Yoongi sube al apartamento tras un día de trabajo intenso el martes por la tarde, y mientras está dentro de su hogar procede a sacarse la corbata mientras camina hacia la cocina en busca de un vaso de Coca-Cola que seguramente hay en su refrigerador, no obstante cuándo está apunto de llevarse la bebida a la boca; el sonido del ascensor lo detiene así que se gira para sacar otro vaso para el que imagina: es Jimin o Seokjin pues son los únicos-aparte de sus padres- que tienen el código del lugar, no obstante de inmediato siente el olor intenso de un perfume que reconoce muy bien, que por cierto le trae muy malos recuerdos.Molesto, e indignado se dirige a la estancia, no creyendo como es que ese sujeto se ha atrevido a poner un pie en su hogar, ni quien lo ha dejado entrar. Porque no tiene que ser un adivino para comprender que esa horrible tensión en su cuerpo es nada más y nada menos provocada por la persona que una vez le robó millones de suspiros.
Por supuesto se lo encuentra tan pulcro como siempre, con sus delgadas piernas vestidas con jeans apretados, una camiseta negra y una chaqueta de cuero con matices dorados, un atuendo que además de costar más de lo que usualmente debería vestir cualquier chico de veintitrés años; le queda estupendamente bien pues es atractivo por instinto, sin embargo verlo no le causa más que rabia pues luego de lo sucedido no lo puede ver de la misma manera.
—¿Qué demonios haces aquí?—exige saber, impactando con dureza su mirada en la de él quién, lo crean o no; está temblando por verle de nuevo.
—Yoonie, que gusto verte..
—Déjate de tonterías y responde—sisea furioso, conteniendose para no ponerse a gritar.
—Quería verte—el chico se cruza de brazos intentando parecer tímido, una altrimaña que mucho tiempo atrás le funcionó pero que ahora no le cree una mierda. —Estaba cerca del lugar y pensé en saludarte. Estoy vestido con el color que más te gusta en mí—el negro, camiseta negra.
—Al punto Hoseok—el empresario lo frena pues con solo escucharlo ya se siente repugante. —No te quiero aquí otra vez. Ya me informaron que habías venido antes—poco a poco se le está acercando, echándole para atrás, sin atreverse a tocarlo.—¿No te quedó claro la última vez que hablamos? —le recuerda, siendo testigo de como al menor se le llenan los ojos de lágrimas.
—La última vez todo se arruinó. Creíste en cosas que alguién más inventó. Y-o.. estaba molesto. No quise..
—Basta—una vez más lo acalla pero no funciona. Hoseok está dispuesto a quedarse.
—Amor, déjame volver.. —niega al escucharle además sollozar.
—Eres patético, en serio—lo sigue acechando hasta que Hoseok está caminando hacia atrás. —No me entra en la cabeza que te atraves a venir aquí, y mucho peor a molestar a Jimin. Yo tolero tu mierda pero a él no lo tienes que joder.
—¡Él se metió entre tú y yo! —el grito del más bajo solo lo hace gruñir, y casi pierde la paciencia.
—No voy a entrar a una discusión contigo. Ya me has quitado mucho tiempo, vete—se atreve, lleno de coraje a tocarlo simplemente para adentrarlo al ascensor; sin usar violencia en él pues Hoseok es demasiado sumiso como para dejarse tocar aunque lo esté echando.—No te quiero ver de nuevo en mi apartamento.
—Yoonie.. —su bonito pero desleal ex novio suplica, y Yoongi realmente no tiene tiempo para ello.
—Lárgate—aprieta el botón y lo deja en el aparato para que se marche.
Y no respira en paz hasta que el chico desaparece, con la mirada baja, efectivamente herido por tan frío contacto ya que jamás lo trató así. Seguramente jamás imaginó que el hombre pegajoso y romántico que años atrás lo cuidaba como a un niño y siempre lo trataba como prioridad; ahora le eche de manera tan fría, tan vaga. Le importa una mierda. Está cansado de este asunto, está cansado de esa rabia de saberse burlado que queda en su pecho cada que lo recuerda, sabe de él, o en este caso; lo ve.
Se tira en el sofá, aún sediento pero no con suficientes energías como para ir a la cocina, y no es consiente del delicioso olor a fresas que viene desde la habitación ya que el de ese horrible perfume aún se mantirne molestando su nariz. No sospecha que joder, Jimin ha estado escuchando todo desde la habitación porque llegó mucho antes que él y se encontraba preparándose en la habitación.
¡Mierda!.
Nada lo prepara para sentirlo sentarse sobre él. Respinga un poco cuándo ese delgado cuerpo lo cubre con calidez, abrazandole tímido, más no se detiene a corresponderle necesitado de él, agradecido con la idea de que esté allí para consolarle, y es que su cordero es esa paz que necesitaba. Es una maldita fortuna que no tiene idea de como ha merecido poseer. Le abraza sabiendo que joder, es un maldito afortunado. —Hola mi amor.. —suspira, enredando la mano en su sedoso cabello. —¿Que haces aquí?.
Jimin se queda callado un par de segundos, no sabiendo que responder pues joder; está nervioso por lo que ha escuchado.
—Vine a verte—se explica con voz queda. —Estaba en la habitación dándome una ducha.
—Uh, que sorpresa —Yoongi le huele y efectivamente el chico está limpio y fresco.—Hueles delicioso—se acerca para besarle el cuello, de toques pequeños y traviesos. —¿Que escuchaste?. —pero antes desea saber que tan mal están las cosas por el imbécil de su ex novio.
—Y-o.. —el menor se separa un poco para al fin mirarle a la cara, estando frente a frente, encontrando su mirada aún turbulenta pero ya no tan fría como hace unos momentos, no obstante temiendo que siga molesto.—¿Estás bien? —desea cuidarlo, desea quitar de su mente todo lo que pueda dañarlo, y borrar de una vez por todas esa sombra que ha descubierto que Hoseok representa en él.
No quiere Yoseok, quizá en otra historia pero aquí no.
—Minnie—Yoongi le sonríe, relajandose al completo.—Es pasado, lo prometo.
—No te lo he dicho pero me llama—ese dato hace que el pálido se ponga aún más furioso.
—¿Te ha llamado? —pero Jimin asiente no dispuesto a callarle nada.
—Me amenaza, quiere que tú y yo terminemos.
Yoongi siete vergüenza de envolverlo en todo esto, maldita sea. Su cordero no tiene porque presenciar actos tan desagradables por parte de su mierda de pasado.
—Voy a dejarte fuera de esto ¿va? —le promete cerrando los ojos con fuerza antes de efectivamente dejar pasar el momento pues no piensa hablar más de ello. —Son mis asuntos, mis problemas. Yo lo arreglo.
El pelirrosado siente los hombros tensos pero pierde también un poco de tensión al escucharle.—Te dije que no quería que hablaras con él—y hace un puchero adorable al sentirse herido. Yoongi no puede no adorarle.
—No pude evitarlo, vino hasta aquí. —responde sabiendo que no desquitará su rabia ahora, no con él. —No sé como entró pero no significa nada para mí ¿si?.
Jimin se muerde el labio, inquieto.
—¿Lo prometes?.
Solo se gana otra sonrisa.
—Lo prometo. No tengo porque mentir, así que no te preocupes—asiente acariciandole la mejilla. —Me aseguraré de que no lo vuelvan a dejar entrar al edificio y que no nos moleste más. Tú tranquilo, ¿uh?. Déjame soluciónar esto y olvidalo por favor.
—Okay—accede, decidido a no darle la importancia que seguramente ese tipo desea, o al menos va intentarlo pues ese malestar en su pecho no parece marcharse pronto. —¿Te digo algo? —cambia de tema, y sonríe cuando el mayor asiente.—No llevo nada debajo.. —y ladea el cuello para mover la bata de baño que se ha puesto. —¿No quieres jugar un poco?.
Logra, con la única arma que posee en ventaja para esa batalla, que el hombre por quien se lucha; le sonría totalmente noqueado e inclinado por él.
—Claro que si, cordero. Siempre estaré dispuesto—y solo espera por el bién de ambos que esté diciendo la verdad.
***
¡NO OLVIDES VOTAR!.
ESTÁS LEYENDO
Irreversible. © [Yoonmin.]
FanfictionDonde Jimin posee todo para ser independiente pero YoonGi es un daddy demasiado complaciente que le mostrará a disfrutar más allá de lo que la normalidad ofrece. *** ❌ HISTORIA HOMOSEXUAL. ❌ • Daddykink. • Prácticas sexuales sadomasoquistas. • Dad...