreciéndole una sonrisa bastante dolorosa.

—Dame un poco de tiempo ¿si?.

—No quiero perderte—niega, negandose a dejarle partir.—Si lo hago no te veré más, y yo.. quiero al menos luchar por tí. Sé que puedo.

—Claro que si, bonito—Yoongi le asegura, acariciando su mejilla con suavidad. —Tú puedes todo, y eso me hechiza. Pero por ahora quiero que desayunes, vayas a clases, y esperes a que te responda ¿uh?.

—No quiero..

Yoongi suspira agotado.

—Vamos mi amor. Sé que puedes. —deja un corto beso en su frente antes de apartarse. —Te veré luego.

Luego, luego, luego.

—¿Me lo prometes?. ¿En serio nos veremos de nuevo?.

El pálido no tiene idea como su maldito mundo funcionará si de pronto su estabilidad se tambalea así, si Jimin no está más con él, o si se queda pero no recibe respuesta, pero no piensa ser egoísta y confundirle diciendo promesas falsas que el jóven no merece. Lo único que puede constar es que, definitivamente arreglará esta mierda y volverá a él para ser quien debe.

—Volveré a tí, cielo. Lo prometo. Pero por ahora necesito pensar, necesito distancia.

Finalmente aún preso de sensaciones inigualables, con ansias de querer estrecharle en brazos, pero aún demasiado turbado para actuar con claridad; se aparta, toma sus cosas, y intenta salir del apartamento, sin embargo su bebé le detiene.

—Yoon—susurra en un hilo tan inaudible que el mencionado apenas puede escuchar. —Te quiero..—y lo termina de romper, pero asiente, antes de finalmente soltarle y salir del lugar.

Jimin entonces teme verdaderamente no ser correspondido.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!. :(

Irreversible. © [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora